1. YUG

  2. YOGA

  3. YOGHISMO

  4. UNA MATHESIS DE PSICOLOGÍA









Por el

Mahatma Chandra Bala

Dr. Serge RaYNaud de la FerRIère













PRIMERA PARTE



















                    1. EXPERIENCIA











      1. EXPERIENCIA...





              1. Los labios del Justo apacientan a muchos,

              2. mas los necios mueren por falta de entendimiento.

              3. Libro de los Proverbios X-21.

En realidad todos somos maestros y al mismo tiempo todos somos discípulos. Me acuerdo de Paul Richard que en Nueva York en 1949 me decía: “Tantos discípulos que quieren enseñar y tantos maestros que no quieren aprender”... ¡y tenía razón! He comprobado esto desde hace mucho tiempo porque siempre todo fue para mí materia de estudio. Saber escuchar es la más bella de las lecciones y así mismo cada uno puede enseñarnos algo; cuántas veces aprendí de la boca de los niños y aún por el ejemplo de los animales.

Yo elogio una muy linda frase en “Cristo en Vosotros”28, página 11: “No somos capaces de relatarles los futuros acontecimientos, pero, también es cierto, que cada individualidad hace el futuro, la dirección y la tendencia de sus acontecimientos, con los pensamientos y los actos del presente. Vosotros sois hoy día el resultado de vuestro pasado”.

La vida es una cadena de experiencias, y la síntesis de sus diversas acciones constituye la realización espiritual. Toda persona que pueda enseñarle a dar un paso más adelante en este sendero, es vuestro maestro.

Demasiado orgullo agita a los hombres, los cuales no quieren reconocer en otros un grado mayor de adelanto… No importa saber cuál es el más grande (los “grandes” serán rebajados y los “pequeños” serán elevados); más bien lo que vale es escuchar, en tanto que haya algo que aprender.

Jamás llegaremos a la realización sin el estudio constante; nuestro futuro depende de nuestro presente, el cual, a su vez, es el resultado de nuestro pasado. La cuestión no es saber el más allá de la encarnación presente, sino buscar la transmutación puesto que ya estamos aquí (Juan III-3, 7). Hay que nacer de nuevo, transformar las fuerzas viles en poderes sutiles, y esto requiere un trabajo constante (Juan VI-27).

Tenemos todos mucho que aprender y al mismo tiempo, podemos enseñar, pues la única riqueza es la experiencia personal, la cual, sin embargo, en ciertos casos en que no es transmitida verazmente puede contribuir a cometer tropiezos. Aprender es estar atento, escuchar todas las teorías antes de formarse un juicio. Quiénes son esos “iniciados” que pretenden saberlo todo y en cambio repudian: libros, maestros, doctrinas, etc. Ellos han debido seguramente entrar en lectura de las obras más diversas antes de adoptar una opinión, escuchar un Maestro durante un determinado lapso de tiempo, antes de conocer aquello de lo que están tan orgullosos, seguir los dogmas y respetar las doctrinas antes de rechazarlas. El que no ha seguido ese camino... ¿qué puede saber?... ¿de dónde podría haber recibido sus conocimientos?... Conocemos la respuesta de la inspiración, de la sabiduría venida de fuentes sobrenaturales, de la intuición, de las revelaciones divinas, etc., pero debemos ver objetivamente y no con la creencia de algunos privilegiados de la iluminación. Dios mismo no emplea nada sobrenatural. Todo es revelado a los Iniciados (Amós III-7); la bóveda celeste salpicada de estrellas, el movimiento de los planetas, los efectos magnéticos, son otras tantas lecciones para extraer la enseñanza de Dios. El Creador se revela por el simbolismo macrocósmico que el Iniciado puede transcribir en lenguaje claro, como los Reyes Magos reconociendo en el cielo la señal de la venida del Mesías Crístico.

La Verdad está más allá de los libros, de los maestros y de las doctrinas, esto es muy exacto, pero antes de llegar hay que subir los escalones pues, o ¡sabemos muy poco o sabemos demasiado! Sabemos demasiado para ser humildes, para ser puros, y nuestro razonamiento siempre nos impide elevarnos simplemente por la contemplación, o, bien, sabemos muy poco para realizar plenamente la síntesis de todas las cosas.

Pienso en la famosa Tabla de Esmeralda, llave de toda la Sabiduría, base del Ocultismo en general. Esta piedra sobre la cual fueron grabadas las Leyes del Conocimiento es atribuida a HERMES TRISMEGISTO29. Esta “Tabla Esmeraldina”, llamada así algunas veces, es el monumento esotérico por excelencia y su interpretación fue emprendida varias veces30, la comprensión de sus axiomas es el aseguramiento de la maestría completa. Todos los filósofos, los ocultistas, los místicos e investigadores de la verdad en general, la han estudiado durante años, y ella permanece misteriosa como el gran monumento de la meseta de Gizeh delante del cual el discípulo era conducido y se le preguntaba: “¿De dónde vienes, quién eres tú, a dónde vas?”, y la Esfinge parece burlarse y decir: “Resuelve si sabes y contesta si osas”.

La Tabla de Esmeralda es la fórmula de la Piedra Filosofal, es el secreto del elixir de larga vida, es el Tao31, la clave de todas las doctrinas esotéricas, la Luz Universal. Esta revelación de las Leyes Inmutables es la siguiente:



Algunos preguntan ingenuamente el por qué de ese hermetismo32 cuando se podría exponer claramente una moralidad, ¿por qué razón la verdad habrá de ser velada cuando sería sencillo ofrecer una lección clara al mundo?... Y me pregunto si es que se debe responder a semejante interpelación ¡inconsciente!

Siempre ha existido un esoterismo para privilegiados y un exoterismo ofrecido al gran público. Jesús de Nazareth hablando a sus discípulos no se expresaba en la misma forma que cuando hablaba al público y aún a los que se le acercaban les decía que había muchas cosas que no podían explicarles (Juan XVI-12). La Iniciación es esta tradición que preserva la enseñanza sagrada que debe estar velada, la cual no debe confundirse con esas ceremonias de asociación más o menos especulativas que dan títulos de iniciación: el acto de conferir, en este género de grados comunes con diploma, un grado vago y con prerrogativas, es ¡solamente el testimonio del buen pago de unas cuotas!... La Iniciación, con “I” mayúscula, es una experiencia que hay que vivir, un Saber que hay que adquirir, una Verdad que hay que realizar...

Me es particularmente agradable encontrar en un libro de cristianismo, como “Cristo en vosotros”, el concepto de la reencarnación, pues representa verdaderamente un paso adelante en la evolución de la historia religiosa. (Se sabe que la propia Iglesia Católica reconocía los principios de reencarnación hasta el Concilio de Nicea)33. En esa misma obra se señala la carencia de valor de libros, de palabras y de letras (pág. 37), saliéndose en esta forma de los límites habituales de las enseñanzas dogmáticas. Todo lo que tenemos a nuestro alcance es únicamente una fuente de documentación, una llamada quizá a nuestros conocimientos olvidados de nuestras diversas encarnaciones.

A fin de no forzar el espíritu de ciertas almas jóvenes, existe a través de las edades una manera de divulgar la enseñanza sin dar a conocer la fuerte realidad a los que no serían aptos a soportarla. El esoterismo, las ciencias llamadas ocultas, la Iniciación pide el conocimiento de claves que se revelan al adepto una vez que está listo para recibirlas según la Gran Fórmula: “Cuando el discípulo está preparado, entonces aparece el Maestro”…

El mismo libro, mencionado más arriba por mí, dice además: “Pongo estas claves en sus manos”... (pág. 40), lo que definitivamente es testimonio de la existencia de signos secretos en el cristianismo, cosa que ha sido largo tiempo ignorada. Preguntándose el por qué, habría que abrir una Biblia por la mitad para encontrar el Salmo 119 que posee precisamente 22 capítulos (cosa curiosa en verdad cuando todos los demás tienen dos o tres nada más) y cada uno principia con una de las 22 letras del alfabeto hebraico; esta clave universal simboliza los 22 arcanos de la Qabbalah que son necesarios para la interpretación de las Santas Escrituras y está todavía ignorada por muchos buscadores de misterios bíblicos...

Esta Clave Universal que constituye la Biblia, es un monumento esotérico como el Corán de los musulmanes o el Bardo Thodol tibetano; todos estos libros sagrados: el Popul Vuh de los mayas, el Zend Avesta de los persas, el Zohar, el Talmud, los Vedas, etc., son obras tradicionales que preservan los códigos de la Antigua Iniciación. Interpretarlos a la letra es penetrar en una completa confusión; comprenderlos en espíritu es exponerse a decepciones; hay, pues, que realizarlos por comprensión total, mediante la ayuda del método que se introduce a través de capas secretas que superpuestas constituyen los sistemas filosóficos, teológicos, guamétricos, esotéricos, etc..

El conocimiento intelectual es indispensable para tener del mecanismo universal una idea justa con la cual podremos elevar nuestro espíritu mediante la pura inspiración. Esa raíz objetiva y positiva de la ciencia, o al menos del saber, es el cimiento de la fundación del edificio más subjetivo que deseamos construir para llegar a Dios.

Es decir, ¿hay necesidad de la ciencia para realizar? ¿Está en el saber lo qué es la Verdad? No se trata de contestar con un sí o con un no, ya que no es posible concebir la realidad fuera del Todo y no se puede admitir la ausencia del conocimiento sino fuera de la Luz. Para Realizar hay que conocer al Todo, y la Verdad está en la Luz.

Eso reitera que hay necesidad de una síntesis del Conocimiento y del Saber. Muchos instruidos no son sabios y muchos sabios no son instruidos.

La Verdad es el Verbo Eternal. El sabio de tiempos lejanos tal vez no será como el sabio de nuestra época; el instruido de la Edad Media no era como un científico del siglo XX... pero la Verdad es eterna y por consecuencia más allá de las limitaciones del Instruido y del Sabio: es la Síntesis de los dos.

Ciencia y Religión son las dos polaridades indispensables para llegar a la Verdad: por Ciencia se entiende el sentido ilimitado del Saber, es el conocimiento de la ciencia llamada oficial y el de otra llamada oculta; por Religión (del latín, religare, reunir) no debe entenderse una iglesia organizada sino el sentido verdadero de la reunión general de las concepciones de la Sabiduría y de todas las doctrinas estudiadas en el punto común de religar los Grandes Principios Antiguos.

Mientras perduren los estudios, los libros, la enseñanza, comprenderemos muy bien que subsisten limitaciones, pero todo ello es necesario antes de lanzarse en lo desconocido de la Consciencia Universal.

Los Sentidos y la Razón, las dos polaridades de la Magia, el Solve-Coagula de la Alquimia, corresponden a la Intuición y al Análisis; si no podemos obtener la FE hay que recurrir al estudio, pues natural es utilizar estas dos posibilidades que se nos ofrecen.

Se ha dicho: “Con la Fe levantaréis montañas”. Como nunca se ha visto a nadie levantar montañas, hay que intentar otra cosa. Eso no quiere decir que la Fe no sea un medio adecuado, pero los que poseen este poder deben ser raros o no lo manifiestan. De todas maneras hay individuos de gran categoría que requieren quedar satisfechos; los que poseen ya la Fe están satisfechos, ¿pero los otros…? Hay que tener, pues, el recurso del estudio, de la razón, del intelecto.

La Verdad debe ser Real. La Realidad es el Presente.

El pasado no existe, aunque pudo haber existido... pero en todo caso no existe; existe únicamente el Presente.

El futuro no existe, sino que existirá ¡tal vez!... De todos modos no existe todavía, así que solamente el Presente existe. Realizar el presente es la única VERDAD.





            1. * * *







La historia de Saliva-Hana, hijo del carpintero Tachana, como mencionan los Puranas, es exactamente la misma historia del héroe de la mitología maya, hijo de un padre obrero de la madera y de una madre virgen... Repetición de la historia... Algunos millares de años después nació Jesús, a quien se suponía hijo de José (Lucas III-23); así está dicho textualmente en la antigua traducción siríaca del evangelio según Mateo34 .

Jesús el Cristo decía en su sermón de la montaña exactamente la misma cosa que Gautama el Buddha había declarado en su discurso de Benarés, 600 años antes.

La ciencia occidental que principia apenas a descubrir lo que se llama a menudo como Psicología, se da cuenta también que hace miles de años la Yoga proclamaba la misma materia. Los descubrimientos científicos son para los yoghis teorías conocidas desde los tiempos más lejanos. Experiencia…

La historia de la humanidad es una eterna repetición, tal como la evolución espiritual sigue su curso de la misma manera en cada individuo. Experiencia…

El chellah recibe la enseñanza de su Gurú como este antes la había recibido del suyo, pues la tradición iniciática se transmite de Maestro a Discípulo. Experiencia...

La YOGA es una línea de vida, un sistema de experiencia que permite una realización más rápida de la Verdad en su manifestación trascendental. La gente en general se imagina que se trata de ¡ejercicios practicables únicamente por los contorsionistas!... Existe ahí una completa incomprensión de la Yoga en general y de las asanas en particular. Al igual que los ejercicios de gimnasia son saludables para el cuerpo, la disciplina mental es excelente para el espíritu: la Yoga ofrece la síntesis porque sus ejercicios psico-físicos (asanas) abarcan un trabajo de control absoluto tanto sobre el organismo como sobre la consciencia. Ser yoghi no significa por lo tanto ser exhibicionista. Y si absorbemos algunas veces cianuro de potasio, ácido nítrico o ácido sulfúrico es para probar la posibilidad de eliminar venenos mediante un sistema controlador que permite una limpieza rápida de los órganos. Esos ejercicios como tantos otros indicios de poderes no deben ser ofrecidos al público, a pesar de que este exige siempre pruebas y grita: “Hacednos milagros”... (Marcos VIII-12)35.

La Yoga no es una demostración de poderes o de control: es una actitud mental, una tolerancia de los principios, un mínimo de necesidades, una sucesión de experiencias psíquicas para realizar plenamente la futilidad del mundo y la realidad de la Sublimación.

El ejercicio fundamental es, naturalmente, el control en todas las cosas, pero no la exhibición de la maestría; es el perfecto equilibrio, que se busca a fin de superar las principales dificultades humanas. Para ello tenemos un Centro en el organismo que permite el desarrollo de esta voluntad hasta el perfeccionamiento. Cito de la obra “Practical Yoga” 36 un pasaje muy bueno en esta materia:

Hay un centro en el cuerpo humano que es conocido en el Oriente como el Centro de Crucifixión que fue siempre empleado como un símbolo para alcanzar la Conciencia Crística desde miles de años antes que Jesús de Nazareth fuera crucificado. Se ha dicho por los Grandes Adeptos del Oriente que el Espíritu Universal predestinó a Jesús para morir en la cruz con el fin de simbolizar la Crucifixión de la Carne”.

No creo tener la obligación de agregar comentarios a estas líneas que conciernen a la sublime maestría en su más bello ejemplo. En el lugar donde de Ida y Pingala, estas dos corrientes sutiles, cruzan en la nuca, es donde está localizado dicho centro, el cual tiene la propiedad, mediante la fuerza de voluntad, de actuar sobre el cuerpo de deseos situado cerca de la médula oblongata, controlando completamente en consecuencia los hábitos y los deseos.

Hay que dominar los hábitos instintivos para liberar el espíritu de la esclavitud del vicio o de las pasiones. El fumador, por ejemplo, no se da cuenta del espectáculo lastimoso que ofrece a causa de su debilidad, que lo obliga a vivir bajo presión de su narcótico preferido. Qué terrible complejo de inferioridad el de estas personas que están en la obligación de beber o sacar la pipa a fin de poder sostener una conversación. Debe ser horroroso sentirse obligado a tener ante sí un vaso de cerveza, de vino o de licor o a aspirar la nicotina, y todo ello para “controlarse” o “presentarse mejor”.

Las últimas estadísticas médicas han demostrado que las bebidas alcohólicas en alta o baja densidad ocupan un gran porcentaje en el número creciente de enfermedades mentales, particularmente en Australia y en la América del Norte; el porcentaje de estas enfermedades es bajo en los países del budhismo, y desaparece por completo entre los hindúes. El 94% de los enfermos de cáncer han sido fumadores; sin embargo, podemos estar seguros de que las causas de esta terrible enfermedad no han sido debidamente divulgadas, porque ciertos médicos especialistas, a pesar de ser miembros de la campaña anti-cancerosa, están habituados a este veneno. El tabaco no es solamente un estupefaciente como el opio o la cocaína, pues no hay que perder de vista que los indios de América empapaban en el jugo de esta planta sus flechas contra los conquistadores.

Por cierto, los primeros colonizadores introdujeron este hábito de aspirar el humo de las hierbas por haber visto que los indígenas se pasaban de boca en boca una pipa con ciertas plantas encendidas; olvidando que fumar fue un ritual iniciático, los europeos se han precipitado en el exceso como en otras tantas de sus actividades. En la más remota antigüedad los sacerdotes de los Templos tenían ciertos días reservados a la ceremonia de aspirar el humo de ciertas plantas, bajo determinados aspectos astronómicos en relación con las influencias del día37; la costumbre se generalizó con el uso de una sola planta en algunas sectas y más tarde en diversas razas de África y América; las tribus conservaban al menos la ceremonia de la pipa o de las hojas enrolladas (como cigarros gruesos) pero sin respetar ya más el día adecuado; si practicaban ceremonias alrededor de un fuego a la caída de la noche era más bien como una recreación después de un día de trabajo, y no como una magia ancestral.





            1. * * *







Lo más importante en Yoga es superar los deseos, los hábitos. El yoghi puede comer, beber y hacer todo lo que le parezca bueno; ha vencido el aspecto nocivo de las cosas y, al mismo tiempo, ha vencido el deseo; ha llegado a no tener más problemas para sí mismo; no está ya más sometido a su propio control: escapa a todas aquellas energías que necesitaba emplear al principio, ya fuera para no comer una cosa o para no beber otra; el yoghi ha vencido todos esos obstáculos y vive exento de complicaciones, exento de las innumerables necesidades que afectan al ser humano habitual.

Todo el sistema de la yoga reposa en la concentración de energía hacia un perfeccionamiento. La yoga, no es una forma de psicología ni de filosofía ni es una religión, puede más bien ser clasificada como una Ciencia Vital, un sistema de mejoramiento de la existencia hacia la Sabiduría.

En tanto que todos los sistemas de las diversas doctrinas principian por una subjetividad para llegar a una objetividad, la Yoga en cambio es lo opuesto y principia naturalmente con el cuerpo físico y material para llegar al estado sutil de la espiritualidad. Todas las religiones piden una creencia ciega, mientras que la yoga expone un estudio en concreto. Por su parte, las más diversas filosofías se pierden casi siempre en un dédalo de teorías más o menos elaboradas, en tanto que la yoga progresa sistemáticamente por experiencia personal.

Completa relajación del cuerpo y del espíritu, fuerte contracción del organismo para proporcionarle una vigorosa resistencia, profunda concentración para que el espíritu adquiera un poder de control sobre la materia, respiración dinámica rejuveneciendo el cuerpo y disciplinando al espíritu, tales son las bases de esta técnica milenaria que hace a los seres dotados de posibilidades extranaturales.

El secreto de la longevidad, la clave de misteriosos poderes, el arcano mayor de la realización, es la YOGA. La sola palabra debe ser realizada, el solo término, YOGA, demanda ser asimilado previamente; comprender, pues, el valor de la yoga es realizar la mitad del Sendero, de la Vía, del Tao...

Se puede gozar de las cosas, pero solamente en cuanto al goce mismo que ellas transmiten, y no por la sensación o el placer de ser su dueño.

Por esta razón la fisiología está tan íntimamente ligada a la psicología. Se sabe que es en el límite periférico de los axones38, de las neuronas39 sensitivas que se recibe las impresiones físicas del mundo exterior. Las neuronas, que tienen largos axones, tienen también cuerpos celulares muy voluminosos que presiden la nutrición de la célula entera. Los grandes cuerpos celulares de las neuronas, se apoyan sobre el corte anterior de la base central de la materia gris, de la médula espinal y en las partes correspondientes a los ganglios basales del cerebro.





















FIGURA Nº 6

A. Cerebro; B. Cerebelo; C. Pedúnculos cerebrales; D. Protuberancia anular

E. Bulbo Raquídeo; F. Médula Espinal



Parece que la teoría de las synapsis40 no ha progresado mucho desde el siglo pasado, sin embargo, su presencia con respecto a la división del final del axón o de uno de sus colaterales debe ser analizada con cuidado, porque existen ramificaciones que envuelven el cuerpo celular de otro neurón y concluyen en frágiles nudos que están en contacto con el cuerpo celular vecino.

Es a la luz de estos detalles del proceso neurológico que debe examinarse el problema de la maestría de las emociones en el sentido de que es natural la transmisión del goce de las cosas al organismo, puesto que se









FIGURA Nº 7

El Sublime Maestre practicando una variante de la posición Shavanasana. (Los yoghis adoptan la postura de cadáver después de sus ejercicios y como relajamiento se puede también replegar las piernas con las rodillas juntas y los pies a los lados del cuerpo, los brazos cruzados atrás de la espalda y el cuerpo bien descansado).






trata de impresiones físicas, pero no se debe percibir placer por la “posesión”, puesto que se trata de una transmisión de la impresión recibida en el físico y transformada por la concentración del pensamiento puesto en ella. En efecto, filosóficamente, la concentración en una impresión, desde mi punto de vista, es un “substituto” de la verdad, y personalmente recomiendo su ejercicio únicamente para satisfacer a los que insisten en la obtención de un ersatz41 momentáneo como vía para alcanzar una base para una posible Realización.

No es cuestión aquí de estudiar la estructura del sistema nervioso, pero el proceso neurológico debe ser conocido por el lector para apreciar en su justo valor su importancia fisiológica, en particular aquello que es conocido con el nombre de proceso metabólico: catabólico y anabólico.

Toda célula viva es sede del proceso metabólico y cada neurón tiene esas dos modalidades del proceso. El proceso catabólico es la descomposición parcial de ciertas moléculas inestables y muy complejas que constituyen la sustancia esencial del propio proceso del metabolismo. Con una descomposición semejante, algunas materias químicas o energía potencial molecular, son convertidas en energía libre, por medio de la cual la célula descarga sus funciones sociales. Por su parte, el proceso anabólico consiste en reconstituir el complejo molecular por medio del oxígeno y las sustancias alimenticias que son absorbidas por la célula de la sangre.

Es la función social, es el papel cumplido por el neurón en la economía del organismo entero, lo que constituye esta psicología-fisiológica que la Yoga ha elaborado desde hace mucho tiempo y que la ciencia moderna occidental principia apenas a descubrir.

La función social del neurón es la de responder al estímulo provocado por el cambio catabólico que da nacimiento al impulso nervioso, y la de conducir este impulso a través de su propia sustancia. En lo concerniente a la naturaleza esencial de este “impulso”, la ciencia está todavía indagando si se trata de un cambio físico como en la conducción del calor o de la electricidad en un hilo o como las ondas de un fluido en la presión de un tubo, aunque puede tratarse también de invasiones químicas en el neurón, como en el caso de aquello que surge en el sitio estimulado. A una velocidad de varios metros por segundo una onda eléctrica viaja en ambas direcciones opuestas de un nervio estimulado, y de ahí podemos deducir que en todas direcciones el impulso tiende a liberarse de la propia sustancia del neurón.

Por una parte esta sensación general del impulso liberado de esta manera, y por otra parte la naturaleza misma del impulso, pueden dar una idea de las necesarias y delicadas cualidades que hay que emplear para la maestría de las sensaciones o el control de las emociones. La ciencia de la yoga resolvió ya desde hace mucho tiempo este problema por medio de un sistema completo de ejercicios psico-físicos, que puede ser clasificado dentro de lo que es llamado en el proceso reflejo del nivel espinal: facilitación e inhibición.

La facilitación es el refuerzo del excitación de un sistema motriz, producido por el estímulo de un neurón sensitivo, el cual a su vez es estimulado simultáneamente por otro que está en contacto con el mismo sistema motriz. Se entiende que el neurón sensitivo descargando su nueva energía en el mismo sistema motriz, aumenta la excitación que por medio del primer reflejo del neurón había sido insuficiente (fatiga de la sinapsis). Así, pues, dos estímulos aplicados simultáneamente dan nacimiento al reflejo esperado.

La inhibición es lo opuesto, y consiste en la privación de la excitación de un neurón sensitivo al sistema motriz, y es a menudo el resultado de un excitación simultáneo de otro sistema motriz. En casi todos los casos, la relación de inhibición recíproca se origina de la inervación de dos grupos de músculos antagónicos, como en el caso del flexor y el extensor del codo o de la rodilla (igualmente en el caso de los músculos que mueven los ojos de derecha a izquierda respectivamente).

Los arcos espinales de los sensorio-motrices del sistema visceral son diferentes de los del sistema nervioso de relación. Durante mucho tiempo los fisiólogos, los biólogos, etc., han tratado de saber si en los arcos de la región espinal el proceso afecta directamente la consciencia. En el cuadro restringido de lo poco y elemental que se ha expuesto aquí, sería prematuro contestar a semejante problema, dado que existen numerosos obras que tratan de la materia42. Parece que en lo concerniente a una sana comprensión de la relación entre el proceso sensitivo y la consciencia, así como al estudio de las funciones nerviosas a la luz de la filosofía, existen autoridades que no fueron, sin embargo, aún completamente reconocidas por los fisiólogos o psicólogos, entre las cuales se han distinguido Wundt, Lotze, Fechner, Helmoltz...

Y acaso ¿no existe una verdadera confusión cuando se trata de delimitar la ciencia natural, la metafísica (rama de la filosofía relativa a los principios abstractos), la epistemología (ciencia del conocimiento), la ética (ciencia de la conducta), las cuales forman, sin embargo, un mismo todo con la psicología (ciencia del espíritu)?...

La psicología es la síntesis de la medicina y de la pedagogía y su objetivo abarca todos los aspectos de la vida humana. Estos problemas estuvieron a cargo únicamente de los filósofos de Grecia, en cambio, de los escolásticos latinos, es difícil asegurar que hayan sabido expresar claramente, por ejemplo, lo que ha sido la psiquis.

En los primeros siglos de la Era cristiana la psicología había sido fusionada con la teología de la iglesia cristiana, y solamente después del Renacimiento ha salido del marco del dogma para ser abordada como una ciencia trascendental. Segismundo Freud, el iniciador del psicoanálisis, ha desempeñado un gran papel en esta especialidad y su influencia es considerable en la actual psicología.

Evidentemente, como todo lo que atrae a nuestra ciencia moderna, la instauración de la psicología fue iniciada por los pensadores griegos. Platón, quien ha tratado esta materia con profusión43, no tiene, sin embargo, toda mi aceptación porque, como toda escuela griega, ¡habla del espíritu y del alma como de una misma cosa!44

Como yoghi, puedo aceptar muy bien esta unificación del alma y del espíritu, pero entonces hay que reunir también el cuerpo material, pues la yoga constituye la Unión completa.

¿Qué es el alma? ¿Qué es el espíritu?

Fuera de los centros nerviosos no hay espíritu”, ha dicho el profesor C. B. Bruhl; “el alma es el cerebro en acción y nada más”, ha dicho Broussais; “sin fósforo no hay pensamientos”, ha manifestado Moleschott y ha agregado que “el pensamiento es una moción de la materia”; Buchner dice que “no hay pensamiento sin cerebro”, lo que viene a ser lo mismo que ha dicho Cart Vogt en el sentido de que “el alma es producto del desarrollo del cerebro”. Pero en estas aserciones se advierte inmediatamente la pobreza de argumentos y la triste consideración del ser humano.

Desde luego hay que aceptar la unidad del Ser, pero no como los “materialistas” que ven en el ser humano una máquina que desaparece por completo del universo con la cesación del latir del corazón... El ser humano puede ser una unidad indisecable, pero también eternal puesto que “nada se crea ni nada se pierde”. La destrucción completa no existe, es una división solamente, una multiplicación al infinito. Y no solamente es de lógica elemental que cuando se desintegra físicamente el cuerpo, forzosamente produce otra cosa, su descomposición química engendra una nueva forma física. Su emanación de gas debe forzosamente originar una nueva forma astral y su vibración dar lugar a una nueva evolución. O dicho también de otra manera, el cuerpo material se transforma a un nuevo estado y no hay lugar a discutir la bella citación: “polvo somos y al polvo volveremos”; el cuerpo astral (alma) da tal vez impulso al espíritu durante un momento, pero debe forzosamente recobrar una forma más etérica y reunirse a un egregor cualquiera cuando el espíritu (llamado vibración o intelecto) es precipitado en un espacio libre en donde necesariamente evoluciona en su regreso a la reintegración final y viaja hacia el Absoluto tomando consciencia de la universalidad. En fin, hay que entender lo siguiente: los efectos físicos, como lo hemos visto hace un instante, dan nacimiento a consecuencias psicológicas que no son ya del orden material, sino más bien de un dominio vibratorio más elevado. Es, pues, perfectamente comprensible que la Unidad del Ser Humano, si se entiende bajo el sentido de la teoría materialista resulta ser una ficción, porque en realidad los individuos se componen de partículas vibratorias de esta Gran Vibración Universal.

El espíritu es la verdadera esencia original, el cuerpo físico es nuestra personalidad, y entre ambos se encuentra el material plástico llamado comúnmente cuerpo astral (alma), el cual se estudia en teología como si fuera nuestra verdadera individualidad. Nosotros rechazamos en los cursos del Seminario la palabra “cuerpo astral”, pero, en cambio, admitimos el término “aerosoma” para significar la misma cosa.

En realidad, hay una diferencia de funciones entre todas estas subdivisiones del espíritu, del pensamiento, de la imaginación, de la intuición, del intelecto, así como del alma, del cuerpo etérico, del doble, etc. Por otra parte, hay UNIDAD ESENCIAL, procedencia UNICA, emanación UNITARIA, pero también existe diferenciación de la tonalidad, vibraciones diversas dentro de la polaridad, y transformación del Principio en progresión dentro del proceso evolutivo.

En efecto, existen tres cuerpos básicos, tres grandes divisiones aceptables y aceptadas por todas las doctrinas (simplemente con diversas terminologías). Igualmente hay que tomar en cuenta estas tres partes del ser para el caso de un estudio fisiológico del hombre, pues de otra manera para qué retardarse en hipótesis y provocar discusiones en los detalles, cuando resulta más fácil también advertir psicológicamente la Unidad perfecta y completa.

En YOGA ni unos ni otros sistemas se discuten, pero en cambio sí se REALIZAN.





            1. * * *









El ser humano siempre se ha manifestado de una misma manera, ya sea el salvaje de los grandes bosques ecuatoriales o los civilizados de las grandes ciudades. Las mismas necesidades animan a todos los hombres en general: el apetito físico y la sed de devoción. Los cultos modernos son semejantes a las ceremonias de adoración a los Dioses Antiguos. Nuestras religiones actuales no son mejores o menos buenas que aquellas antiguas creencias.

Los libros de Pheryllt y los escritos de Pridian son obras antediluvianas que enseñan que los Druidas habían recibido de la Atlántida su gran conocimiento científico. El monumento de Stonehenge fue una revelación para Inglaterra, porque ha probado definitivamente que es preciso rebuscar el origen de los Druidas mucho más tiempo atrás de los 3.500 años antes de la era cristiana.

La transmigración del alma fue un artículo de Fe de la religión druídica, aunque no más que el culto al Dios Hu. Basta saber que se requerían 20 años de práctica disciplinaria antes de ser admitido en la Orden para comprender entonces que había seguramente algo mucho más profundo en la base de su Institución.

Tácito los describe como semi-dioses de venerable apariencia. Rowlands dice que eran hombres dados al Pensamiento y constantemente ocupados en enriquecer su Saber. En consideración a su gran conocimiento y sabiduría, dice un antiguo proverbio: “Nadie sabe nada, solamente Dios y los Santos Druidas”.

Se asocia a menudo a los Druidas con la Magia; esto es exacto en parte, pero también es cierto que debemos entender por magia el dominio de la física que quedó inexplicada en cierta época, pues la magia es una hiper-química, una supra-física, y todo lo que hoy al respecto se ignora es calificado de magia, aún cuando en un futuro próximo será incorporado al dominio de la ciencia oficial: los ejemplos son numerosos como la transmutación de los metales, la desintegración atómica, las emanaciones, las vibraciones, etc....

Los ceremoniales druídicos también podrían entenderse, no como una simple magia, sino aún más que todo como lo que podemos calificar de teúrgia, es decir, mecanismos iniciáticos en el plano divino (teos).

La hechicería, la magia y la teúrgia corresponden a algunas actividades supranormales en los varios dominios respectivamente, de lo físico, lo astral y lo divino.

La hechicería corresponde mucho más a las cualidades hipnóticas, a la fuerza de sugestión y al empleo de material que tenga contacto directo con el sujeto, y no propiamente a verdaderos poderes. Sin embargo, excepcionalmente se les ha atribuido el nombre de hechiceros a algunos gobernantes de tribus que en realidad eran Iniciados.

El operador de magia45 es mucho más intelectual y conoce las leyes de la naturaleza que usa mediante un mecanismo operatorio, manteniendo mucho más contacto con el plano sublunar que en el trabajo de baja-magia en el cual se emplean sustancias especiales que activan directamente al interesado.

El Teurgo, en cambio, es un Sacerdote, un Iniciado en los Grandes Arcanos, que oficia con el conocimiento perfecto de las leyes supranormales, el cual, unido a una Antigua Sabiduría, lo eleva a las esferas Sublimes permitiéndole llevar a cabo su trabajo en favor del mejoramiento de las colectividades y para el progreso de la humanidad.

Si nosotros no hubiéramos perdido todo el tesoro de las obras antiguas46 no estaríamos hoy indagando sobre estas materias, puesto que como CIENCIAS ocultas parecen el producto de la imaginación de los hombres, siendo que constituyen verdaderamente una Luz sobre el SABER ORIGINAL.

Aisladamente aparecen vestigios de manuscritos como la colección de Papiros egipcios de Leyden, Holanda, pero que no se remontan más allá del siglo III. Por ejemplo, el número 75 de esta biblioteca revela los indicios de los pasajes que trataron de una diaria costumbre en las ceremonias de Magia con efectos taumatúrgicos por mediación del amor místico.

A pesar de los escritos que se han podido perpetuar a través de los siglos, es únicamente, y nada menos, la enseñanza verbal la que queda de la verdadera Iniciación. Los pergaminos, las claves, las oraciones, no son sino puntos de apoyo; todas las sectas tienen sus reglas, sus manuales con el dogma, sus fórmulas, sus sellos, etc., que son las concordancias con otros misterios donde son indispensables, a menudo, los conocimientos de otros arcanos sucesivamente, pero la Iniciación de hecho se transmite siempre de Maestro a Discípulo. Desde la más alta Institución, desde la Orden mejor organizada, hasta el hechicero del campo que no muere sin antes pasar su secreto, en todas partes la transmisión del poder se hace de labio a oído.

Para obtener en su época el título de Druida había un proceso de Iniciación tan estricto que demandaba, entre otras cosas, la justificación de sus posibilidades en méritos y estudios; proporcionaban las informaciones al candidato numerosos geógrafos, poetas, historiadores, filósofos... Los Druidas debían ser tanto astrólogos (y de hecho, astrónomos) como médicos (estas dos ciencias estaban reunidas bajo la astrología), poetas, jueces, historiadores e instructores del pueblo.

La Iniciación era otorgada en una gruta conforme la leyenda de Enoch, quien había escondido un tesoro consistente en invaluables secretos asentados sobre la roca. Así mismo en la Iniciación en Grecia: el aspirante debía cruzar bajo un dolmen que tenía una abertura muy estrecha en la roca (como la de los Esenios), para simbolizar el nacimiento a una nueva vida, la REgeneración que es preciso comprender. Durante tres días el candidato era encerrado en un sarcófago (alegoría que la Francmasonería ha conservado en su tercer grado como símbolo de la muerte mística); este aprisionamiento dentro de un ataúd durante tres días es el emblema alquímico que la teología expresa como: “al tercer día resucitó de entre los muertos” (Oración del Credo).

Las ceremonias que los sacerdotes Druidas ofrecían al gran Dios HU son celebraciones-emblema que simbolizan a Noé y su Arca escapada del Diluvio. Una diversidad de misterios son practicados como, por ejemplo, la inmersión en el agua que fue transmitida a los Esenios y denominada más tarde bautismo por los cristianos que siguieron este ejemplo de ASCHAI (Bautizador, el Bautista), nombre siríaco del grupo esenio de ELKESAI. O también el paso por una avenida en medio de millares de bestias salvajes, como fue practicado en América Central, donde el aspirante debía pasar su última noche de iniciación en una jaula con animales feroces.

La mayor parte de las Órdenes místicas, esotéricas o de las asociaciones ocultas de nuestros días no han conservado más que simplemente el símbolo de su iniciación; es así como únicamente en el Oriente la Iniciación conserva su verdadero sentido. Cuando se piensa en los dos años requeridos en las Ordenes Pitagóricas para el grado de akoustikoi, en los cinco años de reclusión en los templos egipcios antes de pasar el pórtico, en los diez años de meditación para presentarse entre columnas en los Santuarios de la Atlántida, se siente verdaderamente la pequeñez de nuestros teólogos de hoy.

Aún en nuestros días también las religiones poseen un exoterismo o enseñanza pública, y un esoterismo reservado a los iniciados; así mismo los Druidas tenían un culto popular (exotérico) y la devoción al Espíritu Divino (esotérica). También es preciso no confundir los semi-dioses de las diversas generaciones druídicas, sino comprendiendo aquí como lo entendían los Druidas, en el sentido de Iniciados, de Maestros, como la raza misma civilizadora en unión con el Gran Todo.

Los Druidas no admitían que Dios en su infinita grandeza fuera representado por imágenes o encerrado entre cuatro paredes y por eso: la naturaleza misma servía de santuario. Es necesario hacer notar que los dólmenes son de piedra bruta, no tallada y por lo tanto inmaculados a la mano del hombre. La Kebla o Iglesia de Verano era una encina sobre la cual estaba inscrito: Hesus, sobre la rama derecha; Belenus, sobre la izquierda; Taraunis, sobre lo alto del tronco; Tau, sobre la base del tronco, y nuevamente el nombre del Dios Tau en el centro.

La encina era venerada igualmente que el muérdago, que les servía de emblema. El sexto día de la última luna de invierno el Sacerdote iba al bosque a recoger plantas parásitas verdes enganchadas a las ramas secas de la encina desnuda por el frío, magnífico símbolo de vida brotando de la naturaleza casi muerta en esta época de nieve. El pueblo estaba presente y el Gran Sacerdote, de túnica blanca, cortaba con una hoz de oro la rama de la planta sagrada, la cual era recibida por otros sacerdotes de vestiduras inmaculadas.

La planta no tocada por el Sol, era distribuida para decorar las casas. Esta veneración al muérdago fue dignificada desde los tiempos más lejanos por el culto crístico y muy fuertemente adoptada por los mismos cristianos. Hoy día se observa la Nochebuena (fiesta druídica igualmente) con rituales exteriores practicados por católicos y protestantes, lo cual es una ceremonia ejecutada en las comunidades de Iniciados Druidas.

La Iniciación crística cuenta hoy día con muy poquitos adeptos, además de algunos grupos esotéricos de cristianos; las instituciones han llegado a ser puramente exotéricas. Los pretendidos descendientes de los Druidas o de los Esenios, actualmente poseen, así mismo, simples títulos honorarios estimados como cuestiones de raza o de política. Sería bueno volver a decir que la Iniciación Crística, que existió desde los tiempos más lejanos, fue la base de la enseñanza de los Grandes Colegios, e indistintamente en el caso de las dos grandes divisiones ocurridas casi desde los comienzos: los As y los Sa. Los Druidas, cuya Iniciación Crística era la base de su civilización florecida hace 10.000 años, formaban un Colegio del Norte (As), en tanto que los Esenios fueron típicamente de los Colegios del Sur (Sa), cuya Iniciación Crística floreció cerca de 5.000 años antes de la era cristiana. Es por esto que Jesús de Nazareth, del grupo esenio, vino a continuar la Ley Crística: Jhesú (Jao de Sa) el Maestre de los Colegios del Sur, cuyo nombre debía llevar la letra Yod (con valor de 10), clave cabalística inicial de Jehová (JHVH), de Júpiter, de Jerusalem, de INRI47. El nombre del Gran Maestre Nazareno debía forzosamente llevar la H de poder (el Hombre) en su monograma y a fin de que no surja confusión, se escribe IHS (Yod, He, Shin) que expresa: Iesus Homo Solis, Jesús el Hombre Solar.

Los Druidas han dejado vestigios muy interesantes que se encuentran cuando uno se toma la molestia de examinar de cerca su trabajo. Las alineaciones de las piedras druídicas, por ejemplo, cuando se trata de ordenamientos circulares, han sido consideradas como cementerios por algunos cuya opinión no tiene ninguna importancia. Demasiado rápidamente juzgan esos lugares donde están los menhires y los dólmenes, piedras colocadas en posición vertical y horizontal respectivamente, que nunca fueron ciertamente sitios de inhumación para los Druidas, sino más bien lugares para las ceremonias, aunque bien es cierto, que los celtas practicaban el culto a los muertos y los dólmenes bien pudieron ser la “mesa” adecuada para los “golpes” de los espíritus.

Los monumentos megalíticos de Carnac dan una bella idea del alineamiento de las piedras que abarca desde Locmariaquer casi hasta Erdeven, así como las 145 piedras en la punta extrema del Exosse (Islas Orcades y Shetland), las 144 piedras de Stonehenge y las 67 piedras en el Donegal en Irlanda, son otras tantas indicaciones acerca de la creencia de entonces de colocar los muertos cerca del mar a fin de darles más rápida y fácil evolución a sus almas. Es muy posible reconocer, pues, nada más que tumbas en estas piedras, y no como los espiritistas declaran que se trata de “mesas parlantes” de su época, pues esto vendría a ser difícil de admitir como teoría ya que se trata de un conjunto de piedras ordenadas según leyes bien establecidas, como nosotros ya lo hemos examinado.

Plinio ha denominado muy justamente a los Druidas como los Magos, y los lugares que aún se conservan hoy intactos demuestran ciertamente sus grandes conocimientos. Existe cerca de París, precisamente en el bosque de Meudon, un lugar estratégico de magia. Al igual que las iglesias construidas en lugares propicios, generalmente en antiguos templos que eran edificados en lugares reservados a ciertos cultos, las piedras del bosque de Meudon fueron también colocadas en un lugar magnético especial.

Así como las catedrales de la Edad Media tuvieron dirigidos sus altares hacia el Este, las piedras druídicas están también orientadas siempre especialmente.

Yo había ya analizado los menhires cerca de la fuente del bosque de Clamart, y visitado las cavernas cercanas al Observatorio, lugares tan adecuados para las operaciones mágicas, pero nunca había visto tan inequívocos testimonios de las ceremonias que se desarrollaban hace muchos lustros. En un claro del bosque, en perfecto orden, se hallaban colocados los menhires y los dólmenes cuyo significado los cabalistas pueden ahora comprender inmediatamente. Estaba, pues, a una avenida de distancia del bosque, en un ambiente maravilloso donde nada me dejaba suponer que estaba apenas a media hora en carro de la capital.

¡En el paisaje se respira algo prehistórico! Existe una pequeña piedra en la cual se pueden encontrar aún vestigios de fuego y que está estriada por grandes surcos profundamente marcados con el roce del sílice. Esta piedra central, no muy alta, constituía el altar.

Al norte se encuentra el menhir de 3.50m. de altura, ¿Pero a cuántos metros de profundidad estará incrustado?

Siguiendo alrededor de una perfecta circunferencia de 25 metros de diámetro, las piedras van disminuyendo de tamaño, y así el primer dolmen es un poco menos elevado que el menhir y hace juego a la vez con otro dolmen que se encuentra más al sudoeste y ambos rodean así la piedra del poder, que está al Este y de frente a la Gran Entidad (una encina señalando el Oeste).

Al Sur: dos dólmenes que son las piedras del equilibrio, más pequeños que las anteriores, pues la última tiene apenas 75 cm.

La entidad vegetal, al Occidente, está encargada de recibir los choques y al mismo tiempo engarza el triángulo de aparición tan conocido de los operadores de magia. Este árbol está unido a un menhir por dos pequeñas piedras y rodea al último dolmen pequeño por medio de un arco de piedras sembradas a 20 cm. de distancia entre sí. El mismo está rodeado de un semicírculo de piedras hacia adentro del círculo cuya circunferencia está visiblemente formada por el conjunto de piedras y árbol unidos al dolmen y al menhir. (Ver figura 8).

El radio de acción de la psiquis superior puede extenderse hasta el confín del Cosmos. No es preciso localizarlo, y si nada aparece con perfecta claridad a nuestros sentidos físicos, es preciso comprender la aseveración de la Doctrina Secreta en el sentido de que: “el espacio interestelar contiene globos celestes en los Éteres que son invisibles para nosotros”...



















FIGURA Nº 8


Elementos de un centro mágico de los Druidas en el bosque de Meudon de París. A. Piedra central que constituía el altar.- B. la encina o entidad vegetal encargada de recibir los choques durante las operaciones mágicas.- C. Piedra del poder.- E y E'. Piedras de equilibrio.- D. y D'. Dólmenes de base.- M. El menhir de 3.50m. de altura.












Sin tocar el problema de la pluralidad de los mundos es provechoso darse cuenta de que el Cosmos está poblado de seres vivientes en cuerpos psíquicos inimaginables para nosotros. De aquí las Hamadríadas, las Sílfides, las Ninfas de que los Druidas hicieron mención.

De la misma manera tenemos solamente una vaga idea de los fluidos que nos rodean, como de las teorías de las ondas vibratorias o en los fenómenos electromagnéticos... Por otra parte, nadie ignora actualmente la influencia de la palabra (los ruegos, los mantras, las oraciones), de la música (los cánticos, las liturgias, etc.), de los perfumes (los incensamientos, las fumigaciones) sobre el estado mental. Lo mismo que el efecto de los colores, de la alimentación, sobre la psiquis; estos efectos son debidos a la correlación de los éteres, es decir, a la transformación de la energía física en poderes psíquicos. Toda la fuerza del Mago estriba en captar estas partículas dínamo-etéricas para emplearlas en un mundo dirigido.

Con el conocimiento de la Arqueometría todo se aclara y cada cosa viene a hablarnos particularmente. Los Druidas, como todos los Iniciados, emplearon la arqueometría en la constitución de su esoterismo: el conocimiento de esta ley es la puerta abierta a la comprensión de todos los misterios.

El arquéometro es un instrumento del cual se sirvieron los antiguos para estructurar su religión basados en las leyes cósmicas y en relación con sus fundamentos originales de la más pura esencia. Es el canon del arte antiguo en sus diversas manifestaciones arquitectónicas, musicales, poéticas o teogónicas. La Arqueometría ofrece estrechas correlaciones entre las estrellas, los colores, los sonidos, las formas, las letras de los diversos alfabetos, proporcionando así a los Iniciados de los tiempos futuros la posibilidad de reconstruir inmediatamente, con la ayuda de algunas palabras o símbolos, una religión en su totalidad o los mitos más diversos sin ningún error de interpretación, porque el sistema arqueométrico se expresa por sí mismo para aquellos que conocen los preliminares de las ciencias sagradas.

Los 360 grados del círculo que forma el arqueómetro son otras tantas tonalidades espectográficas o vibraciones de sonometría, y, al mismo tiempo, el cielo entero que se manifiesta en cada estrella viene a ser una letra o una frase aclarando los secretos de las antiguas tradiciones.

Además de los ritos y los ceremoniales, los Druidas estaban en constante relación con la naturaleza y tenían un perfecto conocimiento de las leyes que la regían. Su Ciencia es demostrada una vez más por la disposición del lugar y de los elementos que encontramos en el bosque de Meudon, cerca de París. La imagen lunar se destaca claramente (ver figura 9) comprendiéndose al mismo tiempo por qué la encina está rodeada de pequeñas piedras con el fin de aislar su símbolo cósmico del resto de la figura hecha por lo demás del conjunto. Debe notarse la forma de la Luna en creciente (fuerza en acción). El eje de la piedra de poder en forma de pantalla (la encina) marca la separación de los dos mundos, y la fuerza del menhir es aumentada a su vez por el poder de proyección que le es dado perpendicularmente sobre el eje piedra de poder-encina (este-oeste) y gracias a sus antenas que reposan sobre las piedras de equilibrio (norte-sur).








FIGURA Nº 9





Es magnífico ver que estos elementos en acción forman justamente una estrella de cinco puntas (ver figura 10). Este paradigma, símbolo del microcosmo, resume bien la acción del hombre en el macrocosmo. Se conoce bien la importancia del pántaclo en el ceremonial mágico (el pántaclo de la teúrgia), y es preciso hacer notar que el pentagrama formado aquí no está colocado inversamente, es decir, la estrella de cinco puntas con la cabeza hacia el norte representa al ser humano actuando sobre la materia, pues colocado así, al derecho (con la punta hacia arriba) constituye el signo de reconocimiento de los discípulos de Pitágoras, es un símbolo de acción creadora que representa a un hombre con los brazos extendidos y las piernas separadas. En cambio, a la inversa (dos puntas hacia arriba) el pentagrama es símbolo de la pasividad destructiva, representada por una cabeza de macho cabrío con los dos cuernos levantados y con la punta hacia abajo indicando la barba.










FIGURA Nº 10



El hombre procede sobre la materia de 7 maneras diferentes y es por esto que el total de los elementos en el sitio mágico del bosque de Meudon están en número 7. El septenario ha cincelado siempre la historia de la humanidad:



7 notas en la escala musical,

7 colores principales en el arco iris,

7 estados de la materia,

7 planetas en la Astrología tradicional,

7 lámparas en el Apocalipsis (Cap. IV-5),

7 grados de Iniciación Real,

7 reinos de la naturaleza,

7 éteres diferenciados,

7 cadenas evolutivas,

7 grandes razas,

7 continentes en nuestro planeta,

7 pecados capitales,

7 Artes Liberales,

7 ascensos en la escala mística,

7 aspectos de Hermes para la Liberación,

7 planos teosóficos,

7 sacramentos religiosos,

7 glándulas endocrinas principales,

7 chakras o centros nervo-fluídicos,

7 Séfiros del conocimiento,

7 leyes budistas,

7 días de la semana con 7 genios,

7 Iglesias de Asia (Apocalipsis I-4),

7 Espíritus de Dios (Apocalipsis V-6),

7 virtudes (Apocalipsis V-12),

7 prácticas del Kadosh,

7 luces en el Menorah,

7 versículos en Al-Fatiha, primera página del Corán,

7 sentidos para desarrollar la Maestría,

7 años para que se forme el cerebro de un niño,

7 años cíclicos del estado psicológico del ser humano, etc.



De la misma manera que los mundos se manifiestan en 7 planos (Divino, Monádico, espiritual, afectivo, mental, astral y físico), el espíritu a su vez mueve la materia, Mens Agitat Molem, conforme a 7 maneras: solar, lunar, mercurial, venusina, marciana, jupiterina y saturnina. Esto es precisamente lo que representa la concordancia planetaria de las 7 puntas de la estrella formada por los monumentos megalíticos de los alrededores de París.

La piedra de mando es el símbolo de Júpiter, el gran señor del cielo, el planeta de la personalidad que produce los jefes. Opuesta, está la entidad vegetal que puede ser representada por Venus quien establece la unión entre los mundos, la Afrodita de los griegos, el planeta de la simpatía comunicante.

El Sol está aquí materializado por el menhir; es el punto de partida del sistema, está en la cima del conjunto e ilumina el trabajo (estrella apuntando en el aire).

Marte, el Eso* de los galos, es el astro que crea la división, es la piedra de sacrificio, el dolmen “D” (piedra de base).

Saturno, inherente al maleficio, es el segundo dolmen “D”, que corresponde con su simetría a la santificación. Así siempre están en acción dos bases en la ceremonia: en la misa el fuego y el agua sirven como símbolo a esta santificación emblemática. Estas indispensables bases impiden los accidentes mágicos y protegen al operante cuando está en la piedra de poder.

Mercurio es el planeta del intelecto que se constituye en piedra de equilibrio con la Luna que simboliza la intuición y que es caracterizada por la segunda piedra de equilibrio (E y E'): el raciocinio y el impulso que son el equilibrio de la evolución, como estos dos pequeños dólmenes son el equilibrio de las fuerzas ante la mesa de expresión del menhir.

Naturalmente podrá observarse que esta disposición no está simbolizada al azar y que el menhir está muy bien caracterizado por el Sol y no por Marte, atendiendo a varias razones de las cuales una de las primeras y de las más lógicas es la siguiente: siguiendo un trazo imaginario hacemos una línea que parta del menhir hacia el pequeño dolmen D', la cual enseguida irá al dolmen más grande, de allí la línea avanzará un poquito al dolmen más pequeño para llegar a la piedra del poder, etc.


















FIGURA N° 11



Por este trazo vemos, según el simbolismo planetario, que hemos partido del Sol (domingo) para seguir a la Luna (lunes) llegar a Marte (martes) seguir la línea hasta Mercurio (miércoles) pasar a Júpiter (jueves) continuar a Venus (viernes) para concluir en Saturno (sábado) y proseguir a cerrar justamente el ciclo otra vez en el Sol. Los 7 días de la semana en su orden perfecto forman la estrella de 7 puntas, conocida con el nombre de la Estrella de los Magos.

Todo este proceso no se trata de una coincidencia, como tampoco los elementos de una estación de radio están colocados al azar: las piedras druídicas tienen su razón de ser y no hay necesidad de penetrar más adentro en el mecanismo electromagnético empleado por los Iniciados desde tiempos seculares.

No olvidemos nunca que aquello que fue conocido hace millares de años se perdió y se olvidó y es ahora que la ciencia va recuperando sus conocimientos perdidos; nuestros físicos modernos son de hecho brujos, y si bien la radio, el radar, la radioactividad, etc., podrían haber sido calificadas de hechicería hace dos o tres siglos, en cambio ciertamente no asombraría a los Sacerdotes de ON (que los griegos han llamado Heliópolis) o a los Iniciados de hace 20.000 o 30.000 años. Esa magnífica ciencia llamada Guametría deformada en vaga numerología es una prueba de la decadencia científica; así como la pobre “ciencia natural” que nos ha quedado en vez de la síntesis del conocimiento de los seres llamada en aquella época fisiogonía. También está la célebre alquimia que permitió a los incas la manejabilidad del oro, a los egipcios la coloración del cristal, a los chinos el tinturar las telas, en los Templos de la Atlántida conocer la electricidad, etc., y que se ha transformado en la “química” de los tiempos modernos que se pierde en la fabricación de productos para infectar la tierra, deteriorando nuestros productos alimenticios y teniendo como consecuencia las muertes prematuras, sin hablar de los “bellos inventos” para aniquilar las muchedumbres más rápidamente con las máquinas de guerra siempre listas a ser empleadas “con un buen motivo”.

Se le tiene admiración al célebre zodiaco de Tentira (escrito a veces Denderah) o al famoso calendario azteca, pero, no precisamente por comprender (realizar) el completo conocimiento de sus autores, pues no se trataba para los astrólogos de la antigüedad de “predicciones del porvenir” (que no era más que una pequeña sección comprendida por los pequeños profetas), sino que el título de astrólogo implicaba los conocimientos de la astronomía, de la medicina, de la alquimia, de la filosofía, etc. la parte esotérica de la ciencia astrológica es la base de todas las religiones, y así se trate de las 12 tribus de Israel (en relación con los 12 signos del Zodíaco), o de las 12 puertas de la nueva Jerusalem, o de los 12 hijos de Jacob, o de los 12 Apóstoles de Jesús (quien tuvo 72 instructores con relación a los 72 semidecanos del Zodiaco y 360 afiliados simbolizando los 360 grados del círculo zodiacal), por todas partes se encuentran los valores correspondientes a los 24 medios signos, a los 7 planetas o a los 4 signos fijos (Toro-León-Águila-Aguador), como están tan claramente mencionados en el Apocalipsis IV, vers. 4, 5, 6 y 7 o en el libro de Ezequiel I, vers. 5 y 10.

En el mundo occidental la astrología fue preservada naturalmente por las autoridades religiosas; los Papas, los cardenales, los prelados, la predicaron y enseñaron hasta la Edad Media, época en la que se produjo una decadencia y parece que desde entonces la astrología ya no fue muy bien comprendida.

La Francmasonería tiene por objeto en particular el estudio de las ciencias48 y desde su primer grado la iniciación lleva al conocimiento de los astros como ciencia y simbolismo.

Además del General Albert Pick a quien yo considero como el iluminador de la masonería americana, se ha distinguido Franck C. Higgins, grado 32, Past-Master de New York, por sus artículos sobre “El Zodiaco y la Francmasonería”, y él está entre aquellos que se han mostrado como verdaderos M:. M:., como Stanislas de Gaita, Eliphas Levi, Jean Marie Ragon, etc.

Higgins, en el Ancient Craft Masonery, art.VI, escribe que: “La doctrina secreta de Egipto fue el culto al universal Jehová fundado pura y simplemente sobre las partes avanzadas de las Ciencias básicas del Mundo Antiguo, y, en particular, de la astrología, de la geometría y de las matemáticas, y lo que es más increíble para nosotros y que es, sin embargo, la auténtica verdad: sobre los más altos conocimientos en química, óptica, cirugía y ciencias físicas, siendo obvio mencionar la arquitectura, que en ninguna parte del mundo en ningún período hasta nuestros días, estuvo tan desarrollada como en Egipto”.

Este autor llega más lejos y con igual insistencia en lo que respecta a los conocimientos antiguos que es preciso recuperar: “La base apropiada para el estudio científico de la Egiptología no está aún plenamente aceptada por millares de científicos, pero la insistencia masónica ha previsto siempre que Egipto fue el país de mayor desarrollo de la Francmasonería y que en sus caracteres pictóricos de los cofres para momias o en sus columnas esculpidas, tienen temas muy importantes que guardaban escondidos bajo los espléndidos camuflages de sus pomposas ceremonias y de sus suntuosos establecimientos sacerdotales”.

El S:.P:.D:.R:.S:. Franck Higgins deja traslucir en sus textos un alto saber de esoterismo en general y de iniciación masónica en particular. El expone especialmente la división del Zodiaco en relación con los misterios egipcios así como el ojo de Horus comparable a aquel del triángulo vigilando a los Templos.

El Poderoso Ojo-que-todo-lo-ve de la Masonería es derivado del Ojo de Assur de los babilonios, el cual tenía las pestañas repartidas en tres grupos (de 3, 4 y 5 pestañas) lo que ha dado nacimiento al símbolo del triángulo, del cual veremos más adelante su uso. Utchat, el Ojo de Horus, puede asimilarse también a aquellos símbolos de la visión todopoderosa, es decir, de la fuente inmediata de la existencia caracterizada por el Sol demostrando el infalible canon del tiempo del espacio y del número representado por el célebre triángulo.

Sería prolijo entrar en los detalles de la Sagrada Familia egipcia: Osiris, que representa a Brahma, Horus equivalente a Vishnú e Isis que corresponde a Shiva, la feminidad, es decir, la triología Padre-Madre-Hijo con la que se comprende muy bien la idéntica representación del Triángulo Divino: Asar, Ishah y Chr. Asar equivale a 162 (esto es Aesch-Ra, el fuego solar), Ishah es igual a 216 (el principio hembra), y Chr equivale a 108 (la naturaleza dotada de vida)49.

Y así llegamos a formar un triángulo de: 162 (número que es tres veces 54) por 216 (número que es 4 veces 54) y con 270 (número que es 5 veces 54) de hipotenusa50. (El número 54 es producto del Sol 5 y de la Luna 4).

Al notar que 270 está formado por 162 más 108 se demuestra la estrecha relación del Padre al Hijo, de Osiris a Horus, de Asar a Chr, o como dijo el Cristo: Mi Padre y Yo somos Uno.

Así mismo no se ha tomado en cuenta la importancia de 345 que es el valor de AL SHDI, el Shaddai, número que revela a Moisés, cuyo número inverso es 543 valor de AHIH ASHR AHIH (Eye Asher Eyeh), que es el Yo soy Aquello que Yo Soy. Contextura bíblica apoyada en el nombre de Jehová, simbolizado siempre por JHVH (Yod-He-Vau-He)51.

Tomando tres veces Jehovah y permutando sus letras originales (HJH-HVVH-VJHJH) tendremos tres veces 26, o sea 78, que proviene de la suma, diremos “teosófica”, de Osiris (la progresión de 1 a 12 es igual a 78)52.

Las tres Yod en el círculo cabalístico representan esta operación, que es el Dios: Santo, Santo, Santo, del Zohar.

Ahora, tomando tres veces el valor de JHVH o sea: 10, 5, 6, 5; 10, 5, 6, 5; 10, 5, 6, 5; y dividiendo sucesivamente entre 30 produce 3 veces el valor del año solar, que es de 365 días y 6 horas (365.6; 365.6; 365.6).

Cuando la leyenda de Isis y Horus fue convertida en la de María y Jesús, aquí surgió el cumplimiento de los tres años de misión pública del Gran Nazareno con todas sus señales, continuando las de Vishnú y Horus (y se podría agregar lo mismo de todos los otros Maestres venidos como Mensajeros, o sea, Mesías).

En el Zodiaco: OSIRIS es la línea del triángulo que descansa su ángulo al comienzo de los Gemelos para llegar hasta el comienzo de la Virgen y englobar así: el tercer signo, Gemelos, el cuarto, Cangrejo, y el quinto, León, es decir, 3°, 4° y 5°; se ve enseguida el simbolismo de 3-4-5 y este total de 12 tiene algo más de profundidad puesto que 345: el Shaddai, significa El Señor.

ISIS comprende los signos de la Virgen, la Balanza, Escorpión y Sagitario. El 6° signo más el 7° más el 8° más el 9°, hacen un total de 30.

HORUS es el gran lado del triángulo que parte del Macho Cabrío y va al fin del Toro haciendo un total de 36, el antiguo número del Sol Universal (¡la raíz secreta del 666!) que también es Horus, el Carnero, como Agni, el Cordero (asimilado con RAM, Gran Instructor de la India), es decir, es el Agnus Dei qui tollit peccata mundi (Cordero de Dios que quita los pecados del mundo) de la CHRistología.

Los ángulos de 45, 60 y 75 grados del triángulo así inscrito en el Zodiaco son la traducción lineal de 3-4-5.

Se comprenderá ahora que la marcha dentro de los Templos fue reglamentada en cierto modo inspirada en una teoría arqueométrica, y que la Astrología permanecerá siempre como toda una expresión del macrocosmo a la disposición de las leyendas humanas.



            1. * * *







La ciencia de los planetas aún se extiende mucho más lejos que a los dominios que llegamos a percibir, y esta rápida consideración sobre los Druidas, los egipcios, etc., da una idea de la correlación existente entre los diversos símbolos geométricos, matemáticos, astronómicos, mitológicos y religiosos. Nos hemos escapado un instante del curso normal de nuestro análisis de las necesidades humanas a fin de comprender mejor las relaciones inmediatas entre ciencia y religión, entre macrocosmo y microcosmo, entre lo objetivo y lo subjetivo.

Volviendo a estos apetitos físicos y a estos deseos de aspiraciones idealísticas que tienen todos los hombres, es preciso apelar a la psicofisiología, de la cual tenemos ya examinados ciertos detalles previamente. Ante todo, sin embargo, sería necesario contar con algunas nociones preliminares de frenología53 que no han entrado en el cuadro de la actual exposición. El arte frenológico ha rendido grandes servicios a la psicología práctica y el estudio de las protuberancias de la cabeza es de lo más interesante; ella conduce rápidamente a la astrología en su sentido práctico y de aquí ha nacido la frenoastrología.

Se sabe que algunas protuberancias o concavidades de la cabeza son indicación de predisposiciones bien definidas y que en el magnetismo curativo los pases, las fricciones o los masajes en estos sitios producen así mismo efectos inmediatos en el sentido deseado. Yo deploro que sabios investigadores de esta materia no sepan ponerse de acuerdo acerca de estos centros, como el Conde de Puyfontaine54, Van Helmont, M. de Rochas y tantos otros partidarios del mesmerismo, magnetismo, hipnotismo, que han establecido algunas variaciones de acuerdo a sus diferentes teorías de “polarismo”, “volicionismo”, “ondulacionismo”, etc.

Se han conocido aquellas experiencias de Braid que al manipular algunas partes del cuello excitaban ciertas manifestaciones corporales o mentales estimulando los órganos que, localizados en el cerebro, corresponden a las pasiones, la religión, etc. Además de esta cuestión de frenohipnotismo, las partes enfermas del cuerpo están en posibilidad de ser sanadas simplemente tocando algunos lugares de la cabeza de una manera especial según el caso. Grimes empleaba un poco este método en su ciencia denominada electrobiología, pero hoy las funciones de las facultades frenológicas son suficientemente conocidas y se puede con precisión tratar con certidumbre y completa eficacia.

También la endocrinología comienza a ser estudiada seriamente y ya los médicos más eminentes admiten que el efecto de las funciones de las glándulas reguladoras no se limita al solo organismo. Así mismo la astrofrenología ha tomado más y más incremento. Se infiere perfectamente que debido a toda esta vibración, de los cuerpos celestes y de todos los otros (y puede haber más), deben haber emanaciones fluidicas e influencias magnéticas enormes. Simplemente con un poco de yoduro de potasio aplicado al sujeto se obtiene una exteriorización de la sensibilidad que da lugar a bostezos o estornudos; la ipeca aplicada en la cabeza de personas sensibles produce náuseas y colocándola en un pequeño saquito sobre el vientre de los neuróticos el paciente vomita y va al excusado... Es fácil provocar crisis belicosas en un sujeto cualquiera manteniendo aplicada en su nuca una pequeña placa de hierro e inclusive variar sus actos mediante el cambio del metal. De aquí se admitirá fácilmente por qué el paso de Marte (planeta compuesto de Hierro cuya longitud de onda cromática es de 0.60) cerca de la Tierra produce siempre las guerras sobre la faz de nuestro planeta que es influenciado directamente por el magnetismo de este astro que activa los instintos bélicos. Hemos tocado en esto un problema de metabolismo, en el cual Rudolf Steiner ha comprendido muy bien la necesidad de aplicar un sistema vital de alimentación en general y un tratamiento biológico en particular. La acupuntura, por ejemplo, estaba basada también en este conocimiento55, como también la medicina egipcia, la de los Incas y la de otros Iniciados de la antigüedad.

Así como cada signo del zodiaco corresponde a una parte del cuerpo56, también los planetas son caracterizados por una parte del cerebro y esta estrecha relación entre la organología humana y la del Universo ha sido demostrado más de una vez: macrocosmo y microcosmo en perfecta armonía a fin de que se cumpla el axioma de Hermes: “Lo que está en lo Alto es como lo que está en lo bajo”, que Pascal resumía en: “Yo demostraría en lo infinitamente pequeño un Universo microcósmico, considerando el protón como un Sol central y los electrones como los planetas satélites”...

En esta teoría astrofrenológica naturalmente colocamos siempre al Sol y a Júpiter en las regiones superiores del cerebro (Sol en la parte posterior y Júpiter en la región frontal superior) que son el asiento de la naturaleza moral y religiosa del sujeto. Marte y la Luna son situados en la parte inferior (Marte en la posterior y la Luna un poco más o menos hacia la región temporal); es allí donde los apetitos y las sensaciones animales se encuentran localizados. Venus está en la parte de atrás de la cabeza y Mercurio en la parte anterior del cerebro donde moran las facultades intelectuales. La parte central está reservada a Saturno.

La zodiacología no se limita solamente al cuerpo por entero, pues cada parte del cuerpo puede aún ser dividida en la zona de influencia de un signo en particular, por ejemplo, la cabeza que en lo general está regida por ARIES también se delimita en más pequeñas partes en correlación con las zonas frenológicas de las facultades siguientes:








FIGURA Nº 12





CORDERO

vitalidad, acometividad. AGRESIVIDAD.

TORO

adhesividad, progenitureidad. TENACIDAD.

GEMELOS

forma, peso, color, lenguaje, individualidad, maneras, eficacia, pretexto. INQUISITIVIDAD57.

CANGREJO

sensibilidad, alimentación. SENSITIVIDAD.

LEON

firmeza, aprobación, autoestimación, consciencia. AUTORIDAD.

VIRGEN

eventualidad, tiempo, orden, cálculos. SISTEMATICIDAD.

BALANZA

ideal, gozo, amistad. IDEALISTICIDAD.

ESCORPION

destrucción, división. ENERGETICA.

CENTAURO

esperanza, veneración, sublimidad. ASPIRACIONALIDAD.

MACHO CABRIO

adquisición, secreciones. PRUDENCIALIDAD.

AGUADOR

comparación, construcción, causalidad. MEDITATIVIDAD.

PECES

imitación, suavidad, naturaleza humana. SIMPATIA.





Es fácil comprender el interés que esto puede provocar no solamente tratándose de los sentidos sino en lo que concierne a los efectos psicológicos en virtud de nuestra teoría de la Maestría y Control de sensaciones y emociones. El carácter esencial de cada signo y las zonas de influencia de cada planeta dan inmediatamente a comprender las enormes posibilidades a obtener de este sistema.

Es en el trabajo filosófico de Platón que se descubren los primeros elementos de psicología; se sabe que su filosofía está enteramente basada en la diferencia entre el mundo de las ideas y el mundo de los fenómenos (las cosas percibidas) y de ahí que él analiza el concepto psicológico principalmente en su obra “De memoria”.

Aristóteles, que enseñaba sobre todo la estética con su filosofía inclinada al Arte, proclamaba la soberanía de lo que concierne al plano emocional de los sentidos, en su significado psicológico estudiado en los efectos de piedad o de terror que inspiraba la Tragedia.

Fue preciso aguardar entonces hasta el siglo IV para reencontrar los tratados psicológicos de San Agustín de Hipona, uno de los Padres de la Iglesia Latina, autor de las famosas “Confesiones”. El aboga naturalmente en favor del dogma cristiano en el sentido de que el hombre es fundamentalmente malo, pero que puede ser salvado por la misericordia del Creador. Mezclando este hecho, es preciso reconocer que esta concepción es una controversia mental entre el Libre Albedrío y la predestinación.

Santo Tomás de Aquino, el más grande escolástico, consagra su décima parte de la Suma Teológica a la discusión de la naturaleza del hombre. El es partidario, en cierto modo, del determinismo moderado; él insiste, “a perseitas boni”, sobre un estándar incondicionado de “bien”. Aquí la relación con la teología es más flagrante y se trata más de la experiencia religiosa que de pura psicología. Los tomistas (discípulos de la Escuela de Santo Tomás) están en completa oposición con los escotistas (seguidores de Duns Scotus) quienes sostienen la tesis de la libertad pura independiente de los dictados de la razón, como la impone el teólogo de Aquino. El Tomismo ha llegado a ser la filosofía oficial de la Iglesia Católica Romana.

Es el famoso filósofo francés René Descartes quien verdaderamente ha abierto el camino a la búsqueda psicológica; la Escuela cartesiana es la flor del Renacimiento que ha rehusado plegarse a la autoridad eclesiástica. Este derecho a dudar y la prosecución en la investigación sin bases tradicionales fue ejercido por numerosos pensadores de los siglos XVI y XVII y por Descartes en particular. Su sistema reposa sobre la duda completa de todo a excepción, sin embargo, de su poder de pensar (el famoso “pienso, luego existo”). Por un proceso de raciocinio matemático el SE prueba la existencia de Dios y admite la existencia de un Universo físico creado por Dios y regido por las Leyes del movimiento. La vida animal es mirada como materia de reacciones automáticas así como la vida física del hombre. El estudia entonces psicológicamente la dualidad en la naturaleza del hombre: por una parte una humanidad física ligada al resto del mundo animal y, por otra parte, un pensamiento que es puramente una facultad humana. Su gran punto será siempre el “cógito, ergo sum” (pienso, luego existo) y de allí fluirá toda su filosofía al mismo tiempo que su concepto psicológico.

De toda su disertación sobre este punto en el “Discurso del Método” yo me aparto simplemente en el sentido de que el hecho de PENSAR no incluye estrictamente que existamos, sino solamente que ¡existimos en el mundo del PENSAMIENTO! Y si tomo la explicación que él da para demostrar que su razonamiento es justo, encuentro que dice esta ocurrencia: “Supongamos un triángulo que me es dado; yo percibo distintamente que los tres ángulos son necesariamente iguales a dos ángulos rectos…”. A pesar de mi gran admiración por Descartes no puedo menos que declararme insatisfecho sabiendo perfectamente que este principio geométrico es falso.

Prefiero ver la continuación de su frase que dice: “Yo no persigo, por otra parte, más que asegurarme de que un triángulo existe”… Por un lado su aceptación de teoremas matemáticos perfectamente establecidos y, por otro lado, sus principios filosóficos de duda, son de un extremo interés para el análisis de los motivos cartesianos.

Es conocido que René Descartes escribió una rectificación a sus trabajos de dióptrica y meteórica para confirmar su acuerdo con Galileo que acababa de publicar una colección de nuevas leyes. Resulta muy extraño o fue una medida estratégica de su parte, que al leer su código de moral se encuentre como primera máxima: ¡“Obedecer las leyes de su país!”... e insiste en el hecho de que él debe seguir las costumbres de su país y ¡aceptar la fe que por la Gracia de Dios le ha sido inculcada!...

Hay algo de anormal en su obra, pero yo supongo difícil de descubrir los factores exactos que han influido en su juventud, pues dice él, que contaba 23 años solamente cuando se dio cuenta de que debía desembarazarse de todas las opiniones erróneas que había amasado.

La filosofía cartesiana fue muy extendida y defendida por Malebranche que, siendo un sacerdote católico reconcilió los principios de Descartes con los dogmas de la Iglesia (1638-1715).

Spinoza (1632-1677) ha avanzado considerablemente en la originalidad de la doctrina cartesiana y mira la materia no como inferior al espíritu sino que su idealismo lo impulsa a ver la igualdad de las cosas sin negar la dualidad en todo el Ser, como Dios y Naturaleza siendo dos aspectos de una misma realidad. Como reacción a este idealismo universal la escuela metafísica de Leibnitz se opone a la filosofía de Spinoza.

G. W. Leibnitz ha revisado la antigua filosofía griega que consideraba el universo como un conjunto de mónadas o átomos individuales. Demócrito, en el siglo V antes de la Era cristiana, consideraba esta colección de “mónadas” como puramente material. Gottfried Liebnitz (1646-1716) estima estas individualidades como centros de fuerzas espirituales, en una palabra, el filósofo alemán ve a Dios mismo en sus centros.

El alemán Emmanuel Kant (1724-1804) ha derribado muchas teorías con su visión acerca del conocimiento alcanzado mediante la experiencia que él ha llamado “a priori” y que es la verdad abstracta. Donde mejor están explicadas sus concepciones metafísicas es en “De mundi sensibilis et intelligibilis forma et principiis”, así como en su tratado “Kritik der Reinen Vernunft” (Crítica de la Razón Pura).

Con la ley de asociaciones mentales es preciso abandonar definitivamente la escuela cartesiano y su psicología abstracta y proseguir con la teoría de que la idea viene al espíritu por la secuencia lógica de otra idea ya presente, es decir, una idea llamando a otra por similitud, por contraste, por ley de causa a efecto, o bien, por otros factores de este género.

Había ya una tendencia acerca de la asociación de ideas en los escritos de Aristóteles que concebía los pensamientos sobre todo en relación con la memoria. Luis Vives, aquel comentarista español de Aristóteles, había ya sustentado este punto en el siglo XVI.

La doctrina de la psicología de asociación se encuentra en primer lugar en Thomas Hobbes (1588-1679), autor de “Leviathan”, quien intenta establecer una relación entre la actividad mental y la experiencia de los sentidos, tratando las ideas como debidas a la sensación material.

Si Descartes no hubiera mezclado a su “cógito ergo sum” el deseo de adherirse a las opiniones moderadas, según su primera máxima, él se habría entusiasmado de ver al autor de “Príncipes de la Filosofía” y de “La Pasión del Alma”58 adherirse a la causa de las filosofías orientales proclamando la ilusión en todas las cosas, como aquello que él escribió en el sentido de que “nadie ha probado que el triángulo haya existido”...

La teoría de Spinoza es posiblemente la que más se ha aproximado a la filosofía sobre la Yoga de Patanjalí, en el sentido de que en la Unidad Universal, según dos maneras de apreciación, Prakriti y Purusha son una misma realidad, como el Dios y la Naturaleza de los filósofos del siglo XVII.

Leibnitz está muy cerca de esta imagen de la emanación divina en las individualidades, como ya lo he manifestado al principio de este capítulo. El espejo y las imágenes son tal como ya Demócrito lo había considerado y como Pascal también lo había deducido muy bien, mas tanto el uno como el otro han dejado escapar un principio, que Kant ha visualizado muy justamente en lo que concierne a la ley kármica a través de su teoría del conocimiento a posteriori y a priori, pero todos ellos han dejado flagrantes lagunas en lo que atañe a la disección entre las causas y los efectos. Parece que John Locke (1632-1704), ha comprendido un poco mejor, como lo ha descrito en su “Ensayo concerniente a la comprensión humana”, esto de la asociación de ideas. El hace una diferencia muy interesante al distinguir las ideas de sensaciones, de las ideas de reflexión.

La importancia de la experiencia fue detallada muy bien por George Berkeley (1685-1753) cuya filosofía reposa toda en la proposición de que la “materia es un fenómeno”; obispo de Cloyne, fue un metafísico de prestigio que ayudó grandemente a la ciencia psicológica con su análisis del proceso mental que introduce un nuevo factor en su teoría de la percepción del espacio. El pretende que la distancia y la profundidad no son percibidas en la misma forma que una sensación física, sino que se requiere otra facultad mental. Por su parte, David Hume continúa el trabajo de Berkeley con el método de investigación de Locke, en sus obras “Investigación concerniente al entendimiento humano” y “Tratado de la Naturaleza Humana”. David Hume (1711-1776) es el primero que después de Aristóteles ha presentado una clasificación de tipos de asociaciones mentales.

Berkeley no le niega la existencia y la realidad del mundo exterior a nuestro cuerpo, y mucho menos ha negado su permanencia y su sustancia. Su doctrina nunca puede ser clasificada como un completo realismo y es falso pretender que su doctrina esté basada especialmente en la afirmación de que no podemos ver aquello que sentimos o escuchamos, o de que aún menos podremos sopesar una casa, por ejemplo, o respirar un color o ver un sonido; él simplemente llama la atención sobre estos hechos. La sustancia es esencialmente fenómeno, y dice él que hay cuatro fenómenos en los cuales podrían clasificarse los efectos:



  1. objetos y sentidos o “fenómenos-sentidos”,

  2. actos involuntarios e instintivos de la sensación de ver, sentir, tocar, oír o gustar, más aún, los actos instintivos e involuntarios debidos a las emociones,

  3. actos volitivos de escoger las cosas bajo la acción de ver, tocar, gustar, oír u oler,

  4. la colección de las tres clases de objetos que experimentamos por nuestras “ideas” de ello, nuestra experiencia personal resultante cuando hablamos o simplemente pensamos.



Su análisis sobre los milagros indica que son solamente efectos de la manifestación de la materia que es para nosotros insensible, pero con el nombre de sensible. Y hace la pregunta: ¿Qué debemos pensar de la vara de Moisés?59 ¿Fue ella “realmente” transformada en serpiente o simplemente se trata de un cambio de ideas en el pensamiento de los espectadores? Y, prosigue él, “¿debemos pensar que nuestro Salvador en las Bodas de Canaan no hizo sino imponer a los invitados el gusto, el color y el olor del vino para crear en ellos la idea de la apariencia del vino?

Este asunto de lo “real” y lo “imaginario” levanta naturalmente rudas controversias. Los cristianos explican a su vez que había una cosa completamente imperceptible en el vino, algo más allá de la percepción de los sentidos, algo indiscernible en el agua que se permuta en la Eucaristía Romana, y solamente aquello que era imperceptible en la vara de Moisés en el desierto se cambió a su vez en aquello imperceptible en la serpiente: la simple perceptibilidad o las cualidades sensibles de tales cosas permanecen siempre en todos los casos lo mismo antes que después del milagro. Los cristianos dicen, igualmente, que si se negara semejante supuesta imperceptibilidad del ingrediente sería negar en este caso las Santas Escrituras, porque sería negar evidentemente la posibilidad del milagro...

Collyns Simon, el comentarista de los tratados de Berkeley, responde concretamente sobre la sustancia material (pág. 125, 2ª parte) que, “ finalmente, sería mejor escuchar con respetuosa estupefacción semejantes objeciones de los príncipes cristianos del siglo XIX, pues es inútil responderles...”

La obra de David Hartley, “Observaciones”, expone una clara concepción acerca de las leyes de asociación de ideas, que él destaca del conjunto como el principio fundamental mismo de la psicología. Hartley (1705-1757) describe muy bien la acción de los nervios en relación con el pensamiento. Su teoría de la vibración, dependiente de los nervios, en actividad con el pensamiento, es muy interesante, y es gracias a sus trabajos que el asociacionismo inglés se ha cristalizado en una escuela. Thomas Brown (1778-1820) fue uno de sus primeros seguidores en la investigación psicológica. El método introspectivo le permitió observar la sucesión y no la unión de las ideas para obtener la asociación. Es de aquí que parte la época en que los psicólogos no se detienen más en definiciones y principios y procuran una nueva senda, y de ellos solo James Mill representa esta época, y su obra, escrita en 1829, constituye el tipo estándar del asociacionismo del siglo XIX. “Análisis del fenómeno del pensamiento humano” es un tratado por el método de introspección, pero el detalle más especial es el aporte de la “creencia” que él mira como inseparable en la asociación. Su hijo John Stuart Mill (1806-1873) es mejor conocido por sus trabajos de economía política y de lógica, sin embargo, ha aportado su piedra a la construcción de la psicología moderna.

El filósofo escocés Alejandro Brain (1818-1903) fue un educador de renombre que ha separado definitivamente la psicología de la metafísica, demostrando su íntimo contacto con la ciencia natural. Para complementar mejor se podría aún mencionar a George Henry Lewis (1817-1878) y a Herbert Spencer(1820-1903) quienes fueron populares en la evolución del pensamiento humano por sus escritos tan importantes; tanto uno como el otro se interesaron en la observación.

En Francia influencia profundamente la escuela de los jóvenes pensadores: Etienne de Condillac (1715-1780), Charles Bonnet (1720-1793) quien escribió “Ensayo de Psicología” y “Ensayo analítico de las facultades del alma” y Claude Adrien Helvetius (1715-1771) con su psicología empírica. Comparable a Mills y Brain en Gran Bretaña, la psicología francesa de asociación es representada primeramente por Hyppolyte Adolphe Taine (1828-1893) que es mejor conocido como historiador y crítico literario. Su obra sobre psicología apareció en 1870 con el título de “La Inteligencia”.

En Alemania es Johann Friedrich Herbart (1776-1841) quien representa la psicología empírica y a su vez Friedrich Eduard Bereke (1798-1854) se interesa en lo que se relaciona con las escuelas asociacionistas. Johannes Peter Muller (1801-1858) está en el movimiento de la psicología experimental, así como Ernst Heinrich Weber (1795-1878), Hermann Lotze (1817-1881), Gustav Theodor Fechner (1801-1887) y Wilhelm Max Wundt (1832-1920).

En el conjunto de las definiciones de psicología es preciso hacer notar que subsiste cierta duda, una ligera confusión, una terminología mal empleada muy a menudo. Psicología quiere decir más o menos experiencia mental y la averiguación, en cierta forma, de que existe un EGO, una personalidad consciente en presencia de un “continuum de tiempo y espacio” (un mundo objetivo) delante del cual se puede reaccionar.

Los recientes ensayos sicológicos han proporcionado un poco más de luz acerca de las relaciones entre el cuerpo y el espíritu, y podemos apreciar actualmente un cierto “paralelismo psiconeural”, es decir, una relación inmediata entre espíritu y sistema nervioso, como ya lo habíamos definido. En su época de fundación la secta religiosa “The Christian Science”, que fue fundada en Nueva York en 1866 por Mrs. Baker Eddy, fue la más prominente escuela del pensamiento en su género. La enseñanza reposa en el hecho de que siendo nuestro cuerpo una emanación del Espíritu de Dios, debe ser perfecto, y de que las enfermedades son ilusiones debidas a un mal pensamiento. Es con la renovación de pensamientos puros y particularmente negando la existencia misma de la enfermedad, que los adeptos de esta creencia pretenden sanar. Otras escuelas de “curas milagrosas” existen con líneas más ortodoxas, y no nos detendremos en los sistemas de curación por oraciones, sugestión, fe o hipnotismo que han dado origen al psicoanálisis cuyo nombre está ligado al doctor vienés Sigmund Freud (1856-1939). En efecto, es con la hipnosis con la que primeramente ha trabajado el sabio doctor señalando que las enfermedades mentales y los desórdenes nerviosos son debidos en gran parte a choques o depresiones o conflictos del pensamiento, y que la dificultad está en que la persona misma ha olvidado muy a menudo la causa de su enfermedad, y este es el trabajo del psicoanalista, el de colocarla de nuevo allí, a la luz del día, y estas ideas en represión son llamadas técnicamente complejos. Freud expuso primero que todos estos desórdenes son complejos de naturaleza sexual aunque más tarde admitió que algunos otros agentes podían intervenir, así como lo consideran el popular doctor suizo Jung y otros psicólogos contemporáneos.

La psicología moderna juega su papel educacionista con el mayor éxito y los sistemas de J. H. Pestalozzi (1746-1827), de F. J. Herbart (1776-1841) y de F. W. A. Froebel (1782-1852) han confirmado la importancia de sus teorías.

Desde los primeros tiempos la ética y la moral han jugado un papel fundamental, cualesquiera que hayan sido las consideraciones del Estado. Platón, Aristóteles, Lessing, Hegel, han presentado ampliamente el principio de armonía y de cooperación entre los individuos como el factor principal para la estructura misma de la política y de la sociología, en la representación ideal del Estado. J.J. Rousseau en el “Contrato Social” lo ha demostrado particularmente.

Las bases de un nuevo Estado deben comenzar con el problema individual, lo cual está admirablemente bien definido en lo que se podría calificar de primera obra de psicología, el tratado denominado “Del Alma”, obra de Aristóteles, el más grande de los sucesores de Platón. El concluye diciendo, sin embargo, que no podía llegar a una opinión definitiva al respecto, si las funciones particulares que resultan de la diferencia del ser animado y las cosas inanimadas corresponden a una entidad que puede de todas maneras continuar existiendo después de la disolución del cuerpo físico!... Mientras que Platón da mayor importancia a la sublime y pura función intelectual del alma, Aristóteles contempla más las funciones corporales que denomina el alma-vida.

Todo el valor de estos detalles es lo primordial para la constitución de un sistema de existencia y, es por lo mismo, que el método social a considerar depende totalmente de la confirmación que podamos dar a estas observaciones sobre el alma, para tener una sociedad dirigida en tal o cual sentido.

En efecto, según la concepción de los individuos va a resultar su manera de vivir y lejos de querer volver a trazar la “República de Platón” yo pienso solamente hacer notar que los antiguos procuraban mucho más para sus contemporáneos que nuestros gobernantes, que no son sino simples pedagogos.

Descartes, el fundador en cierta forma de la filosofía moderna, no diferencia lo humano de las otras cosas materiales dice solamente que es una máquina complicada cuyo trabajo es explicable mediante los principios mecánicos, aunque él, sin embargo, atribuye al Hombre solo un alma y ésta ejerce, según él, la función mental superior.

Es el alma siempre el gran punto de discusión y ya sea John Locke con su principio de religión revelada o el Obispo Berkeley atacando el materialismo o el escéptico escocés David Hume protestando contra la falta de pruebas de la tradición de creer en el alma: de todas maneras no fue nunca explicada exactamente la naturaleza de esta partícula del individuo o de la personalidad, porque en ella misma había necesidad igualmente de ver a que se supedita en realidad la noción del Yo superior. Emmanuel Kant ha cambiado un poco el sistema de discusión, pero no ha dado en ninguna forma una puerta de salida al dilema y por esto mismo ha dejado sin mayor explicación lo que por mi parte yo denomino como el doble o sea el alma entendida en el sentido de algo intangible o aerosome. Este último filósofo insiste en el hecho de que al percibir nosotros los objetos materiales podemos solamente conocer sus apariencias, y que la naturaleza de nuestra concepción del mundo físico es casi enteramente determinada por la naturaleza de nuestro pensamiento. Es también el mismo comentario que yo hice al postulado planteado por Descartes: “pienso, luego existo”, al que yo respondo: sí, “yo existo”, pero “soy en pensamiento solamente”; ¡nada me prueba que existo en realidad!...

No solamente el problema del alma ha apasionado siempre a los pensadores sino que lo más profundo de todo puede ser la misma base de la filosofía o sea aquella ideación entendida en el sentido de espíritu. Es a esto que he querido llegar, pues tengo la impresión de que se pierde de vista muy a menudo la diferenciación entre el alma y el espíritu.

El alma es un mediador plástico que ha servido de vehículo al espíritu para encarnarse en un cuerpo que va a permitirle evolucionar hasta su reintegración final, y así mismo en la desintegración de este cuerpo físico que le ha servido para la preparación al perfeccionamiento, para las pruebas necesarias, para obtener lecciones, etc., el alma una vez más sirve de vehículo para dar vuelo al espíritu que retorna a esferas más elevadas, en el sentido de vibraciones más tenues.

La psicología moderna ha venido a socorrer en parte este problema que comienza a ser considerado diferentemente; de allí que la psicología sea la ciencia positiva de la manera de vivir, la ciencia de conducir las cosas vivientes.

Pero queda un gran punto de interrogación que es el por qué del perfeccionamiento, el para qué buscar todo esto, cuál es la necesidad de progresión, el término de la espera, el objeto, la finalidad. La certidumbre de esta respuesta dará la clave del movimiento social a seguir, pues de otra manera es perder el tiempo erigir formas sociales, morales, éticas, gubernamentales, tendencias todas que escapan al problema real: la VERDAD.

El problema del alma no es típicamente religioso, ni es una mística para estudiar las relaciones de nuestras facultades, de nuestras sensibilidades, aspiraciones, emociones, sistemas, métodos, etc.

El estudio de la conciencia permite establecer un movimiento colectivo porque la comunidad debe tener en cuenta las reacciones individuales para poder con eficaz certidumbre rehacer su mundo, organizado en sociedad.

La estructura del pensamiento debe ser analizada, pues es preciso aprobar algunas concepciones que no han podido recibir una aceptación general. Es simplemente una advertencia, pero se hace posible porque aquello fue siempre el privilegio de una clase, de una tendencia, de una parte de la humanidad bajo la cual el problema ha sido considerado: una clase, porque ha sido siempre en los filósofos en quienes ha recaído el derecho de clasificar nuestras acciones, nuestros pensamientos, nuestras aspiraciones; una tendencia, la cual generalmente se ha entrevisto dentro del cuadro religioso o igualmente como una tendencia simplemente disertativa, nunca con una dinámica trascendental, es decir, aplicada a la vida práctica; por último, una parte de la humanidad, porque siempre se ha tenido en cuenta solamente lo que, concierne a nuestros pensadores de Occidente.

La filosofía para nosotros es Platón, Aristóteles, Descartes, Leibnitz, Kant y cualesquiera otros del mismo género, excluyéndose fácilmente a Confucio, Lao-Tzé, Millarepa, Gautama, Abdullah, Iusuf Alí, Kapila-Muni, Zinnendorf, Zoroastro, Paracelso, y no he mencionado los más célebres... Se conoce apenas a investigadores como Eliphas Levi (Abate Louis Constant), Raymond Lulle, Hillel Rabi Simeón, para no hablar de los orientales como San Arulmandhy-Sivachariar el más grande de los escolásticos agámicos60. Debemos citar también a Sancarakarya, el gran Maestro budista, al Gurú Nanak (contemporáneo de Luther y fundador de los Sikhs, la secta disidente del hinduismo, quien se rehusó a reconocer la idea de las castas), así como es necesario agregar a Nataputta, sucesor de Sarsva y contemporáneo de Gautama el Buda, llamado también Mahavira, (el gran Héroe) o Jina (el victorioso), fundador del jainismo, quien predicó la vida ascética61. Cuántos doctores en filosofía recientemente salidos de la Universidad podrían decir algunas palabras sobre Abuchaffar Mohamed Abenmusa-Al-Karismi el célebre filósofo musulmán o acerca de Sharihotsu el más sabio de los diez discípulos de Sakyamuni (nombre de S. Gautama, el Buda, en Japón), por qué en los cursos llamados oficiales ya no se hace mención* de Geber el célebre alquimista nombrado Papa bajo el nombre de Silvestre II, del astrónomo e importante sufista Al-Biruni o de Mayer Lambert quien hizo una muy bella traducción del Sefer Yetzirah... porque ellos han contribuido a la salvaguardia de la Iniciación que la enseñanza oficial ignora y cuya existencia QUIERE ignorar. Estos nombres de que he hecho mención no han sido escogidos como cosa especial pues están lejos de ser los más populares o de pertenecer a la élite la cual podría yo tener tendencia de preferir; es simplemente que sin ninguna razón especial han venido inmediatamente a mi memoria en el deseo de ofrecer personajes de las más diversas concepciones a fin de no limitarme a un ángulo que podría ser parcial.

En efecto, es extraño que la enseñanza universitaria sea siempre conducida hacia una cierta línea y lejos de ser imparcial se limita a un cuadro deseado por los gobernantes. Esta canalización del pensamiento es bien conocida a través de las edades: el dogma religioso tanto como el científico han hecho demasiados estragos para que nos detengamos a mencionarlos. La Iniciación es la tradición metódica que preserva la VERDAD, los principios del conocimiento, ayudando a un mismo tiempo a la comprensión a aquellos que no pueden esperar la completa realización. El Padre jesuita Laffiteau ha dicho: “La Iniciación de los misterios es una escuela de profetas que encerraron todo lo esencial y todo el espíritu de la religión donde los no iniciados no ven más que la corteza”... Magnífico ver la tradición iniciática defendida por uno de los más fieles representantes de la Iglesia Católica Romana, la cual por lo general se levanta tan fuertemente contra lo que popularmente es llamado “ciencias ocultas”, “hermetismo”, ¡“pseudofilosofía”!

Ya es tiempo de que el mundo entienda primeramente que hay otros estudios a más de los que se conocen generalmente, pues aún en las personas más intelectuales he visto en ocasiones ignorar los primeros rudimentos de la astrología confundiendo esta ciencia con la quiromancia, la yoga con el fakirismo, la Magia con el ilusionismo, etc.. En segundo lugar, es preciso que el mundo comprenda que es resolviendo el problema individual como se llegará a establecer una Era de armonía, pero fuera de la política o de las formas gubernamentales intentadas hasta hoy día, o sea todo el lapso conocido con el nombre de historia de la humanidad, puesto que existían en otra época (hace 10, 15, 25.000 años y más) Épocas de Paz, Edades de Oro, debidas al sistema esotérico que los Dirigentes, los Iniciados, empleaban para gobernar con justicia y comprensión en la más perfecta unión de todos los hombres.

Las Grandes Comunidades Iniciáticas han dado sus pruebas y el hombre anhela reencontrar sus derechos, su conocimiento y su Vida.

Entre el rígido sabio y la masa supersticiosa poco a poco se han establecido contactos y así el sabio ha devenido “supersticioso”, si pudiera denominarse de esta manera su comprensión de los elementos supranaturales que él comienza a admitir, y la masa por su parte ha venido a terminar más “rígida” si así puede comprenderse su insistencia en recibir explicaciones más objetivas y concretas. El hecho es que el uno y la otra se acercan de nuevo como antes... hace muchísimo tiempo...

Cuando se ve a los sabios inclinarse hacia la espiritualización de la materia uno se siente reconfortado con una esperanza en un porvenir menos fanático, y otro tanto cuando se aprecia un renacimiento de las ciencias llamadas ocultas que el público comienza a comprender nuevamente en su verdadero carácter y no por la vía de la explotación de la credulidad humana.

Es estimulante ver al sabio no volverse supersticioso sino receptivo a los conocimientos de la suprafísica y la hiperquímica consideradas como ciencias mágicas aún hace poco tiempo. Es alentador observar al público volverse menos rígido y más objetivo en su aceptación de las cosas, más abierto al conocimiento y listo a la investigación.

Cuando se leen nombres como William Mc Dougall de la Universidad de Oxford, William Glover de Cambridge, el Profesor W. F. Barret del Colegio de Ciencia de Irlanda y otras personalidades tan serias como el Profesor C. Richet, Edouard Arnoux y otros científicos contemporáneos que se adhieren a las experiencias del físico W. Crooks y testimonian las “iluminaciones” de Swedenborg quien fue uno de los más grandes sabios de Europa, se siente que definitivamente el mundo actual ha dado un paso en la unión de la Ciencia y de la Religión, se podría más que todo aludir a la búsqueda del equilibrio entre lo subjetivo y lo objetivo, una armonía entre los sentidos y la razón, entre lo intuitivo y lo analítico, en otras palabras, el mundo recoge aquello que enseñaban los Colegios de Iniciación: las dos polaridades, la inspiración y el conocimiento a la disposición del Saber humano, la revelación y el estudio para alcanzar la Sabiduría.

El gran sabio francés Marcellin Berthelot no se ha asustado de proclamar que la ciencia moderna debe regresar a la alquimia antigua. Jollivet Castellot ha demostrado en cierta línea científica la grandeza de las fórmulas filosóficas de los Antiguos y como dice bien Claude Bernard... “habrá un día en que el sabio, el historiador, el filósofo, hablarán el mismo lenguaje...”

En breve, el terrible desdén del sabio y la creencia crédula del ignorante darán lugar entonces a una más racional actitud del espíritu. Existe un gran deseo de conquistar los variados fenómenos que están más allá del territorio de la ciencia, y de los cuales se ha abandonado ya el concepto de que pertenecen al reino de la superstición.

No olvidemos aquel pasaje del Obispo Butler en su obra “Analogía” donde oportunamente dice: “... nuestra noción de lo natural se engrandece con nuestro conocimiento, así como un conocimiento de mayor extensión que el nuestro se torna enseguida para nosotros plenamente natural: por ejemplo, la completa absolución cristiana nos parece ahora tan sencilla como la más visible de las cosas que se nos manifiestan a nuestro alrededor...”

Todos los teólogos están de acuerdo con San Agustín en confirmar que los milagros no están en contradicción con la naturaleza. Igualmente lo menciona la Biblia en Amós III-7, pues Dios no emplea nada sobrenatural para manifestarse.

Es evidentemente difícil delimitar la frontera entre lo natural y lo sobrenatural, hasta aquel día en que conozcamos la naturaleza entera; nuestro conocimiento ha dado origen a la investigación científica que encuentra un límite porque aquello que ha emanado de nuestro organismo es limitado como el organismo mismo, y es preciso hacer un llamamiento a las facultades calificadas como sobrenaturales, que es preferible denominarlas supranaturales, y que en realidad son espirituales puesto que pertenecen al espíritu mismo: están más allá de las limitaciones de las dimensiones y de otras fronteras de las facultades únicamente fisiológicas.

En la Institución Real de Londres en 1866 el Reverendo Charles Kingsley en una admirable conferencia sobre ciencia y superstición ha definido esta última palabra como: “temor a lo desconocido”. La definición más correcta podría ser: creencia sin relación con los hechos, donde no hay conexión entre la causa atribuida y el efecto imaginado. Sin embargo, sería infantil situar en el dominio de la superstición todo aquello que nos es desconocido, porque como dice Arago: “dónde estaríamos si nos metiéramos a negar todas las cosas que no supiéramos cómo explicar”. Nadie es omnisciente y el distinguido filósofo Sir John Herschell agrega: “el filósofo debe creer todas las cosas que no son improbables y esperar todas las cosas no imposibles”.

En “Philosophical Transactions” de la Royal Society de Londres aparece una cuenta rendida por allí en 1736 que proporciona un notable resumen de los trabajos de Mr. Grey, un famoso pionero de la investigación de la electricidad. Se trataba en efecto de los movimientos giratorios de una pequeña bala suspendida de un hilo en la mano del experimentador. Ese movimiento siempre evolucionando en el sentido de los planetas alrededor del Sol le hizo concebir una nueva teoría para el movimiento planetario. Sin embargo, el “péndulo explorador” no es cosa nueva, los romanos ya lo conocían, y mucho antes de eso se hallaron los vestigios de la varilla adivinatoria, pero como en épocas regulares sobreviene también la recrudescencia de los conocimientos por eso se cree ahora en el descubrimiento de nuevas leyes, conceptos o teorías. El doctor Mortimer, Priestley, el sabio Wheeler y cuántos otros han reanudado la experiencia de Grey para aprobar o desaprobar su valor. Por su parte, el filósofo alemán Ritter, con su “sideriano”, creía haber encontrado en ello una nueva fuerza; él trataba en efecto de la acción muscular inconsciente. Un jesuita erudito, el Reverendo Padre Le Brun (ver Historia Crítica de las Prácticas Supersticiosas, París, 1702) cuenta cómo él perseguía así a los criminales o localizaba a los padres de los hijos abandonados; la cosa vino a ser tan corriente que el Cardenal Camus invocó la autoridad de la Inquisición. Es solamente hasta 1854 que la varilla adivinatoria fue expuesta científicamente, por el francés M. Chevreul (la Revista de Dos Mundos presentaba ya en 1833 interesantes cartas) y dos siglos antes el jesuita A. Kircher hizo otras bellas exposiciones al respecto: “Magnes Sive de Arte Magnética” y su último tratado “Mundus Subterraneus”. Dos obras son muy importantes en este dominio: “Automatismo Psicológico” de P. Janet y “Los movimientos inconscientes” del Profesor C. Richet. El camino a la investigación psíquica está definitivamente abierto en nuestra época moderna y los dos volúmenes de “Human Personality” debidos al genio brillante de W. H. Myers han impresionado en tal forma a los sabios que los cuatro capítulos de esa “magnus opus” de Myers son actualmente incorporados al examen de admisión a la filosofía moral y mental del Trinity College de Dublin.

El Profesor Sidgwick, Edmund Gurney, Frederic Myers, Gerald Balfour, fueron recios investigadores en lo que se relaciona a la personalidad humana que viene a ser naturalmente más y más compleja de acuerdo a nuestros mayores conocimientos adquiridos.

Mr. E. Blyth de Edimburgo (Proc. S. P. R. volumen VIII, pág. 352), refiere que cuando su hermano de 6 años de edad paseaba un día con su padre, éste le preguntó a qué hora había nacido y qué hora era en ese instante. El niño se pasea un momento volviéndose después hacia su padre y le da el número de segundos que habían transcurrido desde su nacimiento. El padre anotó las cifras, se puso a verificarlas y luego regresa hacia el pequeño Benjamín y le dice: “Te has equivocado en 172.800 segundos”, a lo que el niño responde: “Oh! papá, te has olvidado de descontar los dos días de los años bisiestos de 1820 y 1824”.

Semejantes facultades denominadas yo sublimal son generalmente inexplicables y desaparecen después de la infancia. El Profesor Safford cuando tenía diez años podía muy bien calcular mentalmente en un minuto una multiplicación cuya suma fuera un número de 36 cifras, pero perdió esta facultad en el crecimiento y pensó que siendo adulto, desgraciadamente, la necesitaba más.

El término yo sublimal como Mr. Myers lo ha empleado y como es generalmente adoptado, tiene un campo verdaderamente extenso. Sir John Hershell ya ha hecho mención de estos fenómenos diversos en lo “vital” y en lo “mental”, pero que quedan en el dominio de la psicología ortodoxa (sugestión, facultades o poderes vivientes pero inconscientes, elevadas posibilidades de genialidad, niños prodigios, hipnotismo, trance, consciencia dual o “yo múltiple”, etc.). Pero el término sublimal puede igualmente ser empleado para las facultades que permiten, por ejemplo, “ver sin el recurso de los ojos” y que se relaciona con todos los fenómenos que tienen lugar fuera del espíritu de aquel que percibe, tales como la telepatía, y con todas las teorías acerca de los espíritus desencarnados, etc., todo lo cual debe ser clasificado en ciertos casos y que es preferible calificar de supraliminal (o más allá del umbral de la consciencia), pero a veces ay! este término ha sido empleado de manera limitada para expresar lo que tiene lugar en nuestra consciencia vagabunda, aquello que sería de mejor valor llamar cisliminal (en el umbral, debajo del principio de la consciencia, lo que equivaldría más o menos a los actos inconscientes).

Brillantes personalidades han participado en la investigación psíquica como el Muy Honorable A. J. Balfour, Primer Ministro de Inglaterra en 1893, otro Primer Ministro también Mr. Gladstone, el eminente sabio Sir William Crooks, el Dr. A. R. Wallace, Sir J. J. Thomson, Lord Rayleigh, Sir O. Lodge, el Profesor Richet distinguido psicólogo, Madame Curie la descubridora del radium, el Profesor Bergson, Bernheim, Janet, Ribot y Hertz; también en América los Profesores W. James. E. Pickering, Bowditch; en Inglaterra también Lord Tennyson, Mr. Ruskin, Mr. G.F. Watts, etc....

Sería muy largo enumerar todas las experiencias de lectura del pensamiento, transmisión del pensamiento, telepatía o transferencia en el estado hipnótico, todos los sistemas de mesmerismo, hipnotismo, sugestión, etc..

Después de la venida a París de Mesmer en 1778 (connotado doctor suizo nacido en 1733 que operaba en Viena con un nuevo fluido que él llamaba magnetismo animal) con su método de terapéutica que le sirvió para tratar 8.000 personas con el mayor éxito, los miembros de la Academia de Ciencias lo hicieron impopular con sus ataques. La ruta estaba abierta y el Marqués de Puysegur la ilumina científicamente por un momento con sus curas milagrosas que el Dr. A. Bertrand en 1820 rechaza por ser un estado de sugestión simplemente. En Londres fue fundado un hospital mesmérico por el Dr. Elliotson, profesor de medicina del University College Hospital, quien publicó un diario, el “Zoist”, que durante 13 años fue el órgano oficial de los médicos mesmeristas. Otro discípulo del mesmerismo que merece ser mencionado es el Dr. Esdaile, cirujano de la India, quien fundó un hospital de mesmerismo en Calcuta donde bajo trances mesméricos operó 261 casos graves, extrayendo 200 tumores que ¡variaban en su peso de 10 a 103 libras! Es preciso hacer notar que siguiendo este procedimiento los casos de mortalidad fueron reducidos del 50% al 8% en estas infecciones.

El Dr. Braid aportó en 1843 su hipnotismo; médico de Manchester sostuvo que cada quien podía dormirse al fijarse en un punto brillante. Fue uno de los primeros en sustentar la tesis de la frenología, como ya antes lo habíamos mencionado.

Prosigue una ola de entusiasmo por el hipnotismo y las prácticas fueron estimuladas por célebres fisiólogos como el doctor Charcot, Liebault, Berheim, Dr. Bramwell y el Dr. Lloyd Tuckey y por toda la serie de sabios que han contribuido y siguen contribuyendo a la evolución de los conocimientos humanos aplicando enteramente las prácticas maravillosas de las facultades inherentes al ser viviente.

Qué lástima sin embargo que el sistema no hubiera sido mejor dirigido hacia la pedagogía trascendental. Es preciso pensar en los servicios que pueden prestar las teorías psico-analíticas y psico-terapéuticas. La Escuela fisiológica fundada por Fechner pretende haber hecho de la psicología una ciencia exacta, pero no posee mucho de procedimiento fisiológico puro ni bastante examen psicológico, pues con todo y los maravillosos instrumentos como el cronógrafo, el dinamómetro, el estereoscopio, el estesiómetro, el pletismógrafo, el algómetro, el pseudóptico, dinamómetro, etc., se trata más bien de una materia de procedencia nerviosa y cerebral, y si el carácter fuera únicamente un problema semejante de ciencia exacta nos sería dada entonces la facilidad de operar sobre el cortex para cambiar un criminal en pacifista y a un sátiro en ascético estudiante de la contemplación!

Aquí toma su lugar la teoría que considera al espíritu simbolizado por el “vis inertiae”. Su autor fue Johann Friedrich Herbart quien nació en Alemania en 1776 y bajo la tutela de Fitche estaba ya muy familiarizado a los 18 años con las discusiones religiosas y filosóficas62. Según él, el espíritu es un todo homogéneo carente de propiedades especiales, es “Vis Inertiae”, es decir, que deja a si mismo el permanecer sin continente ni contenido.

En el mundo material es sin duda el nitrógeno la cosa más negativa, pero cuando es comparado con el espíritu tal como lo concibió Herbart, resulta erizado de cualidades positivas. El afirma que el espíritu en el momento del nacimiento es un todo homogéneo, vis inertiae, y tiene el poder de reaccionar sobre las impresiones, pues de otra manera el espíritu no tiene por sí mismo cualidades propias sino que está sometido a la actividad del cuerpo. Agrega Herbart que los espíritus son todos los mismos, pero que los cuerpos son diferentes lo que hace que seamos iguales espiritualmente al nacer y es el estado fisiológico diferente para cada uno el que da inmediatamente otro plan a cada espíritu según el cuerpo donde él se encarne. Es decir, que un espíritu de un recién nacido es el mismo que el de otro recién nacido y que en lo concerniente a los espíritus el del salvaje es idéntico al de un gran profesor universitario y ¡el canciller inicia la partida con el mismo rango espiritual que el pocero de servicios públicos!... Así mismo en su teoría atómica de la química dice él que el mundo está compuesto de átomos de diversas clases, y en cuanto a psicología la teoría herbatiana pretende que el mundo mental está formado por sensaciones y que éstas son de diferentes naturalezas, por ejemplo, que una idea visual está fundamentada en una sensación de visión, que una idea auditiva se basa en una sensación de escuchar, etc.

Yo no quisiera aparecer demasiado crítico, pero parece que este sabio se inclina en ciertos momentos, de un lado o de otro, simultáneamente, pues donde se encuentra la parte de fisiología y psicología nunca ha hecho intervenir la síntesis sino que más bien se inclina parcialmente hacia una u otra de estas especialidades. En ciertas ocasiones se ve a Herbart dar una teoría lo más científicamente concreta en el aspecto material humano y en cambio en otras ocasiones se esconde bajo explicaciones de un mundo más etérico... “La psicología herbatiana aplicada a la educación” por Adam, o “Introducción a la pedagogía de Herbart” de Ufer, son obras en las que se muestra la importancia de estas concepciones psicológicas en la vida práctica, pero el proceso es algunas veces oscuro como en el libro de Hayward “El secreto de Herbart” que no obstante le hizo resurgir (sin quererlo).

Se sabe que Eucken no creyó en el hecho de la espiritualización de nuestro mundo, y como escribe Boyce Gibson en “La filosofía de la vida de Eucken”: “un mundo donde las ideas espirituales puedan prevalecer está aún por hacerse, y este proyecto de un reino con su cultura social en tal sentido, ondea para la humanidad como una ilusión y un sueño”. Pero una vez más: ¿Por qué? Porque parece que el hombre y el pensador en particular quieren siempre salvar la “personalidad” y en el largo tiempo que este comportamiento ha persistido no ha tenido resultados para la espiritualización colectiva.

Hago resaltar del “Know Your Own Mind” de William Glover (págs. 92 y 93) que “así pues debemos una vez más abandonar lo que constituyó durante largo tiempo las combinaciones fijas de ideas porque el proceso del estudio para la reconstrucción de ellas no puede provenir siempre de la serie de aportes de nuestro conocimiento. Después de Arquímedes, Copérnico, Galvani, Volta, Newton, hasta Watt, Darwin, Edison y Marconi la historia de la civilización nos muestra cómo una simple percepción, un simple interruptor, puede transformar, trastornar, todo un sistema de conocimientos y ocasionar un nuevo y completo arreglo del antiguo material”.

¡Ciertamente, se debería hacer tabla rasa de todos los conceptos ortodoxos, olvidar todas las frases hechas, salir del dogma universitario, del fanatismo filosófico qué existe en esto como en todo!...

Si antes de todas estas explicaciones del alma, del espíritu, de las consciencia y de todas las otras vibraciones homogéneas tan difíciles de modelar en el estudio psicológico, comenzamos con el análisis de detalles más concretos en sus valores intrínsecos para elaborar conceptos más sólidamente, entonces podría ser ventajoso revisar el ambiguo material que recayendo de tan lejos enardece directamente nuestras bases y quebranta por sí mismo nuestro juicio actual. La energía, esa fuerza misteriosa tan abstracta como la Vida, como el Principio Único, como el Absoluto, existe en todas las cosas y sin embargo nosotros la reducimos a los principios más elementales de la física. Por ejemplo, sabemos que el agua cayendo de una altura de 772 pies a una fuente profunda con el fin de que su energía kinética casi en su totalidad sea convertida en calor, está a un grado Farenheit más caliente en el fondo que en la altura63. Sobre este particular podríamos continuar de la manera más apasionante para documentación de nuestra curiosidad científica, pero limitémonos a pensar que si es posible convertir completamente la energía química del carbón en trabajo sin necesidad de quemarlo primeramente para liberar la energía en calor, entonces la energía de una tonelada de carbón sería suficiente para impulsar un barco de 20.000 toneladas. Por otra parte la energía química del carbón es equivalente a una masa igual a la masa del carbón cayendo bajo la ley de gravedad desde una altura de 2.000 millas (cuarta parte del diámetro terrestre). Aquí aclaramos la inexacta proposición de San Pablo: “las cosas que se ven son temporales, pero las cosas invisibles son eternas”.

Hay en efecto un mundo visible y un mundo invisible los cuales desean que todos los hombres los descubran lo más pronto posible porque sin esto nadie buscaría la verdad, pero no por ello deben ser delimitados a “lo efímero” y “lo eterno”. ¿Hay acaso algo efímero en otra forma que no sea la conocida? Y todo parece ser eterno, más al tomar formas distintas cambia la envoltura, o por una nueva tonalidad vibratoria se transmuta en un elemento nuevo. Como en el caso de los astros que efectivamente fueron uno solo y la misma aglomeración de polvo ígneo desató al uno del otro y proyectados en el espacio sideral aparecieron como otras tantas esferas de fuego que se enfriaron poco a poco y vienen a ser los planetas que conocemos. La transformación es lenta pero demuestra que lo que parece más inmutable igualmente toma formas distintas que llegan a ser completamente desconocidas, como estos corpúsculos que proceden de la “galaxia-matriz” para formar un cuerpo astral y que después de una existencia de algunos millones de años irán a refundirse en otro universo...

En otro tiempo se calculaba la edad de la Tierra por su enfriamiento, es decir, que a medida que se descendía hacia el centro de nuestro planeta la temperatura aumentaba y según el espesor de la corteza terrestre enfriada en el curso de los tiempos se calculaba así la edad de la Tierra. Estos argumentos han sido de hecho completamente destruidos con el descubrimiento de la radioactividad. Un milésimo de millonésima de miligramo de radium es la porción más pequeña que puede ser detectada, y esta parte de radium ha sido encontrada en todas las rocas comunes y suelo que componen la corteza terrestre, cuyo espesor, alrededor de 50 millas, contiene suficiente calor emanado del radium para equilibrar todo aquel calor perdido por la irradiación de la Tierra. En la corteza terrestre no solamente se puede localizar la presencia del radium sino que además están recientemente descubiertos el uranium y el torium que son tan importantes como el radium en lo que concierne a su contribución de calor, lo que hace que la Tierra, que ha sido mirada como un mundo que se enfría, según las nuevas teorías, venga a presentarse como ¡un globo que se calienta más y más!... (El calor se escapa, sin embargo, a la superficie por medio de emanaciones, pero el interior es una fuente generadora de calor, que produciría en un millón de años una temperatura de 1.800º C).

La edad de la Tierra es avaluada en el presente en 5 mil millones de años y quién sabe si mañana otras teorías no vendrán a trastornar todas nuestras concepciones geológicas y geodésicas.

Con el mismo hecho aclaramos dos problemas: primeramente aquel que tenemos considerado relativo a la materia y sobre todo a la energía, y finalmente la tesis de que nada se detiene, en una palabra se llega a la conclusión de por qué San Pablo insiste mal “en que lo que es visible es perecedero”... Con estas mismas nociones que estamos analizando, se vienen a resolver de inmediato soluciones que estaban en suspenso y que tocan al mismo tiempo la cuestión de la energía cósmica y el problema de la radioactividad. Cada instante de la historia de la Humanidad ha dado una nueva luz en el problema del dominio del hombre sobre la materia, pero se omite fácilmente que el salvaje olvidado en la noche de los tiempos que encendió el primer fuego sospechó muy poco las consecuencias futuras de su acto. A medida que el hombre se ha impuesto a la naturaleza vienen a perturbar el curso de su existencia nuevas modificaciones denominadas progresivas, y este hecho, de causa a efecto, hace que el ser humano piense diferentemente.

Instantáneamente una consideración surge con mucha facilidad y hace comprender esto: que cuando se realiza64 el problema precedente nos preguntamos cómo emplear la energía del uranium, del torium y del radium que han aparecido como una nueva luz y que sin embargo representan uno de los más remotos problemas que enfocaron las antiguas razas.

Los procesos naturales de la energía atómica se desenvuelven necesariamente muy lento. Con el descubrimiento de que una libra de uranio contiene y desarrolla la misma cantidad de energía que 100 toneladas de carbón generando combustión, se conoció que apenas un poco más de una diezmilmillonésima parte (1/100.000.000.000) de ello es difundida cada año. Según Frederick Soddy M.A., F.R.S. (lector sobre radioactividad de la Universidad de Glasgow) estos procedimientos naturales deberían ser controlados y se lograría su proceso mucho más rápidamente que si fuesen espontáneos, mediante todas las nuevas fuentes de energía que no son usadas en la ingeniería ordinaria. La transformación del uranium en helium y presuntamente también en plomo debe ser obtenida de una manera artificial antes de que sea valedera la energía del proceso, entendiéndose aquí únicamente la transformación de un elemento en otro. Este nuevo problema es la transmutación, y aunque los alquimistas y otros investigadores lo han tratado de resolver (algunos han acertado)65 nosotros permanecemos por lo general casi tan ignorantes con respecto al uso de ese suplemento de energía atómica como el salvaje que encendió su fuego sin descubrir por ese solo hecho la aplicación de la máquina de vapor.

Por consiguiente uno percibe muy bien cómo nada es inmutable en la búsqueda de la verdad y bajo ese sentido se evoluciona, es cierto, pero siempre de estado en estado sin jamás poder acoger un plan definitivo, pues en el problema de la materia uno escapa forzosamente a la verdad presente y el rayo del conocimiento también es fugitivo ya que, debido al intelecto él es efímero, es invisible, mientras que la materia permanece aquí. Ella se transforma, pero inherente que es a su partícula atomística es, pues, reconocida por ser visible... Decididamente San Pablo no pensó más allá.

El célebre botánico Robert Brown descubrió en 1827 el movimiento que dio su nombre a la serie de experimentos que prueban el movimiento perpetuo que, sin embargo, ya era conocido antes. Cada cosa está dotada de vida en el universo y todo sigue un curso evolutivo bien definido. Conforme a los tres estados en que existe la materia: gaseoso, líquido y sólido ella es apreciada muy bien aunque la sustancia tome formas diferentes, como el agua, el vapor y el hielo que proviniendo de un mismo manantial transforman su estado apropiadamente a los efectos exteriores que actúan contra la materia. Si nos atenemos al movimiento browniano quedamos limitados por los efectos visuales que solo nos muestran la partícula más pequeña visible al microscopio, pero aquella que contiene millones de moléculas separadas es la que también debemos analizar, y es esto lo que Mr. Perrin ha comenzado a hacer. Queda todavía un problema por resolver acerca de estos millares de vidas activas en cada uno de los corpúsculos vistos en el cristal de aumento que no considera ¿de dónde proviene la existencia de los corpúsculos y la actividad vital? En una palabra, oscilando constantemente de una teoría a la otra entre la materia, la energía, la potencialidad, la radiación, la inercia, etc., nos quedamos, sin embargo, dentro del marco de la física y, por otra parte, ya no nos sentimos confusos cuando la resolución del verdadero problema está al margen de estos elementos que, no obstante para nosotros son indispensables con el objeto de estudiar a la luz del conocimiento intelectual la línea que todo hombre sensato se ha trazado: el por qué y el cómo de las cosas.

La ciencia moderna es y puede ser definitivamente dada a conocer desde el siglo XVI con Copérnico y Vesalio como figuras representativas y con Giordano Bruno como ¡mártir! Queda por mencionar Galileo como perseguido. Si examinamos la Europa del 1500, el conocimiento de entonces estaba menos avanzado que el de Arquímedes que murió en el 212 antes de J.C.

Advienen, sin embargo, épocas de recrudescencia del saber, del arte y de la expresión humana en general, y tal como Alfred North Whitehead en “La Ciencia y el Mundo Moderno” calificó al siglo XVII de siglo de los genios, nosotros vemos ciertas coincidencias interesantes. Es en 1605 que por una parte Bacon publicó su “Advancement of Learning” y por otra Cervantes su “Don Quijote de la Mancha”; el año anterior la primera edición “cuarto” del “Hamlet” hizo su aparición y, más tarde, un mismo día 23 de abril de 1616, Shakespeare y Cervantes dejaron este mundo. Ese mismo año de 1616 es célebre por haberse oído la primera exposición de Harvey, en conferencia al Colegio de Medicina de Londres, sobre la circulación de la sangre. Es de notarse que Galileo feneció en 1642, año del nacimiento de Newton, exactamente cien años después de la publicación de “Revolutionibus" de Copérnico. Un año antes Descartes publicaba sus “Meditations” y dos años después “Principia Philosophiae”.

Todo esto, en verdad, tiene poca importancia, pero siempre es interesante documentarse sobre aquellos que intervinieron en la historia del saber humano.

En todo caso, durante el siglo que acabamos de examinar sería solamente Francis Bacon, entre todo el grupo de pensadores de entonces quien, saliéndose del marco puramente materialista, ha presentado una explicación de realización entre el racionalismo deductivo de los escolásticos y el método inductivo de observación de los modernistas. Es preciso reconocer que ya Galileo tenía ese espíritu al igual que los otros hombres de ciencia de su tiempo. Con Bacon hay necesidad de mencionar otro sabio generalmente conocido como artista, pero que en realidad se ha mostrado como un verdadero Iniciado: se trata de Leonardo da Vinci quien vivió un siglo antes que Bacon y que demostró que la ascensión del arte natural es un agente importante de nuestra formación científica; en fin, es preciso reconocer que Da Vinci fue un hombre de ciencia mucho más que lo que fue Bacon. Estos dos sabios han forjado verdaderamente el pensamiento moderno.

Galileo había observado que el punto crítico para la ideación sobre la línea recta no estaba en el movimiento de los cuerpos sino en el cambio de sus movimientos; este descubrimiento fue expuesto en fórmula por Newton el cual sentencia que: “Todo cuerpo continúa en su estado de reposo o en movimiento uniforme en línea recta, excepto cuando es obligado por una fuerza a cambiar de este estado”.

Me gusta mucho esta definición porque siempre me da un argumento de respuesta para los discípulos: ¿Por qué te dejas cambiar de este estado?... Si somos en estado de reposo por estado natural, ello no significa “en punto muerto”, aunque sí estancado en un movimiento de vibración definido por el ambiente en que se vive dejándonos seguir vibrando en esta tonalidad sin ser tampoco el agente del movimiento de todas las otras ondulaciones que se presentan a cada instante a nuestros sentidos. Cuando se habla de meditaciones, de concentraciones, de reposo en la oración, de centralización del pensamiento o del estado, todos responden: “Es preciso, sin embargo, hacer algo…”. No, justamente no es preciso hacer nada, sino que todo el problema consiste en que: nos agitamos, queremos probar absolutamente nuestra “utilidad”, tenemos la impresión de que es preciso hacer perdurar una actividad ostensible, sonante, para que el mundo nos recuerde, para que nuestra personalidad reciba sus señales distintivas de grados, títulos, diplomas, etc., que halagan extremadamente nuestro egocentrismo. Esto no significa que no hay que hacer nada, pues la verdad está en nosotros como en toda parte y ella no se engasta en nada, de lo que trata de conmoverse para buscarla, pues esto sería, por el contrario, escapar a esa perfecta armonía de la calma que proporciona la mejor posibilidad de encontrar el Sendero, el TAO. De las cuatro palabras de la Filosofía hermética de los Antiguos “Saber-Querer-Osar-Callar” la última es ciertamente la más difícil pero también la más sabia, es el último escalón del discipulado que permite la verdadera realización (sin olvidar que corresponde al signo de Escorpio: la parte misteriosa del Zodiaco, el signo que es doble porque corresponde tanto a la constelación del Escorpión como a la del Águila, es el símbolo de la transmutación, de la reencarnación, la pasantía final de la alquimia esotérica).

Como dice Meister Eckhart: “Entonces todas las cosas fueron envueltas en un profundo silencio y la Palabra Misteriosa me fue revelada...”.

Y como lo repito siempre: es tanto el tiempo en que no se ha permanecido tranquilos que por ello no es dado ver la verdadera Luz, el estado de Samadhi que es la única experiencia verdadera, y así mismo la YOGA significa la identificación completa que no es posible sino en el estado de perfecta serenidad, por lo cual a veces acostumbro decir: “si no fuera yoghi, yo seria taoísta...” lo que vendría a ser lo mismo, porque haber encontrado el Tao o ser Yug posee la misma significación y ha sido muy bien definido por Lao-Tse. (Tao-Te-King, Cap. 47):



Aunque no traspase su puerta

Puede comprender el hombre el Universo;

Aunque no mire a través de la ventana

Puede reconocer el sendero de los Cielos.

Cuando en lontananza se ha alejado de la Fuente:

Pálida llega la luz

Y por esto el Sabio no la busca,

Pues aunque no mire: todo se ilumina,

Aunque no luche más: todo está cumplido.




* * *











Cualesquiera que lleguen a ser las nuevas nociones

que las experiencias futuras nos den acerca del mundo,

de antemano estamos seguros que habrá una cosa

que persistirá constantemente y que le podremos

llamar energía”.

Henri Poincaré.

Estamos acostumbrados en nuestra época a enfocarlo todo según la noción de un mundo físico, y las demostraciones que se piden son siempre de un orden material, concreto, conciso, matemático, científico, razonado, analizado, experimentado. Se recordará cómo los filósofos ingleses se incomodaron cuando Laplace sentó su proposición de que una inteligencia suficientemente desarrollada que estuviera instruida acerca de las posiciones y los movimientos de cada instante de los átomos, podría predecir toda la historia futura. No es solamente el choque entre Laplace y Young respecto a la capilaridad lo que ha producido un nuevo movimiento general del pensamiento, sino que hay que reconocer además que Young expresaba una duda “extrema” acerca de la lógica matemática de su rival. Si toda la edificación de Laplace fue desechada, en cambio, en la generación siguiente fue restablecida más intensivamente por Poisson quien precisamente ha encontrado en las teorías de Young su punto de partida para un esfuerzo constructivo entre esas corrientes opuestas de las dos nacionalidades que estableciera una base de trabajo para el cultivo de una física teórica; por lo cual hay que admitir que fue debido a la escuela inglesa que recibieron su primer reconocimiento algunos grandes hombres a quienes se debe el desarrollo de la ciencia física, tales como Carnot y Fresnel.

El estudio de la evolución histórica de las teorías físicas es esencial para una completa comprensión, y es con el trabajo de un Kelvin o de un Helmholtz que las ideas profundas toman forma.

Las leyes de la ciencia son como un monarca absolutista y no sufren ninguna modificación, pero se pregunta uno a veces si el sabio no es juguete de sus definiciones y si el mundo que él piensa y que él descubre no es sencillamente ¡la creación de su propio capricho...!

Monsieur le Roy, en la Revista de Metafísica y de Moral (1901), definió su punto de vista sobre este mismo tema, pero Henri Poincaré responde: “No, nosotros estamos presenciando lo que la ciencia hace para nosotros cada día. El objetivo científico no existe por sí mismo como los dogmáticos en su sencillez imaginan, sino la relación entre las cosas, pues más allá de estas relaciones no hay realidad cognoscible”.

Yo no puedo por el momento hacer ningún comentario a este respecto, pues, como he indicado con referencia a la geometría no euclidiana de Lobatschewsky, los principios científicos obtenidos por derivaciones lógicas, etc., no tienen siempre para mí el valor que generalmente se les concede.

Partiendo de la teoría de que la suma de los ángulos de un triángulo vale menos que dos ángulos rectos, yo me coloco en contradicción con la corriente oficial habitual que considera: al razonamiento matemático como realmente deductivo, a la geometría como derivada de la experiencia, y a la física como basada en la inducción obtenida de la repetición de los fenómenos experimentales.

Se sabe de la manera como Leibnitz ha querido demostrar cómo dos y dos son cuatro: Tomo el número uno por ser definido y así efectúo la operación “por más uno”, es decir, añado la unidad a un número “x”. Esta definición no entra en el cuadro del razonamiento. En seguida defino los números 2, 3 y 4 por las igualdades:

1+1 = 2; 2+1 =3; 3+1 =4;

Y de la misma manera defino la operación

“x + 2” por la relación x + 2 = (x + 1) + 1.

2 + 2 = (2 + 1) + 1, definición de 4.

(2 + 1) + 1 = 3 + 1, definición de 2.

3 + 1 = 4, definición de 3.

Luego 2 + 2 = 4, que es lo que se quería demostrar”.

En realidad esto no es una demostración; en matemáticas esto se llama una verificación: El razonamiento de Leibnitz es puramente analítico, pues la verificación difiere de la demostración en que es el análisis el que predomina en aquella. El usa definiciones convencionales; si las matemáticas quedaran así reducidas a una serie de verificaciones no constituirían ya una ciencia, como tampoco el hecho de ganar una pieza en el ajedrez origina otra ciencia.

Podríamos así discutir sobre la naturaleza del razonamiento matemático, sorprender al geómetra en su trabajo, comprobar las diversas ramas de la ciencia, pero estos estudios están en evolución constante y yo prefiero decir como Henri Poincaré en la última frase de su libro “Ciencia e Hipótesis”: “Yo me guardo de hacer una profecía que podría resultar falsa, al señalar entre el día en que un libro esté dispuesto a la impresión y el día en que esté colocado ante el público”.

Una vez desembarazados de los cálculos corrientes, es el continuum el que encierra todo el interés de la investigación, lo que Monsieur Tannery en “Introducción a la teoría de las funciones de una variable” ha analizado muy bien. El continuum es en efecto unidad y multiplicidad, pero el verdadero continuum matemático es muy diferente al de los físicos y al de los metafísicos. Los elementos del continuum estarían íntimamente ligados formando un todo en el que el punto no tendría existencia prevista en la línea, si bien la línea existiría precediendo al punto…

Se sabe que entre dos series consecutivas puede intercalarse una o varias series intermedias y a continuación, entre esas filas, otras y otras más, y así indefinidamente. Tenemos entonces un número ilimitado de números o de términos y éstos se llaman: fraccionales, racionales, o conmensurables. Pero entre estos términos que son ya infinitos en números, otros términos pueden intercalarse, que se llaman: irracionales o inconmensurables. Concebido el continuum de esta manera no es ya una colección de individualidades arreglada en un cierto orden (e infinita en número), sino en relación externa las unas con las otras.

Este no es el concepto corriente, observa Monsieur Henry Poincaré, quien agrega que, según este concepto, se supone que existe una conexión íntima entre los elementos del continuum, constituyendo un todo en el cual el punto no tiene existencia precedente a la línea, sino que es la línea la que tiene existencia precedente al punto. Es una pura creación del espíritu sin parte real de experimentación el hecho de que el continuum matemático sea construido sobre una escala continua de números irracionales y fraccionales empleando estrictamente el número entero, como los matemáticos de la escuela alemana y como Kroneeker fervorosamente lo han hecho.

Hay que pasar sobre la definición de los inconmensurables, sobre lo que es el continuum físico y la creación del continuum matemático y tantas otras ramas de análisis que no pueden ser discutidas aquí y para las que se necesita una amplia exposición preliminar antes de abordar realmente el problema.

Siempre me sorprendió desagradablemente el ver con qué inconsciencia se toman a veces los enunciados de los axiomas geométricos al pie de la letra, a pesar de saber que esa ciencia deductiva está basada en la experiencia lógica que es a menudo de lo más irracional en lo concerniente a la Verdad pura.

Ciertos axiomas no son más que proposiciones en vía de análisis, tales como: “las cosas iguales a una misma cosa son iguales entre sí”, pero no forman parte de las proposiciones incluidas en geometría. Otros sí son típicamente propios de esta ciencia, como: “solamente la línea puede pasar a través de dos puntos” o “la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos”, y aquí yo quisiera detenerme un instante respecto al carácter erróneo de este enunciado, del cual más de una vez he probado su inexactitud y no he sido el único en hacerlo.

El tercer axioma geométrico ha dado lugar a célebres controversias; conocido bajo la denominación de postulado de Euclides, su demostración ha sido buscada en vano a través de la historia. Se enuncia en la forma siguiente: “desde un punto, solo se puede trazar una recta paralela a otra recta dada”. El ruso Lobastchewsky y el búlgaro Bolyai han demostrado que la prueba es imposible y Riemann hizo el análisis en “Uber die Hypothesen welche der Geometrie zu Grude liegen”. Lobastchewsky ha llegado a asegurar que desde un punto se pueden trazar varias paralelas a una recta dada. Por lo demás, llegó a enunciar varios teoremas completamente opuestos a la geometría euclidiana, pero no por ello menos lógicos que ésta y que nunca fueron refutados como en el caso de: “es imposible construir una figura idéntica a otra con distintas dimensiones” o “si la circunferencia de un círculo está dividida en 'equis' partes iguales y se trazan tangentes por los puntos de intersección, las tangentes 'equis' van a formar un polígono si el radio del círculo es bastante pequeño, pero si el radio es bastante grande entonces no se asemejarán nunca”, etc..

La geometría de Riemann no difiere de hecho de la geometría esférica, y la de Lobatschewsky es sencillamente una rama de la geometría ordinaria puesto que se limita a dos dimensiones, como la de Beltrami quien, por otra parte, podría extender su razonamiento más lejos aún, por medio de sus curvaturas denominadas positivas y negativas.

Para interpretar las geometrías no euclidianas hace falta primero aclarar las definiciones como es la costumbre en otras ramas de la ciencia.

De esta manera, por espacio entenderemos la parte de espacio situada por encima del plano fundamental.

El plano será comprendido como una esfera que corta ortogonalmente el plano fundamental.

La línea es el círculo que corta ortogonalmente el plano fundamental.

En el mismo sentido debe entenderse por “distancia entre dos puntos” el logaritmo del ratio inarmónico de estos dos puntos y de la intersección del plano fundamental con el círculo que pasa por estos dos puntos y que los corta ortogonalmente.

Y de esta manera el teorema “la suma de los ángulos de un triángulo es menor que dos ángulos rectos” de la geometría no euclidiana puede así ser traducido por: “si un triángulo curvilíneo tiene como lados arcos de círculo cuyo producto podría cortar ortogonalmente el plano fundamental, la suma de los ángulos de ese triángulo curvilíneo sería menor que dos ángulos rectos” y por consiguiente ninguna contradicción será posible.

Se sabe que la palabra “existencia”, por ejemplo, no tiene el mismo valor cuando se trata de matemáticas que cuando se trata de un objeto material, y John Stuart Mill dijo aventurándose quizá demasiado: “todas las definiciones encierran un axioma”.

Existe frecuentemente en todo esto una cuestión de palabras, de terminología, o de aceptación de definiciones. Cuando a mediados del siglo pasado se reían de los fluidos de Coulomb no se sospechaba entonces que la teoría sería aceptada cincuenta años más tarde con el nombre de electrones. ¿En qué difieren esas moléculas permanentemente electrificadas, de las moléculas eléctricas de Coulomb? En los electrones de la electricidad existe la “masa” (pequeña partícula de materia), pero Coulomb no negó jamás la “masa” de sus fluidos...

Existe también un ejemplo en el caso del principio sustentado por Carnot quien estableció sus teorías acerca del calor indestructible sobre falsas hipótesis y quien aseguraba que podía convertirse en fuerza de uso para el trabajo. Dicha teoría fue rápidamente desechada. Más tarde Clausius acudió nuevamente a estas teorías y a él pertenece el triunfo. En su forma primitiva la teoría de Carnot expresa, además de las verdaderas relaciones, otras relaciones inexactas y despojos de viejas ideas, pero que en nada afectan la realidad de las primeras. Clausius simplemente separó todo eso como alguien que quitara las ramas secas.

El resultado fue la segunda ley de la termodinámica.

Son tres franceses los que han señalado el punto de partida del período de la moderna geometría: Descartes, Desaegues y Pascal; habría que incluir a Fermat en lo referente al análisis moderno y perfeccionamiento de los cálculos diferenciales. Por asociación de ideas, indudablemente, pienso inmediatamente en los cálculos de probabilidades. ¿Qué probabilidad existe para que de dos dados echados sobre una mesa uno de ellos marque el número 6? Cada uno puede colocarse de 6 distintas maneras: el número de casos posibles es 6 veces 6 igual a 36. El número de casos favorables es 11, la probabilidad se establece en . Esta es pues la solución correcta.

Pero Monsieur Henri Poincaré ha dicho: “¿Por qué no podemos proceder de una manera distinta? Los puntos que giran en los dados forman igual a 21 combinaciones distintas. De estas combinaciones 6 son favorables, la probabilidad es pues ".

Y este miembro del Instituto de Francia termina diciendo: “¿Por qué el primer método de cálculo del número de casos posibles sería más legítimo que el segundo?”. Hay pues que responder: el número total de casos posibles produce casos igualmente probables. Es preciso definir lo probable por lo probable.

La imposibilidad de la cuadratura del círculo fue demostrada en 1885 y la Academia de Ciencias desechó sistemáticamente cualquier examen referente a este punto. Existía una razón psicológica en los académicos por encima de todo razonamiento y si hubieran sido obligados a responder hubieran dicho: “¿Por qué pretende usted esperar que un valor particular de una función trascendental sea un número algebraico?; si Pi es la raíz de una ecuación algebraica, por qué pretende usted que esta raíz sea un período de la función “sen 2X” y ¿por qué no ocurre lo mismo con otras raíces de la misma ecuación?

Si tomamos los 10.000 primeros logaritmos de una tabla es fácil suponer que en la mitad de ellos existe la probabilidad de encontrar números pares en la tercera decimal y, en efecto, consultando dichas tablas se encontrarán tantos números pares como impares.

Teniendo en cuenta la probabilidad en las ciencias físicas podemos detenernos un instante en el cálculo de probabilidades aplicado a los juegos de azar.

La cuestión suerte en la ruleta tiene el mismo fundamento que los cálculos corrientes en la hipótesis matemática.

La ruleta de los casinos está dividida en 37 partes iguales sobre las que salta una bola debido a la rotación dada a la ruleta, bola que va a detenerse, después de un determinado número de vueltas, sobre una de las casillas marcadas con un número (de 0 a 36). Estas subdivisiones son de color rojo y negro y la elección de ellas corresponderá por mitad al rojo y al negro.

Según la fuerza del impulso dado a la bola, la probabilidad del ángulo puede variar de a + d . El célebre matemático Henri Poincaré supone la probabilidad de () d . Dice que la elección se hace de una manera completamente arbitraria. Tomemos a como medida de cada compartimiento rojo y negro y tendremos que calcular la integral: () d , aplicada tanto a todos los rojos como también a todos los compartimientos negros para poder comparar los resultados. Hay que considerar un intervalo 2 que comprenda dos compartimientos rojo y negro consecutivamente. M y m representarán los máximos y los mínimos respecto a los valores de las funciones () en dicho intervalo. El intervalo aplicado a los rojos será más pequeño que M, y el intervalo aplicado a los compartimientos negros será mayor que m . La diferencia será pues menor que: (M - m) .

Sin embargo, si la función se supone continua y por otra parte si el intervalo es muy reducido respecto a la suma del ángulo descrito por la aguja, la diferencia M - m será muy pequeña. La diferencia de los dos integrales será por este hecho muy reducida y la probabilidad será alrededor de ½.

El profesor Poincaré insiste sobre el hecho siguiente: “Vemos que hasta sin conocer nada de la función nosotros debemos actuar como si la probabilidad fuera de la ½”. Esto explica por qué, desde un punto de vista objetivo, si observamos un determinado número de jugadas los resultados de éstas serán siempre tanto rojos como negros. A pesar de esta lógica, es un perfecto error (y los jugadores caen siempre en él) imaginar, por ejemplo, que después de una serie de seis jugadas rojas ellos jugarán un “golpe seguro” al color negro, creyendo así seguir una ley que les dará el triunfo en razón de la dificultad de que se repita siete veces el mismo color, pero en realidad olvidan que la probabilidad permanece SIEMPRE por ½. Por lo tanto, si la serie de siete rojos resulta difícil, no es menos difícil que una serie de seis rojos también sea seguida de un “golpe” negro. Ello les ocurre simplemente porque es más fácil advertir la improbabilidad de siete golpes consecutivos sobre el rojo, que ver la improbabilidad de seis rojos seguidos de un negro.

La mayoría de la gente se siente asustada de pensar, de razonar, y vive de datos prestados de otros; como dice Einstein: “Sería mal acogido quien se atreviera a criticar la enseñanza oficial que ha recibido”. Este sabio escribe en su primera parte de “La Teoría de la Relatividad”: ¿Qué hay sin embargo de la aseveración de que esas proposiciones de la geometría euclidiana sean exactas? La geometría depende de determinados conceptos como el “plano”, el “punto”, la “línea recta” con los cuales podemos más o menos asociar ideas que están definidas por ciertos axiomas, los que, en virtud de esas ideas, estamos dispuestos a aceptar como verdaderos.

La palabra VERAZ no debería asociarse con la geometría pura porque por “veraz” se comprende la designación de una correlación con lo REAL, y la geometría no está conectada con esas relaciones de ideas sino únicamente con el contacto lógico de esas ideas entre sí.

Albert Einstein66 define muy bien esta relatividad de la Verdad y de la Realidad, vista desde ciertos puntos, cuando dice: “Yo me coloco en la ventanilla de un compartimiento del ferrocarril y dejo caer una piedra perpendicularmente sobre el terraplén, sin impulsarla. Veo entonces caer esta piedra en línea recta en su descenso. Un peatón que observe a lo largo de la vía férrea verá caer esta piedra al suelo describiendo una curva parabólica. Yo me pregunto ahora: ¿es que la trayectoria seguida por la piedra sigue en realidad una línea recta o describe una parábola?”

De esto tan simple se levanta no obstante un enorme problema referente al espacio, del cual tenemos una idea acerca de su estructura y debemos mirarlo respecto a su moción con relación a un cuerpo rígido que nos sirva de referencia. La posición juega ahora su papel en el ejemplo del profesor Einstein: qué debemos tomar como punto de relación, ¿el vagón o el terraplén de la vía férrea? Aquí es donde el sistema de coordinación ocupa su puesto. Y el célebre sabio concluye: “La piedra atraviesa una línea recta relativa a un sistema de coordinación rígidamente sujeto al vagón del ferrocarril, pero con relación a un sistema de coordinación rígidamente sujeto al suelo (el terraplén de la vía), ella describe una parábola”.

No podemos entablar aquí un análisis de la teoría de la relatividad y más bien aconsejamos documentarse con las obras que tratan especialmente de este asunto67 .

Por ejemplo, si queremos tener una visión sobre la velocidad, tomaremos “” como unidad de un punto “P” con relación a “” en dirección de según la gráfica siguiente:





























Tomaremos y como las “x-distancias” de P al tiempo y respectivamente.

Así pues P se desplaza con relación a conforme a una distancia o en un tiempo de - lo mismo que:




Tenemos pues que encontrar la velocidad de con respecto a . Si a esta velocidad la llamamos tendremos:






Anotemos que las y las corresponden a las en la evaluación de las y de las dada anteriormente con respecto a .

Si substituimos por las ecuaciones del transformismo de Lorentz68 del primero y del cuarto tendremos69:






Si anulamos las B
entonces tendremos:



Dividamos el numerador y el denominador entre y tendremos:




Este resultado sienta el teorema para la velocidad según el principio de la relatividad.

Hay aún algo que añadir con referencia a la “cuarta dimensión” y, como escribe Albert Einstein en “Relatividad. La teoría general”, capítulo XVII: “El no-matemático se siente dominado por un misterioso estremecimiento cuando oye hablar de la 4ª dimensión. Y, sin embargo, no hay ninguna exposición de buen sentido mejor que la de que el mundo que nos rodea es un continuum de espacio-tiempo de cuatro dimensiones. El espacio es un continuum de tres dimensiones, es decir, que es posible describir la posición de un punto por tres números (coordinados) y que existe también un número indefinido de puntos en la vecindad de aquel cuya posición puede ser descrita por coordenadas como las cuales pueden estar tan próximas como aquello que escogemos para los respectivos valores de las coordenadas del primer punto. Es en virtud de esta última propiedad que hablamos del continuum y gracias al hecho de qué existen tres coordenadas nos expresamos como si fueran tres dimensiones.

Del mismo modo la palabra “mundo” empleada por Minkowsky expresa cuatro dimensiones, porque es el mundo de los fenómenos físicos en el sentido de espacio-tiempo.

Es un hecho que, según la mecánica clásica, el tiempo es absoluto, es decir, independiente de posiciones y de condiciones en el movimiento del sistema de coordinación. Esto fue expresado en la última ecuación de la transformación, de Galileo: .

La consideración del mundo desde el punto de vista de la 4ª dimensión es muy natural para la teoría de la relatividad, puesto que según esta teoría el tiempo carece de independencia.

Esto está demostrado en la cuarta ecuación de la transformación de Lorentz:




No es el momento de detenerse en este análisis que sería demasiado técnico. Todos estos problemas de la visión del universo, de las leyes fundamentales de la mecánica, de los sistemas de coordinaciones, del tiempo, del espacio, de lo absoluto, del principio de relatividad, del mundo-éter, de las experiencias de Michelson, de Morley, de H. A. Lorentz, del principio especial de relatividad según Einstein, del mundo de cuatro dimensiones, etc., son otros tantos detalles apasionantes para la curiosidad intelectual, pero que sobrepasan el marco que nos hemos trazado aquí.

Si se mencionaron estos análisis, fórmulas y problemas ha sido con el fin de acercar más el pensamiento humano que de otra manera permanecería aún dentro del puro conocimiento objetivo, o mejor dicho, queremos significar por yoghismo la fusión completa de las direcciones que pueden tomar las ideas de los hombres en general.

Así se comprenderá mejor quizá por qué he escogido la palabra yoghismo (a pesar de la impopularidad de un ISMO más) con el fin de situar dentro de una doctrina estudiada lo que de otra manera, dentro de la definición de YOGA no podría nunca ser discutido. Es decir, que de la experiencia espiritual que constituye la Yoga se hace un método de vida definido por la palabra Yoghismo; es el ofrecimiento de una MATESIS al alcance de la humanidad presente.

Acabamos de hacer en este capítulo un rápido resumen de cosas que atañen directamente a la Ciencia; ya habíamos mirado antes, en páginas precedentes, la evolución del pensamiento humano desde un punto de vista general. Todo ello con la intención de probar que no hay razón para que se detenga el conocimiento humano y hacer ver finalmente que por aquel método es imposible REALIZAR plena y ciertamente la VERDAD. Más y más se estudian más y más problemas más variados y más profundos y es así que: o se va a producir un completo estacionamiento en el avance inteligente (debido a catástrofes, a un período de oscurantismo por razones demasiado externas para ser examinadas aquí, etc.), o entonces la búsqueda del infinito es hacia algo cuyo primer punto se ignora completamente.

Esto quiere decir que hay que hacer desde ahora una síntesis y no perder el tiempo en una cantidad de detalles dejándoselos a los técnicos que quieran especializarse en estas indagaciones, pero el Sabio, el verdadero investigador de la Verdad Pura, el Iniciado, no requiere esas fórmulas técnicas, esos análisis de detalles, esos conocimientos a fondo sino más bien una realización general que le permite abarcar de una vez: el universo en su infinita grandeza como en su infinita pequeñez, alcanzando finalmente aquel plano supranormal de la realización espiritual llamado SAMADHI, o por medio de cualquier otra modalidad que delimite la personalidad que se eclipsa para dar sitio a la individualidad que retorna a su verdadero puesto, o mejor aún, que vuelve a encontrar su verdadera naturaleza en el Infinito de la Consciencia Universal.

* * *
              1. La verdad puede andar sin armas por el mundo…

Proverbio beduino.

Cuando en 1905 Alberto Einstein publicaba su informe muy coherente sobre la teoría de la relatividad generalizada, la valentía de sus ideas crearon una gran sensación debida particularmente a que en aquella época las confirmaciones experimentales más importantes eran deficientes. El sabio conoció evidentemente múltiples objeciones en contra de sus ideas, especialmente los severos ataques que le fueron dirigidos en 1918 por Philip Lenard, de Heidelberg (reputado por sus investigaciones sobre los rayos cátodicos), ataques que proporcionaron los más bellos comentarios. Así hemos podido contemplar el avance científico, más como una distracción cerebral que como un punto vital de verdadera investigación.

La curvatura del espacio es una concepción puramente intelectual a la que nos acercamos cuando transformamos las relaciones inteligibles de un continuum de cuatro dimensiones reteniéndolas como superficies del espacio, según opina el docto Harry Schmidt en “Relativity and the Univers”70. ¡Ante todo habría que poner atención en no considerar “un espacio curvo” necesariamente como una esfera!

Digamos inmediatamente que la completa comprensión de estos problemas está demasiado limitada a unas cuantas personas que pueden seguir de cerca las explicaciones de los científicos, y se produce por lo tanto un inevitable malentendido que ya existe incluso entre los propios sabios, lo cual significa que perdemos un tiempo infinito tratando de comprender una teoría de alguna de las ramas de la Ciencia para que algunos años más tarde un profesor eminente venga a trastornar todas las concepciones sobre dicho asunto y haya que volver a empezar el estudio de una nueva teoría, de nuevas aplicaciones, etc....

Tiene que haber un sistema de comprensión general, un método al alcance de todos, una doctrina que ofrezca un todo.

En la segunda mitad del siglo XVIII, Lavoisier funda prácticamente la química sobre sus actuales bases. El testifica que ninguna materia se crea o se destruye en la transformación química, lo cual es de gran valor y ha sido posteriormente confirmado repetidas veces. En efecto, la imposibilidad de pérdida o ganancias en dicho dominio hace reflexionar, por una parte, en la transmutación alquímica y, por otra, en la constante evolución de las cosas, impidiendo alcanzar el punto final que escapará constantemente al examen, como dice igualmente el célebre axioma bíblico: “No ha habido principio ni habrá fin”...

Todos los procesos de la naturaleza han sido explicados, pero cuando los sabios empezaron a confesar que algo escapaba a su examen, el siglo XVIII había convertido ya en un dogma la noción mecánica de las cosas y dicho dogma culminó con el físico matemático Lagrange en su “Mecánica Analítica” publicada en 1787 (adviértase que Newton publicó su “Principia” exactamente cien años antes, es decir, en 1687); pero la publicación de “Electricidad y Magnetismo” de Clark Maxwell (1873) cierra definitivamente estos puntos de vista y abre nuevos horizontes al pensamiento.

Maupertuis, Clairaut, d'Alembert, Laplace, Fourier, Carnot y tantos otros físico-matemáticos constituyen una serie de nombres que caracterizan la época victoriosa del análisis.

Bichat en 1801 elabora su teoría sobre los tejidos orgánicos, Johannes Muller en 1835 describe las “células”; Schleiden en 1838 y Schwan en 1839 establecen su carácter fundamental y en 1840 la biología y la química se asientan sobre bases atómicas; sin embargo, el triunfo del atomismo debe esperar hasta el final de siglo con el advenimiento del electrón...

La noción de la materia vista atómicamente empieza con Demócrito y Lucrecio, y en los tiempos modernos es John Dalton quien completa el trabajo de Lavoisier introduciendo la idea de la atomicidad en la química, lo mismo que medio siglo más tarde hizo Louis Pasteur con la biología. Este último ha demostrado lo infinitamente pequeño como los astrónomos nos demuestran lo infinitamente grande... y la historia de la humanidad prosigue con una cascada de nombres, unos más importantes que otros, dentro de las teorías revolucionarias de la ciencia, sin que por ello se haya respondido a interrogaciones primordiales tales como: ¿Qué es la vida? ¿De dónde proviene esta fuerza misteriosa llamada vida? ¿Cuál es el motivo de esta vida?, y dejamos al margen otras preguntas sumamente importantes, pero aún más embarazosas para la Ciencia...

La naturaleza, tal como la conocemos, contiene numerosas estratificaciones que corresponden ante todo a la materia ordinaria. En las rocas más antiguas conocidas por los geólogos las moléculas han permanecido intactas durante más de mil millones de años y no solamente intactas respecto a ellas mismas sino en su disposición respecto a unas con otras. Durante este lapso el número de pulsaciones de una molécula vibra a la frecuencia de la luz de sodio amarillo que debe ser aproximadamente de: 16.3 x 1022 = 163.000 x (106)3. El átomo era al principio aparentemente indestructible, pero sabemos ahora que no es así; en seguida la aparente indestructibilidad del electrón comienza también a ser discutible, etc..

Un hecho importante radica en la gran similitud de aquellas cosas prácticamente indestructibles: los electrones son siempre altamente similares por no decir idénticos, como lo son así mismo todos los núcleos de hidrógeno y también puede ser observado un gran número de cuerpos análogos. Con ello el sentido común nos hace considerar que para que el organismo pueda sobrevivir, todo debe trabajar en él al mismo tiempo, lo cual implica consecuencias enormes y demanda una buena meditación.

Fue Aristóteles quien, en su “Phisicae Auscultations” (Lib. II, Cap. 8), señaló los accidentes biológicos, aplicando a la estructuración de las especies los mismos principios que hacen que la lluvia no caiga necesariamente para hacer crecer el trigo; y, que si llueve, tampoco es necesariamente para que se pierdan las cosechas amontonadas a la intemperie...

El primero que trató de una manera verdaderamente científica la cuestión de la modificación de las especies fue indudablemente Buffon; no obstante, el que trajo la atención sobre dicho asunto fue Lamarck (“Filosofía Zoológica” y también “Historia Natural de los Animales Invertebrados”). Buffon concibe que las especies son descendientes de otras especies (así mismo el hombre) y define el cuello de las jirafas como consecuencia de la necesidad de comer sobre las ramas de los árboles; cree en la ley del desarrollo progresivo; lo que está expuesto en su “Zoonomía” es una avenencia entre los puntos de vista de Lamarck y del Dr. Erasmus Darwin (abuelo de Charles Darwin). Goethe se adhiere un poco a estas mismas ideas y es interesante destacar cómo insiste en saber por qué el ganado tiene cuernos y no para qué los usa. Estas ideas se manifestaron al mismo tiempo en Inglaterra con el doctor E. Darwin, en Alemania con Goethe y en Francia con Geoffrey Saint Hilaire (1794-1875).

El Dr. W. C. Wells en 1813, el Honorable Rev. W. Herbert en 1822, el Profesor Grant en 1826, Mr. Patrick Matthew en 1831, el célebre geólogo von Buch en 1836 (descripción física de las Islas Canarias), opinan todos lo mismo: que las distintas especies se transforman lentamente hasta llegar a constituir una especie permanente que no podrá cruzarse después. El profesor Haldeman, de América, expone algunos argumentos en 1843 sobre la hipótesis del desarrollo y modificación de las especies y, en 1846, el geólogo M. J. d’Omallius d’Halley publica su opinión en el sentido de que es más probable que las especies desciendan por modificación en vez de producirse separadamente. En 1849 el Profesor Owen habla ante la Asociación Británica acerca del arquetipo de ideas que se manifiesta en carne bajo diversas modificaciones, y él expone más tarde su criterio en el axioma de la operación continua de un poder creativo. En 1858 el mismo profesor confirma la diferencia de creación para el Apteryx de Nueva Zelanda y el Brezo Rojo de Inglaterra, que fueron, según dice, creados respectivamente en esas islas (aunque el filósofo tuvo que admitir que no sabía ni como ni por qué procedimiento).

M. Isidore Geoffrey Saint Hilaire durante sus conferencias en 1850 señaló que las características específicas están fijadas para cada especie si se perpetúa dentro de las mismas circunstancias, pero que se modifican si cambian las circunstancias ambientales. “En resumen, la observación de los animales salvajes demuestra la variabilidad 'limitada' de las especies. Los experimentos en animales salvajes domesticados después y en animales domésticos que pasaron al estado salvaje lo demostraron bien claramente. Dichos experimentos prueban además que las diferencias producidas pueden tener un “valor genérico”.

El Doctor Freke proclamó en 1851 que todo ser orgánico desciende de una misma forma primordial (Medical Press, Dublin).

Herbert Spencer en 1852 da a conocer la tesis sobre la creación y el desarrollo de los seres orgánicos. Argumenta sobre la analogía de algunas producciones domésticas y atribuye al cambio de circunstancias: todas las modificaciones de los embriones de las diferentes especies, la dificultad para distinguir las especies y sus variedades, y, el principio de gradación general. Trata igualmente de psicología basado en el principio que expresa la necesidad de adquirir gradualmente capacidades y un poder mental.

Naudin en 1852, como botánico aproxima la formación de las especies análogamente a las variedades de la cultura y de los últimos procedimientos, ¡lo cual él atribuye al poder de selección del hombre! Por su parte Dean Herbert piensa que la especie naciente era más plástica que ahora.

Fue en 1853 cuando el Conde Keyserling expuso su teoría de cómo han surgido en el mundo nuevas enfermedades causadas por ciertos miasmas en algunos períodos en que el germen de las especies existentes ha podido ser químicamente afectado por moléculas circunambientales de una determinada naturaleza y de este modo dar origen a nuevas formas.

M. Lecocq escribió en 1854: “Bien se ve cómo nuestras investigaciones sobre la fijación o la variación de la especie nos conducen directamente hacia las ideas emitidas por dos hombres justamente notables: Geoffrey Saint Hilaire y Goethe”. (Estudios sobre Geografía Botánica, tomo I, pág. 250).

El famoso botánico y paleontólogo Unger había publicado71 en 1852 su creencia de que las especies aparecen según las condiciones del desarrollo y sus modificaciones (lo que Dalton ya había expresado en 1821). Puntos de vista semejantes fueron manifestados por Oken en su obra mística “Natur-Philosophie”; igualmente Godron en su libro “Sobre la especie” menciona a Bory Saint Vicent, Burdach, Poiret y Fries como los que habían admitido que las especies pertenecen a seres continuamente producidos.

En 1855 el Rev. Baden Powell en “Essays on the Unity of Worlds” trata de una filosofía de la creación en la que rechaza el fenómeno de la casualidad, de la misma manera que Sir John Herschel manifiesta que la introducción de una nueva especie sería una contradicción para la naturaleza.

Von Baer en 1859 proclama la descendencia de una forma-parentesco para todas las creaciones actuales (véase “Zoologisch-Anthropologische Untersuchungen” y los trabajos del Profesor Rudolph Wagner).

En el mismo año el Profesor Huxley daba en la Royal Institution una conferencia sobre “Persistent Types of Animal Life”, el Dr. Hooker publicaba su “Introduction to the Australian Flora” y Charles Darwin publicaba finalmente su "Origen de las Especies" el 24 de noviembre de 1859.

Con todo el éxito que tuvo el darwinismo parece que ahora ha caído en desuso, las teorías de las especies no son ya discutidas con tanta insistencia y ¡otros problemas han venido a adornar las conversaciones en los salones!... Pasó de moda, hasta cierto punto, el hablar del “origen de las especies”. Hay que confesar que desde entonces varias nuevas teorías han venido a contradecir los testimonios del famoso naturalista. Tengo a la vista su edición inglesa de 1906 y simplemente con las definiciones de la pág. 671 y de las subsiguientes no puedo estar de acuerdo sin hablar de la “Paleozoic strata” la cual tampoco puedo aceptar tal como el Profesor Ramsay la ha presentado ni como Darwin la explica en el capítulo X de “El Origen de las Especies”, que a pesar de todo subsiste como una documentación clásica. Evidentemente, mejor que oír discutir que el ungulado (o cuadrúpedo ungulado) está ahora dividido en “dedos pares del pie” y “dedos impares del pie” y que el Macrauchenia de América del Sur es hasta cierto punto el eslabón entre estas dos grandes divisiones, hubiera sido examinar con más detenimiento el origen de esas variantes, creo yo! Dicho autor escribe, por ejemplo, en la página 471: “Nadie negará que el Hipparion es una especie intermedia entre el caballo actual y cierta clase de antiguos ungulados”... ¡Seguramente que no! Pero parece que Darwin, como naturalista eminente, hubiera podido ofrecernos más explicaciones. Es interesante anotar en el capítulo referente al “estado de desarrollo de la antigua forma comparada con las formas vivas” que los Foraminíferos hubieran tenido un resultado fatal si su existencia se hubiera producido en el período Laurentiano o si los Braquiopodes hubieran estado presentes durante la formación Cambriana, pues no hubieran tenido tiempo suficiente para el desarrollo de los órganos hasta el estándar al que naturalmente habrían podido llegar. Sin embargo, queda de hecho incierta la extensión técnica relativa al problema verdadero: la respuesta a la eterna investigación.

Los largos tratados de Charles Darwin me hacen pensar por asociación de ideas en Kant quien habiendo leído el apéndice de la obra de Clairaut: “Figura de la Tierra” se llenó de admiración de tal modo que se dejó llevar hacia esas superfluas ilustraciones que se encuentran en su “Crítica de la Razón Pura”, “Analítica Trascendental”, “Second Analogy of Experience”, con relación a la acción capilar.

Por todas partes se encuentra la misma acción analítica opuesta al sentido real que debería manifestarse en la mente de todos los Pensadores.

Aún los más versátiles parecen colocarse en determinada línea limitándose ahí a suministrar algunas definiciones técnicas frecuentemente fuera del alcance de la comprensión general, dejando al estudiante en un estado terrible de ansiedad, deseando indagar más, o al revés, deseando olvidar muy pronto lo poco que acaba de aprender.

Aparte de Spinoza que conserva los viejos modos del pensamiento y de Leibnitz por la novedad de su mónada, los otros, tales como Locke, Berkeley, Hume, Kant, siguen una misma corriente bien simbolizada por René Descartes quien, hay que admitirlo, no hace más que expresar definitivamente, en forma decisiva, lo que “flotaba en el aire” en su época. William James que a menudo aparece marcando una nueva etapa en la filosofía, similarmente representa, en cierto modo, la inauguración oficial de la influencia que ya existía en su tiempo. Sin embargo, como ya lo ha hecho observar A. N. Whitehead de Cambridge, queda un cierto bienestar ante el contraste de los ensayos de William James (“Does Consciousness Exist”) publicados en 1904, y los de René Descartes (“Discurso sobre el método”) publicados en 1637.

En la primera parte de “Principio de la Filosofía”, sección 31, Descartes dice: “Por ejemplo, debido a que ciertas sustancias cesan de resistir, cesan también de existir; duración no es diferente de sustancia excepto en el pensamiento”. El gran filósofo francés entendería con ello que ¿pensamiento y cuerpo existen sin más necesidad que su propia individualidad?

Descartes en sus distinciones de tiempo y duración y en la relación entre materia y extensión, en cierto modo se anticipa lo más ampliamente posible a su época en las modernas nociones sugeridas por la doctrina de la relatividad o en los aspectos de la doctrina de Henri Bergson sobre la teoría de la generación de las cosas.

Pero analicemos un poco más de cerca aquello que los comentaristas generalmente dejan en la sombra. En su “Meditación II” Descartes dice: “Debo admitir que no puedo comprender ni imaginándolo qué es lo que es el pedazo de cera y, sin embargo, es solamente el espíritu el que lo percibe. Más, ¿qué es eso del pedazo de cera que únicamente puede ser percibido por el pensamiento? La percepción no es un acto de la vista o del tacto ni tampoco de la imaginación y nunca ha sido nada de ese género, y, aunque tal vez formalmente fuera así, es únicamente una “intuición del espíritu...”. La palabra “intuición” es adoptada generalmente para traducir el término latino “inspectio” que emplea Descartes. No estoy de acuerdo con esta manera de traducir “inspectio” en ese uso clásico de la noción teórica que la opone al significado práctico. Incluso la palabra “intuición” es discutible e hice ya mención de eso en “Los Centros Iniciáticos”.

No quisiera entablar una discusión lexicológica, pero es lastimoso contemplar con qué ligereza son empleadas las palabras sin ninguna consideración para su auténtico sentido. La “inspección” (inspectio) no puede en ningún caso ser asociada con el intuicionismo que sería más bien el resultado de largas “inspecciones”. Bergson ha hablado suficientemente de esto; introduce en filosofía el concepto orgánico de la ciencia fisiológica, cambia el materialismo estático del siglo XVII, protesta contra la especialización que supone como un argumento contra el concepto newtoniano de que la naturaleza es cualquier cosa, excepto una alta abstracción. Su pseudo-anti-intelectualismo debe estar construido en tal sentido y, en cierto modo, recurre a Descartes, pero con un instintivo alcance de la biología moderna.

Algo más tendríamos que decir sobre la extrema dificultad de conciliar la religión con la ciencia, y triste es añadir cuán difícil es que la religión cristiana en particular sea explicable por la ciencia y que igualmente la ciencia sea aceptada por el dogma religioso. Se proclamó primero, autoritariamente, que solo el dogma cristiano tenía valor en contra de toda explicación científica; más tarde fue concedida una mayor tolerancia por los representantes religiosos. Se comprende, ahora que tanto la Ciencia como la Religión están en continuo desenvolvimiento porque no hay inmutabilidad ni en un caso ni en el otro. La Religión no es menos inmutable que la Ciencia, estando sujetos la una y la otra a constantes variaciones. En los primeros tiempos de la cristiandad había la creencia general entre los cristianos de que el mundo tendría su fin al mismo tiempo que la gente que vivía en aquella época. De hecho esto formaba parte de la doctrina y de la disciplina en que estaban organizados, y en el transcurso del tiempo la fe cristiana se modificó varias veces de acuerdo a las circunstancias, pues el tiempo y los acontecimientos en cierto modo hacen así la religión. Más de una vez los sólidos enunciados científicos fueron combatidos por los representantes del cristianismo.

En el año 535 el monje Cosmas escribía un libro intitulado “Topografía Cristiana” en el que sostenía, basándose directamente en los textos bíblicos, que ¡el mundo era un paralelogramo plano cuya longitud era el doble de su latitud...! En esa misma ocasión negaba las antípodas. Hay que añadir que se trató de un viajero que cuando hubo visitado la India y Etiopía prefirió retirarse a un monasterio de Alejandría, gran centro de cultura en aquella época.

Se recuerda que el movimiento de la Tierra fue condenado por un tribunal católico en el siglo XVII. En el siglo pasado la extensión del tiempo emplazada por la ciencia geológica puso en aprietos al pueblo religioso. La actual doctrina de la evolución coloca a la religión en constante conmoción y de esta manera la ciencia permanece incompatible con el sistema espiritual.

Pero sería injusto dejar creer que la religión fuera siempre falsa y la ciencia siempre verdadera. El hecho es más complejo en realidad, y resulta muy arduo explicarlo porque al fin y al cabo hay que hacer concesiones en las dos partes. En el curso de la historia, la ciencia no siempre ha tenido razón y la religión no siempre ha estado equivocada.

Así mismo el muy erudito jesuita Petavius ha demostrado que los teólogos de los primeros siglos del cristianismo hicieron uso de frases que después del siglo V habrían sido condenadas como heréticas. El Cardenal Newman ha elaborado un muy hermoso tratado polémico sobre el desarrollo de esta doctrina y jamás se retractó en el curso de su vida (lo escribió antes de convertirse en un gran eclesiástico católico romano).

La Ciencia todavía es más cambiante que la teología, pero esto ocurre a veces porque la Ciencia no ha sabido imponer con suficientes pruebas la veracidad de sus teorías, cuyas condiciones la religión ha discutido. A principio de la época medieval el cielo estaba en el área del paraíso y el infierno bajo tierra; quizá esta definición no estaba formulada por las altas esferas oficiales de la religión, pero ese orden de comprensión sobrepasaba con mucho el marco del simple pueblo. Se podrá obtener una idea de este género de explicaciones en los “Diálogos” del Papa Gregorio el Grande72 un hombre cuya alta posición oficial está superada por los servicios rendidos a la humanidad.

Yo he usado aquí la palabra “religión” en el sentido de religión cristiana por dos razones: porque, como ya manifesté desde el principio de mi libro, es mi deseo dirigirme al mundo occidental que es en particular cristiano y, además, porque yo discuto aquí de hecho cómo he evolucionado desde el católico que fui; es decir, que mi escrito es sobre todo la discusión que he emprendido conmigo mismo desde mi infancia, sostengo las controversias en este libro como las he tenido en el pensamiento muy a menudo, he investigado con los métodos que estaban a mi disposición y por ello esta obra es una continuidad evolutiva de mi método un poco a la manera de Descartes en su “Discurso”...

La religión cristiana está aquí traída a colación porque es necesario reconocer también que ninguna otra religión se atravesó jamás en el camino de la Ciencia.

En efecto, no presento este libro como un método o un tratado sino que es sencillamente la norma que me he visto encaminado a seguir; es que como intelectual he analizado y como occidental he criticado y poco a poco me he abierto un camino en este dédalo apocalíptico que es la investigación de la Verdad. Como dijo Alberto el Magno73: “El que penetra en sí mismo y así se supera, evoluciona verdaderamente hacia Dios”. Ello se comprende, desde luego, por medio de la introspección y por esto es que el método budista es quizá el mejor para el estudio del Ser y jamás está en contradicción con la ciencia verdadera (véanse los datos que expongo en “Misticismo en el Siglo XX”); pero, por mi parte, nunca pude adherirme enteramente a esta filosofía porque es demasiado pasiva y no podía satisfacer mi temperamento de acción (juicio que era completamente personal). Por lo demás ninguna conversión ha tenido lugar en mi vida. En el curso de mis estudios en busca de la Verdad no he hecho más que analizar, escudriñar, observar las diversas teorías que se ofrecen al mundo pensante y cuya esencia he tratado de extraer sin ligarme al dogma que solo estudiaba a título documental, siguiendo los ritos necesarios a fin de impregnarme del culto. Por esta razón no he abandonado nada, no he rechazado ninguna creencia, he adquirido, experimentado, aglomerado, conforme avanzaban mis observaciones, formando así una síntesis de los conocimientos y de las revelaciones como una especie de verdadera YOGA en toda la acepción de la palabra.

A través de las Artes, de la Ciencia y de la Filosofía el hombre busca una moral olvidando que ¡una moral para todo el mundo no existe! ¡Ni siquiera es posible encontrar una moral para todo un país, qué digo!, ni para una pequeña colectividad, y me remito entonces a lo que tan bien ha definido Ouspensky en “Fragmento de una Enseñanza Desconocida”, pág. 227: “Se dice a veces que la moral europea es la moral cristiana, pero ante todo la moral cristiana autoriza por sí misma un gran número de interpretaciones, y ¡muchos crímenes han sido justificados por esta moral cristiana!... La Europa moderna verdaderamente no tiene nada de común con la moral cristiana cualquiera que sea el sentido que a ésta se le atribuya. En todo caso, si es la moral cristiana la que ha conducido a Europa a esas guerras espantosas, ¿no sería preferible entonces mantenerse tan alejado como fuera posible de una tal moral?”. Evidentemente todo el mundo actúa siempre “por la buena causa”; y el autor continúa, pág. 229: “Cada quien se agita para servir al bien, ¡“como él lo entiende”! Pero cada uno lo entiende de manera diferente y por consiguiente los hombres se desgarran y se masacran “para servir al bien”. La razón no obstante es la misma: su ignorancia y el profundo sueño en que viven”.

La ignorancia, sí: he aquí lo que está en la base de los problemas sociales. La falta de conocimiento produce el dogmatismo y de esta intolerancia nacen las divisiones, las luchas, las guerras.

Se habla de moral cristiana, de amor, sin saber, al parecer, de qué se trata. La moral cristiana es algo diferente de lo que pueden enseñar la treintena de distintas religiones que se llaman cristianas. El amor es algo de que se habla a menudo sin saber dar los primeros pasos en ese vasto dominio, y como lo enseña bien el maestro Gurdjieff74: “El que quiere la Verdad no hablará nunca de amor o de cristianismo porque sabe cuán lejos está de ella. La doctrina es para los cristianos y estos son los que viven según el Cristo, es decir: que hacen todo según sus preceptos. ¿Pueden vivir de acuerdo con los preceptos del Cristo los que hablan de amor y de moral? ¡Naturalmente que NO! ¡Pero siempre habrá charlatanerías de esta clase! Sin embargo, hay una señal que no engaña: los que hablan de tal manera son hombres vacíos y no vale la pena perder el tiempo con ellos”. La enseñanza de Georges Ivanovich Gurdjieff se basaba sobre todo en el trabajo de un grupo en plena identificación con el Maestro. El había vivido en la India y en el Tibet y sus largas observaciones le habían hecho llegar a la conclusión de la eficacia de los chellahs que siguen ciegamente a su gurú. Sus propias palabras son (pág. 233 de su “Enseñanza”): “El conocimiento de su propia nulidad y solo él, puede acabar con el miedo de someterse a la voluntad de otro. Por extraño que ello pueda parecer, este miedo es, en efecto, uno de los mayores obstáculos que el hombre puede encontrar en su sendero. El hombre tiene miedo de que se le haga realizar cosas contrarias a sus principios, a sus concepciones, a sus ideas. Además, este miedo produce inmediatamente en él la ilusión de que realmente tiene principios, concepciones y convicciones, las cuales en realidad nunca ha tenido y que sería incapaz de tener. Un hombre que nunca, en toda su vida, se ha inquietado por la moral, ¡se espanta de repente de que se le haga hacer algo inmoral! Un hombre que jamás se ha preocupado de su salud y que ha hecho todo por arruinarla, comienza a temer que se le haga hacer algo que pueda serle nefasto. Un hombre que ha mentido a todo el mundo por todas partes y de la manera más descarada, tiembla a la sola idea de que se le pida que mienta. He conocido a un borracho que lo que más temía en el mundo era que ¡se le hiciera beber! Muy a menudo por el miedo a someterse a la voluntad de otro se le demuestra que nada podrá conseguir, sin comprender que una subordinación a la voluntad de otro, a la que se da conscientemente su adhesión, es el único camino que puede conducirle a la adquisición de una voluntad propia”.

Esta psicología de seguir una Vía trazada por un Instructor había sido abandonada desde hace mucho tiempo, pues el análisis individual había substituido la enseñanza de labio a oído practicada en los Colegios de Iniciación. La Sabiduría Antigua quería hombres perseverantes que recibieran la Ciencia Sagrada directamente de su Maestro, siendo solamente el sistema yoga el que permanece fiel a esta tradición. En cambio, por todas partes (desde las filosofías hasta las religiones más herméticas) la iniciación puede hacerse por medio de libros o de razonamiento personal; en las sociedades más secretas la enseñanza se ofrece al público con tal de que el neófito se tome el trabajo de buscarla; en obras de vulgarización se encuentran las “palabras de pase”, el “ritual”, el detalle de las ceremonias ocultas, pues de cualquier manera, hay que confesarlo, no queda ya gran cosa que salvaguardar del verdadero poder. Por el contrario, en yoga queda siempre la parte por recibir del Gurú; toda la preparación para el método puede hacerse sin ninguna ayuda, pero llega el momento en que el alumno tiene necesidad de consejos para las prácticas, que serían peligrosas sin la dirección de un Maestro.

En realidad, solamente la yoga sigue siendo una enseñanza verdaderamente iniciática, hace recurrir a un Maestro, a un Guía experimentado que facilite el trabajo de transmutación, que proporcione también el impulso indispensable para el “gran salto” (la gran Realización).

La época moderna parece retornar a esta psicología del Sendero Iniciático como en los tiempos de los Grandes Colegios de otras épocas. En efecto, la psicología vista como ciencia no data más que de 1833 con Herbart75, aunque Wolff en 1734 ya había hecho mención de ella en “Rational Psychology”. Lejos estamos de la clasificación de los cinco sentidos de Aristóteles, aún cuando Aristóteles tuvo otros conocimientos distintos al de estos cinco grupos que solamente pertenecen al plano físico. Sería necesario, evidentemente, partir de la simple fisiología para en seguida extenderse más lejos en el dominio psíquico. Con Joseph Gall el iniciador de la frenología se abrió un gran campo a la investigación, y es sobre todo Spurzheim (su colaborador hasta 1813) quien difunde esta especialidad. Indudablemente con Locke, Berkeley y Hume la filosofía se convertía por sí misma en psicología, pero todavía algo escapaba, como en las otras vías seguidas por Rousseau, Pestalozzi y Froebel.

En efecto, se tiene incluso la impresión de que cuanto más se habla de psicología también más se escapa a ella, pues en otras épocas los Antiguos estaban en pleno y verdadero dominio psicológico y no usaban palabras de significación similar a otras terminologías, mientras que ahora nuestro sistema en esta investigación científica parece ignorar enteramente la base del análisis. Sin embargo, como ya lo afirmé antes, se diría que nuestra época retorna a los métodos iniciáticos de antaño76.

* * *











... “No se evoluciona mecánicamente.

La evolución del hombre es evolución de su conciencia

y ¡la conciencia no puede evolucionar inconscientemente!

La evolución del hombre es la evolución de su voluntad

y ¡la voluntad no puede evolucionar involuntariamente!

La evolución del hombre es la evolución de su poder de hacer

y ¡hacer no puede ser el resultado de lo que suceda!

GURDJIEFF.



En efecto, entendida en el sentido tradicional, la INICIACION es el examen de los diversos métodos más que el análisis profundo de las diferentes ciencias o filosofías, pero de todos modos es necesaria una revisión de conjunto para identificarse con los sistemas. Después de estas largas observaciones, después de haber hecho la Tesis y la Antítesis, viene esta síntesis que es el puente entre los métodos analíticos y los sistemas intuitivos, para que finalmente deba producirse la Matesis, esto es, la Maestría completa del Conocimiento ofrecida precisamente por el Gurú, que es el Maestro, el Guía espiritual que transmitirá la palabra última a su discípulo.

La verdadera Iniciación no es la ceremonia de consagración a un grado más o menos auténtico, sino el estado de realización, porque la Iniciación es un estado de existencia, una iluminación, una revelación. Es necesario, pues, un lento proceso de estudio, para tener una comprensión justa de las cosas; a continuación vendrá el período de asimilación y, por último, la Luz que se hace gracias a la proyección individual del Gurú en el Chellah.

El Maestro ilumina a su Discípulo, lo forma, lo moldea, lo hace a su imagen, pero aquí sería necesario detenerse un momento para comprender correctamente el versículo 5 del capítulo II del Génesis. El texto original dice: “Nosotros haremos a Adam” y no “Nosotros haremos al hombre”. En estas palabras hay una diversidad que a primera vista tiene poca importancia teológica, pero que para los estudios bien equilibrados presenta al análisis una importancia capital. Por ejemplo, se seguiría difícilmente, que el hombre del que se hace mención en el versículo 26 de la Biblia, no exista todavía en el capítulo II, versículo 6!!! ¡Se habla de crearlo solamente! En ello no existe error siempre y cuando se quieran seguir los estudios de la doctrina secreta y de las versiones ocultas: el Hombre Universal existe en potencia desde un principio, después es formado en acto y, al fin, creado efectivamente, todo lo cual es del dominio de los Misterios Iniciáticos.

Evidentemente, es necesario comprender que los textos antiguos escritos en lenguas sagradas, en lenguas madres, pueden interpretarse de diversas maneras según los grados de Iniciación y los valores interpretativos están justamente en relación con la clave buscada.

Los textos de Moisés, por ejemplo, están escritos conforme a los tres sentidos habituales: sentido propio, figurado y jeroglífico77.

Los traductores del Génesis a menudo han dejado pasar estos diversos sentidos y de esta manera han alterado definitivamente la enseñanza bíblica. Lo que San Jerónimo explica por “inanis et vacua” (inane y vaga), es decir, “informe y vacía” (Génesis I, 2), como dice el texto moderno del Génesis, significaba según los Helenistas “invisible y descompuesto”, mientras que la versión samaritana lo interpreta como “distendida hasta la incomprensibilidad y muy rara”, y que se hace necesario exponer correctamente como: “potencia contingente de ser en una potencia de ser”, si se hubiera naturalmente traducido con comprensión la primera palabra, Beraeshith.

Esta primera frase del Génesis ha dado lugar evidentemente a los más variados comentarios y es un ejemplo de análisis de tipo excepcional para el estudio de la investigación de la Verdad78.

Algunos han analizado esotéricamente los versículos de la Biblia como St. Yves de Alveydre, pero ante todo sería necesario volver a tomar un buen procedimiento gramatical como lo ha observado Fabre d’Olivet, quien arregló su “Cosmogonía de Moisés” teniendo a la vista las cuatro versiones originales: la de los Samaritanos, los Targums caldeos, la versión helenística llamada de los Septantes, y la Vulgata Latina de San Jerónimo. Nosotros reparamos ante todo en una cuestión de lexicología. Algunas lenguas son muy ricas pero carecen de variedad de expresiones para manifestarse; una de las lenguas más variadas del mundo es el francés que tiene sus raíces en el celta y fue mezcla del franco y del tudesco, modificado por el godo y pulido por el griego y el latín. La lengua francesa da a sus verbos un número de “tiempos” que ninguna otra lengua puede conjugar; se cuentan hasta 2079.

Los etíopes, los egipcios, los asirios, los fenicios, los árabes, no conjugaban más que dos “tiempos”, pero estos no se deben interpretar exclusivamente como “pasado” y “futuro”, sino más bien como una base fundamental al servicio de las variaciones del lenguaje. Así por ejemplo, al comienzo del Génesis: “El creó” puede convertirse en “El había creado” porque, como lo ha hecho observar Fabre d'Olivet en su “Cosmografía de Moisés”, la expresión verbal “ella existía” se refiere a la Tierra, probando, pues, una creación anterior.

La mejor prueba de que el Sepher es incomprendido desde hace ya largo tiempo está suministrada por dos autoridades, primero por San Pablo en su Segunda Epístola a los Corintios, Cap. 3, y después por San Agustín en su libro del Génesis contra los Maniqueos I, Cap. 3, núm. 11. Este último se expresa exactamente como Fabre d'Olivet en su traducción de la Cosmogonía de Moisés.

Dictum est: In principio fecit Deus coelum et terram; non quia jam hoc erat, sedquia hoc esse poterat: nam et coelum scribitur postea factum. Quemadmodum si SEMEN arboris considerantes, dicamus ibi esse radices, et robur et ramos, et fructus et folia, non quia jam sunt, sed quia inde futura sunt-sic dictum est: in principio fecit Deus coelum et terram, quasi semen coeli et terrae cum in confuso adhuc esset coeli et terrae materia: sed quia certum erat inde futurum esse coelum et terram jam et ipsa materia, coelum et terra appelata est”.

(“Es decir, en el principio Dios hizo el cielo y la tierra no porque esto hubiera sido efectivamente sino porque estaba en potencia de serlo, pues está escrito que en seguida el cielo fue hecho. Es así como al considerar la semilla (semen) de un árbol decimos que ahí existen: las raíces, el tronco, las ramas, los frutos y las hojas. No quiere decir que todas estas cosas están ahí formalmente, sino virtualmente y destinadas a aparecer. Del mismo modo está dicho: En el principio Dios hizo el cielo y la tierra, es decir, la semilla del cielo y de la tierra, puesto que la materia del cielo y de la tierra estaba entonces en un estado de confusión. Como él estaba seguro que de esta materia debería nacer el cielo y la tierra, he aquí por qué era ya potencialmente llamada como cielo y como tierra”).

Se comprende muy bien que no es posible identificarse con un principio si al mismo tiempo se ignoran los detalles de su exacta significación; de igual manera el método yoga se convierte en un análisis especial hasta que la comprensión final produce la revelación total.

Es lástima ver con qué ligereza fueron traducidas las Escrituras. Tomemos por ejemplo el capítulo IX del Génesis. Allí advertimos una historia de Noé completamente simbólica que es más necesario comprender, como siempre, en el espíritu que en la letra. Si en el versículo 21 Noé planta la viña es necesario entonces comprender de qué viña se trata; pues lejos de referirse al aspecto material esta palabra en hebreo significa: elevación, exaltación, es un arbusto espiritual que correspondía ciertamente sobre todo a una asamblea deslumbradora, a una Academia, y de la misma manera sería necesario penetrar en el versículo que describe a Noé ¡bebiendo el vino!... Una vez más se sorprende uno y con justa razón de suponer a un Iniciado bebiendo vino (sin duda jugo de uva y aún debe tratarse de algo más simbólico). Como en el caso de DIONISO que era para el pueblo grosero, el Dios del vino, pero nosotros sabemos que era un emblema de Luz.

Es sorprendente constatar el poco conocimiento que tienen de las leyes esotéricas o aún de las reglas espirituales los personajes que, no obstante ello, se meten a interpretar las Escrituras. Cómo no comprender que “beber vino” es símbolo de estudiar (embriagarse de Conocimiento), al igual que “comer pescado era el símbolo de la asimilación de la enseñanza cristiana; cómo pensar, por ejemplo, que Jesús de Nazareth, Gran Iniciado, hubiera podido así beber vino o comer carne animal siendo que pertenecía a la Orden de los Esenios (Colegio Iniciático muy estricto en este aspecto) y además había hecho los votos de Nazareno (respetando, por lo tanto, las reglas ascéticas) y tampoco podía ignorar ciertas leyes antiguas de la Doctrina Sagrada. Ya se sabe cuánto se repita en la Biblia la palabra “pez” que quiere decir a menudo Estudiante de Iniciación (como “labrador” simboliza el segundo grado Iniciático) sin olvidar, por otra parte, que la época era precisamente la Era de los Peces, astronómicamente hablando, así como ahora estamos en la Era del Acuarius, desde 1948. El hecho de no comer carne animal está ordenado en todas las religiones no por un principio místico sino más bien por determinadas condiciones más profundas que las de una simple estética o creencia.

Está bien dicho en el Génesis, capítulo IX, versículos 4, 5, y 6, que “del principio homogéneo de la asimilación sanguínea vosotros no haréis vuestro alimento”. Esta prohibición que Dios hizo a los hombres de absorber sangre está muy precisa en el texto original: CHOL-REMESH ASHER HOUA-HAI LACHEM IHIEH L'ACHELAH: EH'IEREK HESBEB NATHATHI LACHEM AETHCHOL... AEH-BASHAR B'NAPHESH-O DAM-OLOA THAOEHELOU. (Toda cosa que se mueva, cualquiera que sea, a vosotros su existencia será para alimento, del mismo modo que la verde yerba. Yo os he dado todo en conjunto, pero la forma corporal que tenga la homogeneidad de su alma, de esa no consumiréis). Moisés, por boca del Eterno, prohíbe, pues, claramente, alimentarse de la sustancia corporal cuya alma lleva en sí la similitud a la carne del hombre. En samaritano la frase enseña, pues, a no alimentarse de la sustancia animal que se equipara al alma del Hombre Universal.

Evidentemente el conocimiento de las lenguas antiguas es muy útil80; cuántas sutilezas se escapan a los que no pueden leer el Chathibah Ashourith (significa literalmente, escritura asiria) que es el nombre del alfabeto hebraico sobreentendido como: ¡escritura soberana, primordial y original!

Qué riqueza, por ejemplo, la del versículo 5 del capítulo VIII del Génesis: RASHEI HE-HARIM el cual tiene tres sentidos como todos los textos en hebreo y quiere decir:

en sentido propio: las cabezas, los vértices de las montañas;

en sentido figurado: los principios, los comienzos de los engrandecimientos;

en sentido jeroglífico: los comienzos de las concepciones elementales.

Ninguna traducción puede dar la fuerza del original y cada vez que se vierte de una lengua a otra se pierde un poco de la verdadera significación.======

Las frecuentes citas del Primer Libro del Sepher81 se deben a que estas Escrituras figuran entre las claves del indispensable Saber y casi todos los problemas esenciales se encuentran debatidos dentro de su contenido. Veamos algo sobre la formación de Eva por Adam (en el capítulo II, vers 21): “Y él dejó caer, IHOAH, El-los Dioses, un sueño simpático (misterioso y profundo) sobre Adam (el Hombre Universal) quien durmió y el rompió de la unidad de sus envolturas (exteriores) y él cubrió con cuidado (él coloreó) con forma y belleza corporal la debilidad de ella”.

El comentario de Fabre d'Olivet lo explica bien: un sueño simpático es una especie de letargia (un sonambulismo) que se apodera de las facultades sensibles y las suspende por éxtasis, como dicen los helenistas, pero esto está lejos de ser lo que dice San Jerónimo “soporem”, simplemente un sopor. Del mismo modo la traducción habitual de “sus envolturas” en el sentido de hacer de ellas “una costilla”, ¡es verdaderamente mezquino! Evidentemente es infantil creer en la formación de Eva procediendo de una parte de la caja toráxica de Adam, más bien podría tratarse de la costa (la orilla, la playa) de Adam (comarca en la que habitaban los AD y los AM) que habría dado nacimiento una nueva parte de continente: dicho de otro modo, la colectividad de Adam formando una nueva rama, una nueva secta, otra familia, que va a establecerse en su frontera terrestre, en su costa, en el límite de su país. A menudo he expuesto otra teoría en los cursos de nuestros Colegios Iniciáticos; en dos palabras he aquí: en el Gran Manifestado (I-E-V-E) las dos polaridades están expresadas por la clave de poder (I o sea YOD) por la potencialidad (E-V-E). Desde luego, I (yod) es el soplo, la idea, El (en el sentido de Yo soy aquello que yo soy)82; y en seguida E-V-E (he-vau-he) es la manifestación (vida-forma-pensamiento) en cierto modo como en el caso de PURUSHA que siendo la esencia-principio (el Yod, la Clave, el Espíritu) envía su vibración sublime a PRAKRITI (que es el agente de su manifestación, EVA, la Naturaleza, el mundo material).

Es el macho (Adam-Yod-Purusha, etc.) desposando a la hembra (Eve-He Vau He-Prakriti, etc.) en la gran comunión (YOGA) de las polaridades.

Se comprende que Adam sea el ALEPH (primera letra del alfabeto hebreo), pero entonces ¿por qué esta mención del YOD (décima letra del alfabeto)?

A, es el primero de los caracteres en casi todos los idiomas. Es el símbolo del Hombre Universal, el jeroglífico de la unidad, la señal de poder, el artículo gramatical para los Rabinos, es el número 1 de la aritmética. De cualquier manera es posible compararla al hombre que Dios crea en el capítulo I del Génesis, en cambio YOD será el hombre que Dios crea en el capítulo II. Este paso de ALEPH a YOD, de l a 10 se explica...

10 es la expresión dinámica de la Unidad, es Dios en potencia de acto. Así al PADRE simbolizado por 1 se le adiciona el HIJO o sea el 9 para obtener un total que incluye la Unidad, pero la Unidad modificada por la exterioridad del cero, es el símbolo de una distancia inexistente (cifra nula) e infranqueable en el seno del Ser.

Es esta relación establecida entre el 1 y el 10 la que da la explicación del mundo manifestado y que es simbolizado generalmente por un círculo (igual a 360 grados). UNO es, pues, Adam (entendido como letra YOD que es igual a 10) y 360 es EVE (el círculo, la matriz de la cual saldrá el mundo en manifestación, la materia).

Uno es YOD (uno en potencia que se manifiesta en 10) porque la relación de sus números constituyentes produce 360 (el círculo) que simboliza el mundo manifestado. En efecto si elevamos al cuadrado los diez primeros números (con excepción del 5) tendremos 360. 12 = 1 + 22 = 4 + 32 = 9 + 42 = 16 + 62 = 36 + 72 = 49 + 82 = 64 + 92 = 81 + 102 = 100 total 360. De manera que el YOD es por lo tanto el PI Universal, es el verdadero ADAMAH que viene a unirse a EVA que puede ser considerada como el radio (el medio, la posibilidad) para expandirse en el mundo en manifestación y que está muy bien simbolizado por el círculo, caracterizado a su vez en sí mismo por las 22 letras del alfabeto hebraico (se recordará que las 22 letras divididas entre los 7 planetas dan esta fórmula universal de PI, o dicho de otro modo, 22 entre 7 es igual a 3,1428571... La Qabbalah, ciencia de los 2283 es la expresión de todos los problemas de la existencia, es el mundo en toda su manifestación (los 22 arcanos) y de ahí esta alegoría de Eva extraída de Adam (extracción de la polaridad material). Es el mundo físico, la naturaleza, la materia, el Akash, la forma, la virgen-madre, etc...., aislada del Gran Todo (IEVE) para que permanezca el Espíritu, la esencia-Substratum, el Prana, el Pensamiento.

Una palabra todavía para explicar la abstención del número 5 en la progresión de los números para obtener 360, descrita en el párrafo anterior.

El número 5 es verdaderamente esotérico, (la estrella de 5 puntas simboliza al hombre perfecto, brazos y piernas separados), es la característica del Hijo del Hombre (el Iniciado que se manifiesta). La clave 5 está basada en una parte esotérica (oral) y otra exotérica (escrita) cada una marcada con el 5, pero esta duplicación da nada menos que 10 (la letra I, el YOD hebraico) atribuido a la Identidad (Yug) en el doble Universo, pero esta clave obtenida, la I, se convierte en seguida escrituralmente en H o HE, equivalente a 5, (H o HE o E son equivalentes en la fonética semítica) la cual se vuelve a encontrar repetida en el nombre sagrado IEVE. Yod-He-Vau-He. Se comprende entonces que la similitud entre la 5ª y la 8ª letras (entre He y Heth) del alfabeto hebreo, dispense de usar el 5 en la progresión aritmética expuesta. Hay que notar también que 5 veces 8 (el He y el Heth) es igual a 40 (número de la imagen perfecta) que simboliza las pruebas místicas: los 40 días en el desierto de Jesús de Nazareth, la meditación de Mahoma, Alí Babá y los 40 ladrones (cuentos iniciáticos), etc.

Es interesante notar que el cuadrado de 5 más 1 es igual a 26 (variación del mecanismo del nombre divino en el primer mundo).

26 es igual al Yo soy, es el IHOH de la Existencia Divina.

El radical (su íntimo) de 26 es 13 que en etrusco equivale a IG y se lee en veda y sánscrito AG (según el método decimal: 1 y 3) que da nacimiento a AGni (o IGnis), símbolo del fuego (materia ígnea o fuerza del fuego espiritual), cuya inversión producirá GA y GI que en hebreo significa: Esplendor, y en veda: la potencia orgánica del agni que es también penetración universal, según el axioma: Nuestro Dios es un fuego devorador.

Volviendo a la enumeración de los números elevados al cuadrado y que totalizan 360, caracterizando también el círculo que simboliza el mundo manifestado, es conveniente ver cómo esta exposición se presenta en el dominio de la física. Tomamos, por lo tanto, los números elevados al cuadrado agregándoles Uno para obtener la significación siguiente:

22+1 = 5:

Aspiración al Conocimiento.

32+1 = 10:

Revelación.

42+1 = 17:

Símbolo del cloro. (El Sol negro).

52+1 = 26:

Símbolo del hierro. (Elementos marcianos).

62+1 = 37:

Soplo cósmico.

72+1 = 50:

Símbolo del estaño. (Expresión de personalidad).

82+1 = 65:

Símbolo del cloruro de plomo.

92+1 = 82:

Símbolo del plomo.

102+1= 101:

La Escala de Jacob.

393




Ahora bien, si tomamos los 7 números de los metales tradicionales cuya aleación es el electrum, obtendremos también 393, que es precisamente el total anterior. Hierro 26, cobre 29, plata 47, estaño 50, oro 79, mercurio 80, plomo 82, lo cual produce el electrum.

La comprensión perfecta de la escala de los símbolos (tal como se alude en “Fragmento de una Enseñanza Desconocida”) que abre la puerta de la misteriosa física hermética, daría la clave a muchos problemas tanto científicos como filosóficos, y además por qué creer todavía en dos dominios distintos siendo que uno es consecuencia del otro, como lo demuestra muy bien el sistema yoga.

Esas dos ramas del conocimiento son algo así como las dos vías de la Sabiduría Antigua (Análisis y Revelación) que reconocemos igualmente en la divisa alquímica: Solve-Coagula, lo que nos recuerda el sistema de las dos fuerzas opuestas ya demostrado por Parménides quien lo llamaba fuego etéreo y noche; o lo que Heráclito simbolizaba por vía de arriba y vía de abajo; Timeo de Locres le decía inteligencia y necesidad; Empédocles lo nombraba amor y odio, y Platón él mismo y lo que no es él! Renato Descartes decía movimiento y resistencia mientras que Newton lo formulaba diciendo: fuerza centrífuga y fuerza centrípeta.

* * *









Es muy peligroso para un hombre hacer uso en sí mismo de la

Luz del Conocimiento, no siendo aún dueño de sí mismo.

Jacob Boehme.

Dios es vida. El reconocimiento de

ello significa conciencia espiritual.

Radhakrishna.

La Luz no se ha hecho para estar escondida debajo del celemín, ha dicho Jesús el Nazareno, pero, no obstante, ofrecer el conocimiento a todos los que llegan puede acarrear consecuencias desastrosas, como nos ha sido permitido observar algunas veces. Confieso que muy a menudo no doy la última palabra de un problema: dejo que mis discípulos realicen por si mismos el último escalón, pues, en verdad, se puede encaminar por el Sendero a los discípulos, pero son ellos quienes deben hacer todavía un esfuerzo personal para entrever el estado final que no se puede explicar o enseñar, ese estado de iluminación que únicamente puede ser estimulado porque en realidad debe provenir del adepto mismo. Por ello existe un yoghismo84 que marca la línea a considerar para llegar al estado de la Yoga.

En un principio se piensa que la Yoga es una religión, una especie de secta o una colectividad de ascetas orientales. Incluso es necesario insistir en no confundir al “fakir” con el yoghi, en que no es el aislamiento de un contemplativo o el ascetismo de un místico, lo que hará de él un yoghi, pues todo es movimiento, e identificarse verdaderamente a todo es ser YUG.

Que algún aspirante al Sadhaka (buscador) prefiera encerrarse en una caverna, lejos de todas las civilizaciones, no implica que para ser yoghi él deba vivir así o en una ermita solitaria. Es un estado, una experiencia a probar (casi indispensable, es verdad) y es una etapa que corresponde ciertamente al estado final. Aún más, tomando en cuenta el carácter oriental, casi todos terminan su existencia física de esta manera, en condiciones meditativas. Una palabra más: la impresión general que existe de creer que el sistema yoga es un método oriental es tan errónea como decir que la filosofía es un descubrimiento griego.

El método denominado yoga debe su desarrollo a Patanjali, pero este pensador hindú de ninguna manera es por eso su inventor sino simplemente, y en cierta forma, el divulgador. Es un sistema de realización por el Conocimiento y no deben ser confundidos los yoghis con los místicos de la India, con los Sabios del Himalaya o con los filósofos de las riberas del Ganges. Es un hecho que la mayor parte de los yoghis provienen de la religión del brahmanismo (o de su derivado el buddhismo), pero también sería falso creer que todos los hindúes (habitantes de la India) son Hinduistas de religión. El hindú o indostano puede muy bien ser budista, musulmán, cristiano, etc., pero por su parte el yoghi no pertenece más a una religión determinada, no está limitado, por un dogma, ni depende más de una “etiqueta” o como se le quiera llamar. Los cristianos, los israelitas, los mahometanos, tienen todos las mismas oportunidades para llegar a ser yoghis: es simplemente una cuestión de evolución por medio de la voluntad, una ascensión por medio del saber, una adquisición de Sabiduría.

El sistema Yoga no proviene ni del Oriente ni del Occidente: es en Asia donde se ha desarrollado, es en la India (y en el Tíbet) donde ha habido la mayoría de adeptos, es el Oriente, en fin, el que ha resguardado el método tradicional, pero se ha practicado en todas las iniciaciones antiguas (sean de América, de África o Australia). En lo que se refiere a cultura física la Yoga es típicamente una gimnasia oriental, apacible, que se basa sobre principios no de fuerza sino de resistencia; su ritmo es una estética de la flexibilidad más bien que una práctica de energía. No obstante, se advierten posturas de hatha-yoga en algunas tribus negras del África en el momento de sus ceremonias; los aborígenes de Australia adoptan ciertas posiciones antes de su “corroborree” (ritos iniciáticos). Se han podido ver posturas idénticas a las posiciones de meditación (dhyana-asanas) tanto en los maorís como en los lapones y en los incas, así como en estatuas y jeroglíficos que prueban que los egipcios practicaban igualmente asanas del género de la hatha-yoga. Como siempre, todo hace pensar naturalmente en un mismo origen de orígenes y en que en vez de haber diferentes iniciaciones existe una sola INICIACION, la cual ha sido preservada por la Tradición, de labio a oído, de Maestro a discípulo, como Ciencia Sagrada conservada en el curso de las Eras por los Gurúes que la han trasmitido a sus Chellahs.

La sed de Conocer y la búsqueda de aquel que podrá satisfacerla, siempre se reconoce en todas partes, lo cual hace pensar también en la similitud que existe entre las lenguas con el ejemplo tan notorio de las palabras AGUA y QUE...

En chino, agua se dice “choui” que equivale también a “que” o “quien”. En hebreo י מ aguas es como י מ, “quien” o “quienes”. Lo mismo en latín aqua es el agua y las palabras que se parecen, como quis, quoe, quod, significan “que” y “quien”. Los teutones y los sajones emplean también palabras casi similares para denominar el agua (waser o water) y “que”, “quien” (was o wat).

Se dice aún que las siete vocales del alfabeto hebreo corresponden a los siete planetas de la tradición astrológica; en efecto, los siete caracteres: א ה ח וּ ו י ע designaban originariamente las vocales y simbolizaban al mismo tiempo en glifos los siete planetas:

א vocal dulce representada por la a.

ה vocal más fuerte representada por la e y la h.

ח vocal muy fuerte (pectoral) representada por la e, la h y la ch.

vocal obscura (encerrada) representada por la u y la y.

ו vocal brillante representada por la o.

י vocal larga representada por la i.

ע vocal gutural (profunda) representada por: ho y who85.

Esos glifos tenían una fuerza especial para transformar una palabra en otra, tomando un sentido más elevado, más superior conservando su relación con la primera en cuanto a la idea, pero transformándose (está bien dicho trans-FORMADA). Así por ejemplo ן ל מ Malach o Moloch, o sea un Rey, viene a ser con la vocal א aleph: ן א ל מ (Eon), un Ángel, es decir, una emanación divina, una Dignidad Real superior, por lo cual captamos mucho mejor el valor de א (Aleph) en el sentido cabalístico.

He indicado ya ese paralelismo entre los caracteres, que viene a probar un mismo origen en las escrituras86. Por ejemplo, los signos encontrados en los vestigios de un templo sepultado en Mato-Grosso, Brasil, parecen provenir de los últimos atlantes y se observan en numerosos alfabetos antiguos.

El signo , tan particular en el simbolismo, que se vuelve a

encontrar en un pórtico en plena selva brasileña, es idéntico al que se ve frecuentemente en las gráficas del México Antiguo; es también el Tau del

alfabeto griego que corresponde a la en Egipto, y que simboliza la

omnipotencia, la grandeza. Este motivo de un simbolismo sobre todo fálico expresa el acto del coito entre macho y hembra. Su variante en



Egipto era según la diferente expresión particular dada; en



la India tenemos la y en China la



El signo atlante significa indudablemente el yoni (sexo

femenino) que es representado idénticamente en el sánscrito; era el que

os egipcios expresaban como en los tiempos antiguos con el

fin de simbolizar la región del mons veneri (atributo femenino) usado seguramente sobre todo en los períodos matriarcales. Derivado del

anterior, otro de los caracteres atlantes es que también se le

encuentra en la paleografía fenicia como o aún todavía en

el signo moabita o en el de Tiro . En cuanto al

teth babilónico se escribía .

De mayor actualidad todavía resulta el importante signo que se ha

descubierto en los vestigios atlantes y que parece gemelo de

otro de los caracteres del alfabeto místico del Monasterio de Kounboum 87. Por lo demás, el “ta” sánscrito se le aproxima mucho en su



inversión , y el carácter chino (que significa



pasaje) es igualmente idéntico. La hierática egipcia nos ofrece

a representado como el ideograma de un ave rapaz:



Estas similitudes deben ampliarse con un pequeño esquema de ejemplos. (Ver figura 15).

Se dice que antes de los alfabetos solares de 22 letras 88 las formas de expresión estaban basadas en los nueve principales gritos de los animales (AB, AD, AG, AF, AM, AN, AR, AS, AW) en tanto que según los chinos correspondería a los ocho kouas que habían dado nacimiento a las 64 claves primordiales89 con las cuales los asiáticos han formado su gramática. Según la teoría iniciática prehistórica se trataría de 9 sílabas, provenientes de las variaciones de los 9 primeros sonidos, que unidas a HEL (el nombre de Dios) han formado la base del lenguaje original del Occidente. La palabra HEL, más tarde El o Al, según los acentos de los diversos dialectos surgidos inmediatamente, es una hipótesis muy satisfactoria para el nombre de la Divinidad, pues se piensa en el H, o Ha o Hh que era el nombre que empleaban las razas antiguas para simbolizar al Todo Poderoso y aún se vuelve a encontrar esta función superior de la H en los nombres de los Grandes Instructores como Hananpu (el Cristo de los mayas), Huiracocha (el Mesías de los incas); dentro de los Druidas era el Hu y los tibetanos se contentaban con una aspiración H para designar la primera manifestación divina. Se conoce también la importancia de escribir Jhesú en vez de Jesús para designar al Gran Nazareno, que se manifiesta verdaderamente como Hijo de Dios. Lo que se llama comúnmente en esoterismo la H de Poder, se encuentra igualmente en el monograma del Cristo de Judea. (Ver fig. 14). La H es, pues, indudablemente de origen creativo (es por ello que la H del alfabeto hebreo, con valor de 5, es excluida de nuestra progresión numerológica como ya lo hemos expuesto anteriormente). Es la aspiración original, el Soplo, el Prana.






FIGURA Nº 14










Los 9 sonidos de los animales fueron al mismo tiempo el símbolo de las 9 primerasx tribus, los 9 emblemas (totems) que expresaron entonces las patrias de una Raza y es por ello que nos quedan las banderas de los pueblos, los escudos, la heráldica familiar, y todas las insignias que han indicado poco a poco las categorías de los individuos y de las colectividades.

Excluyamos el Vattan, lengua sagrada que se remonta al origen de los tiempos, cuyo análisis nos llevaría demasiado lejos, y veamos simplemente una vez más las concordancias entre las lenguas antiguas. Existen en el maya tres clases de A según el sentido que








FIGURA Nº 16



se le da a cada una y las cuales manifiestan una idea diferente según caracteriza: el Absoluto, la Manifestación y la Generación Creadora. Elegimos, por ejemplo, el tercero de estos signos y tendremos no solamente el ideograma egipcio que le es similar, sino además un



FIGURA Nº 17

carácter descubierto en el sur de California proveniente de un continente desaparecido, así como un glifo similar que se ha descubierto en el antiguo Brasil y que sin duda representa el lingam. ¿No es curioso ver el mismo símbolo descubierto en dos lados opuestos del Atlántico? Como también por ejemplo uno en México que describe los “hombres al negro” que han civilizado a los bárbaros de la América Central 12.000 años antes de la era cristiana, y otro, un diseño idéntico encontrado en Egipto así como







México China y Egipto

FIGURA Nº 18



también otro en China... Esta Concordancia es mejor comprendida por los esoteristas que están al corriente de las similitudes entre los alfabetos (no precisamente en cuanto a los glifos sino principalmente en el sentido de la filosofía) que están en relación con las claves de Iniciación (Taro, Qabbalah, elementos de Magia, etc.) y en concordancia con la tradición de los símbolos planetarios.





LATIN

HEBREO

GRIEGO

CHINO

TARO

CONSTELACION

ESPIRAL DE VIDAS

CLAVES

A

Aleph

Alpha

Tseu

Juglar

Grulla

Mente

Hombre-Dios

B

Beth

Betha

cheou

Papisa

Cabeza de Aries

Serafín

Casa

C

Guimel

Gamma

Yn

Emperatriz


Osa Mayor

Querubín

Verbo

etc.,

etc.







FIGURA Nº 19







Esto lleva inmediatamente a pensar en la arqueometría, esa Ciencia Sublime que permite la reconstitución de cualquier mitología, historia, religión, filosofía, ciencia o arte de la Antigüedad.

Ciencia desgraciadamente muy poco conocida, de la cual se servían los antiguos para sus composiciones musicales, poéticas, arquitecturales, teogónicas, etc. Con la ayuda de la Arqueometría se hilvana el conocimiento de las causas: adecuando los colores según las necesidades, las formas según los imperativos, las filosofías según las reglas bien definidas, las ciencias según una comprensión perfecta.

El Arqueómetro es un instrumento que debería ser difundido en nuestros días para aplicaciones profesionales, artísticas, religiosas, pero ¡ay! el sentido de la verdadera estética parece perdido para siempre. Saint Yves d'Alveydre ha renovado esta Antigua Ciencia; presentó un sistema iniciático basado en las concordancias guamétricas de la gramática sánscrita, hebrea, veda, de acuerdo a sus respectivas vibraciones. Pero actualmente parece que ya son pocos los adeptos de ese Gran Hombre de Pensamiento que siguen trabajando en la difusión de su método.

La Arqueometría es un léxico universal condensado en una veintena de significaciones esenciales que son como la clave de lenguaje. El secreto de esta construcción se encuentra en los alfabetos de las lenguas primitivas porque están ordenados de tal suerte que cada letra es un jeroglífico que corresponde a un principio cósmico o psíquico. Estos alfabetos son como las llaves del Verbo Humano, como un reflejo del Verbo Divino que se dirige a nuestros diversos sentidos (forma, color, sonido, etc…). (Ver figura 20).

El más antiguo alfabeto de la India, el Magadhi, que se desarrolla a través de cinco familias (devanagari, pali, dravidiana, oceánica y tibetana), es, relativamente, el mismo alfabeto moderno cuando uno se asoma al origen de las lenguas. La historia de la palabra da aclaraciones sobre el método evolutivo de la humanidad en su carácter esotérico e iniciático. El sánscrito, o mejor dicho el devanagari que es su nombre correcto, proveniente de un pueblo que se estableció en el Bharat-Wersh, contiene 49 letras (33 consonantes y 16 vocales) de las cuales la séptima es el Avatar, lo cual da una luz más acerca del cuadro que acabamos de exponer y recuerda que existen 7 chakras principales para ser desarrollados conforme a 7 planos (7 veces 7 igual a 49), a 7 sentidos (de los cuales únicamente 5 están en función en la mayor parte de los humanos) y los cuales deben estar virtualmente reforzados antes de que se iluminen los chakras por el ascenso de kundalini. Cada una de las letras del alfabeto sánscrito está dispuesta simbólicamente sobre los pétalos de cada loto (chakra) constituyendo una palabra sagrada para ser pronunciada en un mantram especial a fin de obtener la indispensable función vibratoria para poner en movimiento los diferentes centros nervo-psíquicos.










Es de notar que las 16 vocales del alfabeto están acomodadas en el Chakra Viccuddha o lo que es lo mismo en el plexo faríngeo, centro de la palabra (emanación de la tiroides); estas vocales en el centro de la garganta, en el número 16, donde se encuentra precisamente el centro de fuerza caracterizado por el lotus de 16 pétalos, hacen pensar en la importancia del modo de expresarse con el sonido y cuya variación tan rica constituye la característica del Hombre. Es necesario mencionar que el Chakra Vicuddha es el primer centro que está por arriba de la condición física en lo que se refiere a los elementos en acción pues se encuentra en el elemento Eter (los cuatro primeros chakras están simbolizados por: Tierra, Agua, Fuego y Aire). De tal modo que, además de esta cualidad con respecto del mundo material corriente que hace pensar en una condición semi-divina (es Mercurio quien rige este centro, el planeta intermediario directo entre los dos mundos, que en Grecia estaba considerado como el Mensajero de los Dioses), es el chakra que verdaderamente nos pone en contacto con el mundo supra-normal (clariaudiencia). Aún hay que advertir que los svaras (vocales) están dispuestos sobre IDA en tanto que los pranis (consonantes) son recibidos por PINGALA, porque las vocales son consideradas como de esencia divina, mientras que las consonantes son más bien estimadas como de creación humana. Hay, pues, 16 vocales en este alfabeto: 2 veces 8, dicen los chinos, porque son 2 combinaciones de 8 kouas (por el Yinn y por el Yang); igualmente en la progresión teosófica de las cifras tendremos un mecanismo interesante (uno más seis igual a siete) que estará en paralelo una vez más con los 7 Espíritus Divinos.

Las 33 consonantes son las letras de las criaturas animadas y asociamos este punto de Qabbalah con los 33 grados de comprensión (32 vías de la Sabiduría, 32 Caminos que emanan de uno a otro de los 10 Séfiros en las combinaciones del Árbol de la Vida para realizar el Ain-Soph), que son precisamente los 33 grados de las asociaciones secretas, las 33 creaciones humanas para alcanzar el Principio Único.

En lo que concierne al hebreo (el idioma puro de los antiguos egipcios) la historia estima que el origen procede del patriarca Heber, pero acaso ¿no se trata de un epónimo o de un simple símbolo gramatical? La palabra misma, Heber, significa: colocado atrás, más allá, o también alejado. El hebreo es anterior al árabe aunque los dos parezcan rivalizar en antigüedad, y un vestigio de ello se encuentra en la palabra habri o harbi que significan lo mismo: de la palabra hebrea “Habar” se deriva “Habri” que significa “un hebreo” y de la palabra árabe “hâbar” se deriva “harbi” que significa “un árabe”...

La lengua hebrea se perdió completamente después de la cautividad de Babilonia y los hebreos se transformaron en judíos (sin lengua original). Seis siglos antes de la era cristiana es formado por los idiomas asirio y fenicio el dialecto siríaco, llamado arameo. No obstante, el hebreo persiste no solo como el idioma de los rabís (en el sentido exacto de la palabra Maestro) sino aún como el medio de expresión de los esoteristas y de los cabalistas. Las profundas bases de su constitución se descubren en las Escrituras Sagradas. Acaso ¿no se ha dicho en el SEPHER (original de la Biblia) que cada letra es la expresión de una vibración planetaria, de un sentido tanto físico como psíquico, en una palabra, una concordancia del Macrocosmos con el microcosmos, una voluntad divina en las actividades individuales?

En el Sepher Yetzirah Cáp. V, vers. 4, se puede leer: “A las 7 letras dobles (b, g, d, k, p, r, t) El las ha trazado, tallado, mezclado y equilibrado. El ha creado con ellas los planetas, los días, las aberturas del rostro”. En el versículo 5: “El ha hecho reinar el BETH y El le ha atado una Corona (Kether) los ha combinado el uno con el otro y El ha creado con ello: a Saturno en el mundo, al Sabath en el año, a la boca en las personas”. Versículo 6: “El ha hecho reinar el GHIMEL y El ha atado una Corona, los ha combinado el uno con el otro y El ha creado con ello: a Júpiter en el mundo, etc.”

Y de esta manera la descripción de las 7 letras está en correspondencia con los 7 planetas, los 7 orificios de la cabeza del hombre, etc....






FIGURA Nº 21



Advertimos evidentemente que los elementos en juego están de dos en dos (el órgano de la vista tiene dos polaridades, el oído posee igualmente un lado positivo y uno negativo, así como el olfato) aunque uno de ellos es central y por lo tanto está solitario. Visto en el aspecto de la ciencia numerológica, el 4 está solo, equilibrado, aislado y podemos situarlo en medio del espacio para operar una proyección matemática en cuanto a la búsqueda de los cabalistas. Abelio, en su libro “La Biblia, documento cifrado”, ha hecho una exposición magnífica del asunto.

El 4 está colocado en medio de SEIS direcciones fenoménicas del Espacio y los otros tres grupos de dos constituyen el diámetro del círculo. Nosotros obtenemos el SELLO de SALOMON:






Disociando los tres grupos diametrales obtenemos todas las combinaciones posibles para los seis números colocados de dos en dos, es decir, 8 variaciones de posición.

OCHO posiciones y aquí tenemos de nuevo el número simbólico del esoterismo chino.

El punto de partida de la Tradición Iniciática en China es la oposición y la combinación de dos fuerzas: el Yinn y el Yang, las dos polaridades que corresponden en cierta forma a las dos columna B:. y J:. de la francmasonería occidental, pero en su INICIACION REAL y no en el sentido simplemente simbólico de la francmasonería de especulación.


















FIGURA Nº 23



El Sello de la Sabiduría, como es algunas veces llamado, es rico en filosofía a pesar de que es de los más simples gráficamente. El Gran Pensador Lao-Tzé lo mantenía en sus manos durante sus meditaciones y aún hoy numerosos discípulos de la Luz se concentran teniendo delante este símbolo. (Como un mandala).

En un círculo que caracteriza al mundo en manifestación se adivina un centro de la circunferencia que está en el límite de los dos mundos simbolizados por la parte blanca (la luz) y por la parte sombreada (las tinieblas). No se trata del infantil “Bien y Mal” de los filósofos occidentales sino de las dos fases de la instrucción esotérica. Los dos puntos de concentración epigénica constituyen el elemento AIRE que mantiene el equilibrio tanto como el elemento TIERRA que es representado por la circunferencia que caracteriza el mundo físico y la materia. La parte blanca es la que asciende: es el elemento FUEGO; la parte sombreada es la que desciende: es el elemento AGUA. De estas dos fuerzas en acción Yinn y Yang) surgen los cuatro elementos que conocemos y de su combinación (2 veces 4) resulta por sí mismo el célebre trigrama, que es llamado de Fo-Hi. Así mismo con ese número de 8 combinaciones aparecen también maquinalmente los grupos que constituyen la numerología cabalística del Sello de Salomón.







FIGURA Nº 24







El Yang (principio masculino) es la Unidad (simbolizada por una línea entera) en tanto que el Yinn (principio femenino) es el binario (simbolizado por una línea dividida). Con la ayuda del macho y de la hembra tendremos en las tres laminillas caracterizados los principios positivo y negativo según los elementos, y, por consiguiente, toda una filosofía que ha sido por ello poco hilvanada.

La naturaleza de cada tema es analizada en esta forma a la luz de los kouas. Una enfermedad para los chinos representa un exceso de Yinn o de Yang, y un temperamento es consecuencia tanto de las vibraciones Yinn como de las Yang. Esta particularidad de la composición de cada cosa fue comprendida por los alquimistas de la edad media que también consideraban al Todo compuesto por tres elementos de principios sintéticos resultantes de la densidad, del punto de fusión, de la resistencia y de la conductibilidad de los metales.

Estos tres principios eran: el azufre (coloración y sonoridad), el mercurio (maleabilidad) y la sal (que une el azufre al mercurio). Bien entendido, esos principios no tienen nada que ver con los cuerpos nominativos designados así en el lenguaje habitual. Por ejemplo, se dice: el Oro proviene del Mercurio y del Azufre puros y fijados; la Plata proviene del Mercurio impuro, pero fijo, y del Azufre impuro y no fijo, etc.

Los símbolos que se emplean son:



Azufre: Mercurio : Sal : y



Volvamos al análisis de nuestro Sello de la Sabiduría: Yang Yinn en el círculo ofrecen el símbolo del ternario que por dualidad aún hace resaltar el mecanismo del 3 al 7. He aquí los tres elementos básicos: la circunferencia, la parte sombreada y la parte blanca; la trinidad que se encuentra por todas partes como ya lo hemos estudiado largamente. En cuanto al simbólico SIETE aparece aquí en las siete particularidades de esta gráfica: la circunferencia, su centro más dos centros para formar las partes blancas y sombreadas (lo que compone 4), la curva serpenteada que forma la frontera entre las dos partes y las dos superficies mismas que suman en total SIETE elementos en el dibujo. Este paso del 3 al 7 es el misterio de los Séfiros que son representados por 3 superiores y 7 inferiores. En el Sello de Salomón el simbolismo del 7 se presenta por las SEIS puntas de la Estrella en UN círculo (6 más 1 igual a 7).




FIGURA Nº 25



Evidentemente cada vez se trata de la misma significación presentada con métodos diferentes. El Sello de Salomón (o Estrella de David) ofrece múltiples símbolos que pueden ser comprendidos mediante la meditación, pero que solamente el estudio cabalista puede revelar enteramente. Este símbolo no es el único misterioso en su género sino que es la reproducción de otros que son tanto más profundos cuanto más se está apto para comprenderlos.

En todo caso ya se puede comprender por qué se ha dicho que este símbolo caracteriza el equilibrio de los mundos. En efecto, el Sello de Salomón representa sobre todo el balance perfecto entre el microcosmo y el macrocosmo. Por ello indudablemente se debe insistir en los números inscritos alrededor de sus puntas. Un triángulo presenta los números 6, 20 y 120 y el otro los números 5, 60 y 360. Con estos valores guamétricos pasamos a aplicar la transposición de sus valores secretos90.

Tenemos entonces:










Es decir, dos triángulos de Valores Secretos exactos. En efecto, 351 es igual al V. S. de 26 (que es la cifra de arriba) y 435 es el Valor Secreto de 29 (que es la cifra de abajo).

Repetimos que 26 (dos veces 13) es el número de la CHRIST-alización, es decir, la manifestación perfecta del microcosmo, en tanto que 29 es el número simbólico de la Tierra antes de su inmersión o sea la expresión macrocósmica por excelencia. Los Valores Secretos de 60, 120 y 360 no son tomados en consideración desde luego para no emplear números demasiado grandes que después habría que extraer del número del avatar (lo que complicaría la explicación), aunque sí se podría hacer notar que constituyen los valores de los aspectos astrológicos perfectos: 60° o sextil y 120° o trígono son la armonía-tipo de la ciencia planetaria, y en cuanto a los 360° están fuera de cálculo puesto que son el valor del círculo entero por lo cual se volvería a lo mismo: al valor de una conjunción de astros.

Así pues tenemos: el Espíritu y la Materia según el punto de vista de la Involución y de la Evolución; dos triángulos, el uno con la punta hacia arriba y el otro con la punta hacia abajo, cuyo simbolismo fue tan frecuentemente vulgarizado y originó tantas discusiones para probar la superioridad del uno o del otro. . . Contentémonos con expresar que no hay superioridad ni inferioridad; simplemente se trata de métodos diversos; el triángulo con la punta dirigida hacia arriba implica una evolución hacia el Altísimo, la espiritualización de la materia, mientras que el de punta hacia abajo expresa el símbolo de la involución del Espíritu en la materia, la materialización del espíritu. El uno se comprende en el sentido del método a seguir y el otro en cuanto a los recursos que están a la disposición. Así, por ejemplo, si se descompone el Sello de Salomón bajo el análisis de la filosofía hindú, tendremos de una parte a Shiva y de otra a su Shakti, dicho de distinta manera, Espíritu y Materia, la Fuerza inherente y el poder potencializado, el Espacio y el Tiempo de la Ciencia moderna. Resta por el momento descomponer la Estrella de 6 puntas en dos triángulos con sus particularidades y tendremos al uno con el método y al otro con el objeto:





SHIVA SHAKTI

Espacio Tiempo

Espíritu Materia






              1. FIGURA Nº 26

En el estudio de las cosas o en la aspiración a lo Divino, la idea, el principio, la búsqueda, están siempre dirigidos hacia un Ideal Sublime que es para felicidad sobre la tierra. Existe, pues, en otras palabras: la Existencia Absoluta, la Felicidad (Ananda); el Conocimiento, la Consciencia Universal (Chit), y la Existencia Verdadera o el Ser (Sat).

Los medios, los sistemas, las posibilidades que se ofrecen son siempre diversas y según la elección resultan más o menos provechosas para las facultades. Existe la actitud ignorante, la incomprensión de las leyes, la existencia sin principios definidos, es el estancamiento debido al TAMAS-GUNA y su alimentación de carne y absorción de alcohol. Existe también el medio pasional, la energía desparramada con intención en el mal, la necesidad de recomenzar experiencias y pruebas debido al RAJAS-GUNA con alimentación de pimientos excitantes. Por último el sistema de la pureza, la evolución según el proceso de las leyes naturales, una vida de realización, es el avance gracias al SATTVAS-GUNA y su dieta vegetariana con frutas y productos frescos.

Estos gunas (cualidades) ofrecen a los humanos las posibilidades que ellos merecen de acuerdo con el género de vida escogido; cada quien forja su propio camino más o menos rápidamente según sus miras y sus deseos pues el resorte natural hace existir la Libre Elección y tan solo basta poner en acción su Voluntad.

En cierto sentido, el triángulo con la punta hacia arriba puede ser entendido como PURUSHA que es simbolizado por las tres ideas, todas en el dominio del espíritu (entendiendo la felicidad ananda no como dicha terrestre, el conocimiento chit no como una curiosidad intelectual, la realidad del Ser Sat no como materia manifestada) que viene a unirse a PRAKRITI (triángulo con la punta hacia abajo) simbolizado por los sistemas del dominio físico.

Purusha91 es la aspiración el Prana, el Soplo, el “en el principio era el Verbo”. Prakriti es la manifestación, el Akash, el “y el Verbo se hizo carne”; Purusha simboliza a Prakriti antes de su manifestación, así como Prakriti expresa a Purusha materializado; es el desequilibrio provocado por el primer Soplo cuando se iba a realizar la experiencia del caos (el instante precedente al pasaje bíblico: “y el espíritu cerníase sobre las aguas”) que ha formado el mundo materia, y es el equilibrio que nuevamente restablece la reintegración total al Gran Todo. La Realización de ello, la perfecta comprensión de este principio, la total adhesión átmica a este principio, quiere decir YOGA. De ahora en adelante muy bien se puede simbolizar con la Estrella de Salomón (sin que por eso haya que retrasarse en evocar el símbolo que algún tiempo ha sido la gráfica particular de una doctrina). En Alquimia no son solamente tres elementos (azufre, mercurio y sal) los que participan en la materia, por lo cual la estrella exagonal del Sello de Salomón se hace explícita meditando en ella como un símbolo alquímico, puesto que la verdadera Alquimia es Yoga de cualquier manera. Recordemos los símbolos de los cuatro elementos de la química antigua:





Fuego Agua





Aire Tierra



FIGURA Nº 27



Por consiguiente el Fuego y el Agua forman una Estrella de David e igualmente el Aire y la Tierra. El elemento FUEGO produce la sequedad y la solidez (Azufre), el elemento AGUA es húmedo y esencialmente fluido (Mercurio) y uno y otro están sometidos a la influencia de un principio único, una materia que los filósofos herméticos llaman AZOTH (Espíritu Universal).

Ello nos impele a considerar el análisis físico del origen:

Es Demócrito en nuestro mundo occidental el primero en exponer la teoría de los átomos; este filósofo griego de hace 25 siglos explica que no existe sino diferencia aparente en todo, pero que la base de la composición es la misma. Este jnana-yoghi de hace 2.500 años fue a menudo mal interpretado, más tarde es Lucrecio el que divulga el atomismo, por decirlo así (con un poema “sobre la Naturaleza de las cosas”). El tema quedó así por mucho tiempo hasta que en 1661 Robert Boyle llamó la atención sobre la importancia de una perfecta comprensión de las leyes de la naturaleza; sin embargo, es Isaac Newton quien con su descubrimiento de la ley universal de la gravitación permitió nuevas investigaciones. (En su libro sobre óptica afirma: “Acaso ¿las pequeñas partículas del cuerpo no tienen un poder, unas virtudes, unas fuerzas, con las cuales puede ser ejecutada una acción a distancia? Acaso ¿no es una acción de la una a la otra la que produce una gran parte del fenómeno de la Naturaleza? La atracción de la gravedad, el magnetismo, la electricidad, se producen a grandes distancias, pero pueden existir otras que no tengan efecto sino a pequeñas distancias y por consiguiente escapan por ahora a la observación”.

En 1780 el francés Lavoisier cataloga 50 elementos con precisión y abre definitivamente la puerta del análisis y de la estadística.

He aquí en seguida confirmado que nada se crea ni nada se pierde o como lo enuncia la mística: No hubo comienzo ni habrá fin.

La prueba de que la materia no puede ser destruida se verifica mediante una experiencia bien sencilla. Si se pone sobre el platillo de una balanza una vela encendida dentro de un receptáculo cerrado se observará entonces que aunque la vela quede completamente consumida el peso permanece idéntico! Mejor dicho, la cantidad de materia es siempre la misma aunque las características hayan cambiado. Se podrá fácilmente tener la explicación tangible de que la llama de la vela que se evapora en forma de gas, invisible a simple vista, constituye sin embargo una materia que existe efectivamente con un peso y una composición química, pues la desintegración de la cera produce carbón y agua, lo cual puede ser fácilmente analizado colocando una pantalla por encima de la llama para recuperar el carbón producido por la combustión de la vela y situando así mismo la vela bajo de una campana de vidrio para observar las gotitas de agua que se acumulan sobre las paredes interiores. El agua está compuesta de dos elementos (hidrógeno y oxígeno), pero uno de ellos, el oxígeno, no puede provenir como producto de la vela sino simplemente de lo que la llama ha sustraído del aire para poder arder (la vela está compuesta de hidrógeno y carbono los cuales se separan al ¡consumirse la existencia material de la vela!).

Esta desaparición de la vela bajo otras formas no constituye el único ejemplo pues así acontece con todas las cosas sobre el haz de la tierra; transformación (cambio de forma) es el principio eternal de la evolución. Tomemos un bloque de hielo sobre el cual se pasa un hierro candente y advertimos un humo que se escapa y una parte del hielo que se transforma en agua; así de una vez obtenemos tres elementos de un mismo producto debido simplemente al principio de la temperatura (materia sólida, líquida y gaseosa); según las consideraciones de tiempo y espacio, se comprenderá fácilmente la transformación del ser humano y por ende el problema de la supervivencia. El Dr. Duncan Mac Dougall declara que el ser humano pierde de 14 a 26 gramos en el momento de la muerte. Sabemos, por otra parte, que ocurre una pérdida de 17 centésimos de miligramo después de una hora y media de que el cadáver haya sido pesado caliente; es el fluido vital (el alma que se escapa) que se evapora esta vez por una razón bien diferente que en la primera pérdida. Nada tiene de sorprendente que solo muy difícilmente se perciban estas emanaciones, pues hay ciertos cuerpos que al mezclarse pierden densidad y no es necesario para observarlo recurrir a experiencias ocultas. Apliquemos, por ejemplo, 500 c.c. de agua a 500 c.c. de alcohol; esta mezcla debería dar normalmente 1.000 c.c. pero no es así sino que ¡nos da solamente 934 c.c.! Esta mezcla de volúmenes iguales que no da el producto esperado, se debe a que estos líquidos están constituidos por partículas y las partículas de uno se introducen en las partículas del otro. Según una célebre teoría se sabe que el mundo entero está hecho de átomos rodeados de espacio vacío.

El átomo se presenta como un núcleo de protones y neutrones circundados de electrones y esa misma constitución de tres elementos en juego es la base de todos los átomos; solamente la disposición y el número de electrones y protones hacen que un átomo difiera de otro.

El átomo más simple es el del hidrógeno con un solo protón y un solo electrón; el helio tiene dos protones y dos electrones; el lithio posee tres electrones (el último gira en una órbita mayor que los dos primeros). El uranio es por ahora el átomo más complicado con sus 92 electrones dispuestos en 7 órbitas concéntricas (seven concentric shells) en torno a sus 92 protones y 146 neutrones.

Se puede establecer una tabla de los elementos naturales como sigue:



Nombre

Símbolo

Peso atómico

Número de electrones por átomo

Nombre

Símbolo

Peso atómico

Número de electrones por átomo

Hidrógeno

H

1.0

1

Plata

Ag

107.9

47

Helio

He

4.0

2

Cadmio

Cd

112.4

48

Lithio

Li

6.9

3

Indio

In

114.8

49

Berilio

Be

9.0

4

Estaño

Sn

118.7

50

Boro

B

10.8

5

Antimonio

Sb

121.8

51

Carbono

C

12.0

6

Telurio

Te

127.6

52

Nitrógeno

N

14.0

7

Yodo

I

126.9

53

Oxígeno

O

16.0

8

Xenón

Xe

131.3

54

Fluor

F

19.0

9

Cesio

Cs

132.9

55

Neón

NE

20.2

10

Bario

Ba

137.4

56

Sodio

Na

23.0

11

Lantano

La

138.9

57

Magnesio

Mg

24.32

12

Cerio

Ce

140.1

58

Aluminio

Al

27.0

13

Praseodimio

Pr

140.9

59

Silicio

Si

28.1

14

Neodimio

Nd

144.3

60

Fósforo

P

31.0

15

Prometeo

Pm

147.0

61

Azufre

S

32.1

16

Samario

Sm

150.4

62

Cloro

Cl

35.5

17

Europio

Eu

152.0

63

Argón

A

39.9

18

Gadolinio

Gd

156.9

64

Potasio

K

39.1

19

Terbio

Tb

159.2

65

Calcio

Ca

40.1

20

Disprosio

Dy

162.5

66

Escandio

Sc

45.1

21

Holmio

Ho

164.9

67

Titanio

Ti

47.9

22

Erbio

Er

167.2

68

Vanadio

V

51.0

23

Tulio

Tm

169.4

69

Cromo

Cr

52.0

24

Yterbio

Yb

173.0

70

Manganeso

Mn

54.9

25

Lutecio

Lu

175.0

71

Hierro

Fe

55.9

26

Hafnio

Hf

178.6

72

Cobalto

Co

58.9

27

Tantalio

Ta

180.9

73

Níquel

Ni

58.7

28

Tungsteno

W

183.9

74

Cobre

Cu

63.5

29

Renio

Re

186.3

75

Zinc

Zn

65.4

30

Osmio

Os

190.2

76

Galio

Ga

69.7

31

Iridio

Ir

193.1

77

Germanio

Ge

72.6

32

Platino

Pt

195.2

78

Arsénico

As

74.9

33

Oro

Au

197.2

79

Selenio

Se

79.0

34

Mercurio

Hg

200.6

80

Bromo

Br

79.9

35

Talio

Tl

204.4

81

Kriptón

Kr

83.7

36

Plomo

Pb

207.2

82

Rubidio

Rb

85.5

37

Bismuto

Bi

209.0

83

Estroncio

Sr

87.6

38

Polonio

Po

210.0

84

Ytrio

Y

88.9

39

Astatino

At

211.0

85

Zirconio

Zr

91.2

40

Radón

Rn

222.0

86

Columbio

Cb

92.9

41

Francio

Fa

223.0

87

Molibdeno

Mo

96.0

42

Radio

Ra

226.1

88

Tecnesio

Tc

99.0

43

Actinio

Ac

227.1

89

Rutenio

Ru

101.7

44

Torio

Th

232.1

90

Rodio

Rh

102.9

45

Protactinio

Pa

231.0

91

Paladio

Pd

106.7

46

Uranio

U

238.1

92











Elementos creados por el hombre:

              1. Neptunio

              1. Np

              1. 237.0

              1. 93

              1. Plutonio

              1. Pu

              1. 239.0

              1. 94

Americio

Am

241.0

95

Curio

Cm

242.0

96



Es posible aún crear teóricamente ocho elementos más. Esta posibilidad de predecir el descubrimiento de nuevos elementos, incluso conociendo sus propiedades, no implica un método muy especial; se sabe que Dimitri Mendeleiev92 predijo las características de algunos elementos todavía desconocidos en su época, particularmente cuando proporcionó en 1871 el peso, el volumen, la densidad y el punto de ebullición del elemento 32 que era entonces desconocido y también determinó que dicho elemento sería una sustancia no afectada por los ácidos o los álcalis.

Cuando fue descubierto el germanio (elemento 32), únicamente quince años después, fue comprobada la exactitud de la “predicción”, la cual pudo producirse gracias a la serialización de los elementos producidos. Existen solamente dos elementos (en estrecha relación) que forman excepción: esta “anomalía” sobreviene con las tierras-raras (elementos del 57 al 71) con los elementos transuránicos (del 93 al 96).

El profano difícilmente puede representarse el átomo y solo podría ilustrársele con la comparación de nuestro sistema solar en miniatura. En efecto, alrededor de un núcleo positivo (compuesto de uno o más protones) gravitan los electrones negativos que son una exacta representación del Sol con sus planetas, y así como la Tierra gira sobre su eje de rotación también los electrones giran sobre sí mismos balanceándose. El átomo está compuesto de protones (granos de electricidad positiva) y de electrones (granos negativos). El diámetro del protón equivale aproximadamente a la dos milésima parte del átomo.

El electrón es una cienmilésima parte del átomo (su energía es de 80.000.000 H. P. por segundo).

El positrón es la masa positiva aislada del protón (igual a la masa negativa del electrón).

El neutrón constituye la masa neutra aislada del protón (igual a la masa del protón).

No existe más que un solo tipo de protón o de electrón, pero en cambio existen 92 tipos de átomos y es simplemente según la disposición de los protones y de los electrones que los átomos se diferencian y forman las moléculas. Para fijar en la mente la noción de las dimensiones moleculares habría que recurrir a un pequeño análisis de observación que permitiera a los 29 billones de billones de moléculas de hidrógeno contenidas en 1 cm3 formar alineadas 10 veces la distancia de la Tierra a la Luna. Las moléculas son neutras, están en movimiento perpetuo y son las que componen los cuerpos (sólidos, líquidos y gaseosos), por ejemplo un centímetro cúbico de cualquier gas a cero grados de presión normal contiene 29 billones de billones de moléculas.

La radioactividad ha demostrado que los cuerpos se transforman al mismo tiempo que se desintegran; por transformaciones sucesivas se llegaría al átomo último (el Eterón) y este puntículo de Eter facilita además el análisis según el cual la materia desaparece y aún llegaríamos al experimento en el que algunos átomos que permanecen al vacío en el tubo de Crooks dan origen a tres clases de rayos que son conocidos con el nombre de alpha, beta y gamma. En seguida están los rayos ultragamma que provienen de más allá de la Vía Láctea (generalmente se ha creído que vienen solamente del Sol), y para qué prolongar más el estudio si tendremos forzosamente de un momento a otro que decidirnos a reconocer una primera Vibración y bautizarla con el nombre que se quiera, si ello es para escapar al término DIOS... En todo caso, este Principio-Vida no puede ser desmentido, todo empieza por ahí, y ese origen común de todas las cosas en este mundo establece bien la Justicia perfecta que nos hace parte de un Gran Todo del cual debemos realizar la Idéntica Esencia, tanto en lo inherente a los principios orgánicos como en los inorgánicos, y tal Identificación constituye el YUG.

* * *







Los hombres no son gobernados

por sus instituciones, sino más

bien por su carácter”.

Gustavo el Bueno.





Meng Tzeu iue:

"Ou wei wenn wang ki,

eul tcheng jenn tche ic,

houang jou ki,

i tchonj tien hia tche hou".


Mencius dijo:

"Nunca he oído decir que quien haya reformado el imperio se haya deformado a sí mismo, y menos aún que

el que hubiese reformado el imperio se hubiese deshonrado a sí mismo”.

En todas partes sé da fe de los buenos principios, de la moralidad soberana, de un culto perfecto, sin embargo, reinan la injusticia, la corrupción y la angustia.








¿Qué es lo que sucede entonces? Que cada uno cree tener la Verdad, la Sabiduría infusa, el supremo grado de evolución; se disputan las prerrogativas de la enseñanza, cada quien quiere su autonomía, ¡las iglesias batallan por su “clientela”, las asociaciones por sus “miembros contribuyentes”! Mientras tanto el mundo se muere y la voz de cristo repite para los que aún tienen el valor de escucharle: Amaos los unos a los otros.

Bellas citaciones son numerosas en este sentido:

No ofendas a los demás para que no te aflijan (De las escrituras budistas: Udana-Varga).

Lo que a tí te molesta no lo hagas a tu prójimo (De la enseñanza israelita del Talmud).

No hagas a los demás lo que no te agrade que te hagan (del gran filósofo Confucio).

Nada de ello se lleva a cabo; se grita, se agita y se hace ruido para ¡no entender su propia a voz interior! Como dice una popular oración shintoísta: “Nuestros ojos pueden ver las suciedades ajenas, pero a nuestro espíritu no debemos dejarle ver las cosas que no son limpias. Nuestros oídos pueden escuchar las suciedades, pero a nuestro espíritu no hay que dejarle oír cosas que no son limpias”.

¿No será que el ser humano tiene miedo de sí mismo? Complejo de inferioridad, diríamos en el psicoanálisis, pero más o menos todo el mundo está bajo un complejo como lo sabemos en psicología, y ¿entonces? Pues bien, se debe buscar el liberar a los seres humanos de ellos mismos; separarlos de su personalidad para hacerlos nacer en su individualidad pura. Un gran personaje ha dicho: “El hombre es bueno, pero la sociedad lo corrompe”. ¿Qué se debe entonces reformar? ¿El hombre o la sociedad? Sería peligroso tratar de abarcar directamente a la colectividad entera, la arriesgaríamos a un éxtasis colectivo, a un remolino perturbador, y al riesgo de perder definitivamente a la humanidad entera, al menos por una buena generación. Para ello pienso mejor en un método simple de cocina que consiste en que, cuando se ha “cortado” una mayonesa no se debe remover en su totalidad, sino que por el contrario debe ser recobrada poquito a poquito y así se elimina en el sedimento una porción de esa materia y poco a poco se le añade al producto un algo de vinagre; se prueba una muestra y se bate en forma de círculos más y más grandes para volver a tomar a cada momento un poco más del producto mal elaborado e incorporarlo a la nueva pasta compacta que progresivamente va tomando esa bella apariencia exquisita tan apreciada de los gastrónomos.

Se ha dicho que “nadie, recorriendo su propio camino, ha encontrado a Dios” (Ram-Das). Aquí volvemos a mencionar la necesidad de una enseñanza, de una dirección, de una línea de conducta a seguir, de un Maestro. En efecto, todos los Grandes Sabios han tenido su Guía, los iniciados han tenido primeramente que seguir los consejos de un INICIADO, los Instructores de la Humanidad han tenido todos su Maestro. Jesús el Nazareno primero estuvo bajo la autoridad de Juan Aschai (llamado el Bautista) quien a su vez había sido formado en la escuela de Elkesai, etc.

Es fácil abjurar de libros, de enseñanzas, de escuelas, de Maestros, etc., cuando se ha terminado una instrucción, pero se debe primero pasar por el estadio de saber de qué se trata y sentirse complacido de aprender entre tanto la parte que se pueda de esa disciplina, que a veces se desdeña tan pronto como se supera el período obligatorio, pero no así su necesidad, pues a menudo se le requiere mucho todavía. ¿Cuáles son esos “espíritus avanzados” que niegan el camino que ellos mismos han recorrido? No se necesita quemar aquello que se ha adorado.

Indudablemente que se tropieza con una multitud de prejuicios y de incomprensiones debido a la ignorancia. Cuántas veces he tenido que explicar las particularidades de algunas costumbres, las razones del culto, los hábitos de raza, que bajo una simplicidad aparente esconden una profunda significación. Por ejemplo, muchos se sorprenden viendo pasar a los monjes buddhistas con sus brazos izquierdos envueltos bajo su simbólico hábito amarillo. Es una simple actitud que adoptan estos bikhús? Claro que no; son demasiado sabios para detenerse en semejantes consideraciones acerca de su indumentaria; la razón es más profunda. El lado izquierdo fue siempre considerado como el más noble porque los Sacerdotes de la Antigüedad se volvían hacia el Sol teniendo el Polo Norte a su izquierda (y el Sur a su derecha) sabiendo perfectamente que un hemisferio está más elevado que el otro y que un Polo de nuestro planeta está de tal modo superior al otro que permanece inclinado sobre la línea equinoccial. Las costumbres antiguas admitían que siempre el lado izquierdo estuviera más cubierto y en muchos pueblos el brazo izquierdo aún se envuelve durante la oración; los judíos tienen todavía cordones especiales para este uso.

¿Cómo llegar rápidamente a esta educación de la humanidad? La meta es la liberación, pero ¿cuántos son los que comprenden esta palabra? Evidentemente cada uno en su dominio, cada uno, en su elemento; el que tiene alas hace por volar, ¡el que no las tiene trata de arrastrarse...! Alguien ha dicho: ¡“Quien quiera ser admitido entre los ángeles debe esforzarse en vivir como ellos en el transcurso de este esbozo de vida”! Alimentarse con carne de un cadáver es ingerir la muerte, es ¡renunciar a la verdadera vida! La matanza organizada de los animales es el comienzo de una ley acción-reacción que ¡sepultará a los humanos! Esta lucha que emprendemos contra las leyes naturales ofende a la Naturaleza que para vengarse produce un crimen (llamado guerra) con el fin de absorber por millones a los vándalos que la han mutilado. Todos los pensamientos son creadores, el más mínimo gesto está precedido de un mecanismo cerebral, de ahí que las vibraciones que emanan del cuerpo físico se propagan en el espacio. La más pequeña reacción brutal repercute no solamente en el ambiente, sino que aún es captada por otro cerebro en receptividad que inmediatamente se encuentra impregnado de esa misma idea y por este hecho con un deseo de igual brutalidad. Se conoce este fenómeno de una idea dentro del aire. ¡Cuántas veces varios sabios hacen el mismo descubrimiento al mismo tiempo! Los inventores son sorprendidos numerosas veces por las noticias oficiales de que otras personas se adelantaron a ellos, aún residiendo en otro país, y se explica todo así, simplemente porque la idea que ellos proyectan emana de su cerebro al espacio y si esa misma vibración es captada por una persona apta, pondrá en ejecución el mismo proyecto. ¿La consciencia colectiva de que habla Jung no está en cierto modo relacionada con este orden de ideas? Conocemos esa psicosis de guerra provocada por algunos políticos hábiles (o ¡comerciantes de cañones!) ¿Por qué no crear entonces una psicosis de Paz?

Lo ideal sería un gobierno mundial de Yoghis, pero he aquí que los yoghis no se ocupan del gobierno y ¡ni siquiera están organizados en una colectividad! Ellos son libres como los pájaros que surcan los cielos...

En todos los tiempos un solo país fue preservado de las revueltas y de la guerra, el Tibet, cuya forma gubernamental es la Teocracia pero no de manera enteramente iniciática, sino en forma religiosa organizada; esta pequeña deficiencia repercute en su tranquilidad, pues así desde hace mucho tiempo el sistema carece de su perfección y por ello no es sino cuestión de tiempo para que sea perturbado en su serenidad. Definitivamente se debe recurrir a las formas de gobiernos iniciáticos instituyendo una Teocracia científico-esotérica con los Sabios a la cabeza de una institución mundial basada en los verdaderos valores de los elementos. La Pre-Antigüedad, si se puede llamar así a las civilizaciones que florecían hace 50 o 100.000 años, fue una Edad de completa calma durante miles de años gracias al sistema y a la forma de organización social que erigía en su dirección a los Iniciados, quienes gobernaban tanto espiritual como culturalmente. Una Dirección Espiritual Mundial, con Centros Organizadores en cada país, con Colegios Iniciáticos por regiones, una jerarquía de Sabios, una Aristocracia del espíritu, una Comunidad libre, un mundo donde florezca el Pensamiento Humano a través de una Moral Universal, para todos conveniente y sin perjuicios para nadie.

Nuestra sociedad actual se revuelca en un cenegal sin nombre y parece feliz así, ignorando que existe una agua clara, una vida cristalina; es como un hombre que se complaciera entre sus excrementos mientras existen verdes praderas; la humanidad parece gozar de vivir sobre un montón de detritus sin saber que existen picos nevados en donde la atmósfera es pura. ¿Por qué vivir, pues, en infames y hediondas malezas cuando existen tantos espacios libres surcados de arroyos cristalinos? Es doloroso constatar esta ignorancia tanto más cuando aquel que tiende la mano para elevar a sus hermanos hacia las regiones más dignas ve rechazada su oferta por aquellos que a pesar de todo desean continuar su existencia de larva ciega retorciéndose incansablemente en las suciedades más inmundas. En efecto, cuando se carece de miembros se está limitado a arrastrase, pero al fin nuestras alas son fáciles de descubrir: es suficiente estudiar un poco de simbolismo, si no contamos con la Fe en nuestro sistema de posibilidades a realizar. Existe precisamente la Fe con la cual se pueden “remover las montañas”, como dijo el Gran Nazareno, pero para aquellos que no tienen esta facultad, para toda la masa humana que no ha sido tocada por la Gracia, para todo ese mundo que no considera posible cumplir el milagro de la higuera seca ni aún conforme la promesa de Jesús el Nazareno... entonces, para esta mayoría de multitudes que pueblan la Tierra, les queda el estudio, el análisis y el Saber. Es en el simbolismo que se encuentra la Vía, que es la más fácil tan pronto como se han captado algunas claves, porque ellas abren entonces las puertas “del jardín del Templo” y en seguida es necesario por medio de la experiencia trepar las escaleras del pórtico para venir a tocar al portón del Santuario mismo. En términos claros, el simbolismo ofrece la ventaja de una comprensión rápida, una sincronización de conocimientos al alcance de aquellos que no tienen grandes posibilidades intelectuales ni los períodos disponibles para largos estudios de detalles.

Por medio de estas nociones esotéricas se pueden trepar las escaleras, es decir, progresar en el sendero iniciático donde las diversas experiencias individuales son requeridas para presentarse delante de la puerta del Santuario a fin de cumplir el “tocad y se os abrirá”. Es entonces el momento sublime en el cual “cuando el discípulo está preparado aparece el Maestro”, sin olvidar jamás que discípulo viene de disciplina... Corresponde al estudiante ir al encuentro de su Guía, corresponde al Chellah ponerse a los pies de su Gurú, porque jamás es el Maestro quien se asigna un adepto.

Como los ejemplos han sido dados en el curso de la historia de la humanidad, ¿por qué tratar de obstinarse en ensayar otra cosa cuando todo ha sido intentado y nada ha dado resultado? Se debe remirar entonces el ejemplo de las civilizaciones antiguas que han gobernado iniciáticamente el mundo en otros tiempos, en aquellos períodos de oro, aquellas edades de paz, aquellas épocas de Sabiduría.

Se debe primero voltear hacia la raza americana a la que el sabio Spiden atribuye 10.600 años de antigüedad, sin mencionar los archivos esotéricos que nos enseñan que había civilizaciones que reunían Sabios en este continente hace algunos 1.000 siglos!

La teoría de que la América debe su nombre a uno de los primeros navegantes que desembarcaron en el continente, es decir, Américo Vespucio, no es tan acertada porque en realidad debería tratarse de Albéric! Cuando Alonso de Ojeda pasó por Centro América en 1499, los indígenas de la costa de Cumara denominaban ya al continente entero con el nombre de Amérriqua que quiere decir en lengua maya: el país de los vientos. Los vestigios de esta civilización, las piedras, los templos encontrados, todas las excavaciones emprendidas en nuestra época actual tienden a probar definitivamente la prioridad incontestable de esta civilización por encima de todas las otras. Hace cerca de 12.000 años que los Mayas difundían por el mundo el ritual secreto de sus creencias, la síntesis original de sus conocimientos, el código de sus leyes y las tradiciones de sus costumbres. Los aymarus (“aquellos que levantan la voz”), es decir, los Superiores de los Amautas (sacerdotes) han dejado enseñanzas de las cuales el mundo de hoy todavía busca la significación; los sabios se interesan por las lecciones dejadas por esos Grandes Iniciados y apenas tienen los preliminares del alfabeto Maya!… Son los aymarus quienes han dado su nombre a la lengua aymara (lenguaje sagrado del Imperio Maya) que es un idioma-clave que resuelve los enigmas de otras lenguas. Se encuentran en él raíces del atlante, del sánscrito, del hebreo, del tibetano, etc., y en lo que concierne a las civilizaciones americanas de más allá del siglo XV antes de J. C., época en que reinaba Inti-Kapac, el 5° monarca pirhua, se debe recurrir a la doctrina esotérica. Todo lo que generalmente sabemos de los toltecas es solamente con referencia a aquellos que llegaron al Anáhuac (primer nombre de México) en el año 667; el establecimiento de los aztecas en México data solamente de 1216, sin embargo, originarios del Aztlán (tierra de la aurora) tienen, no obstante una civilización precedente a aquella que aprendemos en nuestra historia habitual; no conocemos de los Mayas, de los Incas, etc., sino los pueblos ya medio degenerados que los españoles encontraron durante su conquista de América. Se ignora casi todo lo de aquellas espléndidas civilizaciones de Iniciados que es para nosotros una prehistoria!

Como todos los grandes Estados modernos los españoles tienen una mancha de sangre sobre su pasado, y con su guerra civil han empezado a expiar el asesinato de los aztecas y de los incas! La América del Sur está destinada al más brillante porvenir, es la eterna repetición de la historia; ella va a acoger la élite de las otras partes del mundo y será la fuente de un esplendor y de una renovación cultural; por otra parte, debido al electromagnetismo del globo (que cambia coincidiendo con la época acuariana a partir de 1.948) el centro espiritual del mundo se establece poco a poco en la cordillera de los Andes en el mismo lugar donde hace millares de años el Santuario Supremo resguardaba a los Grandes Maestros.

La era de los mecanismos no será más que uno de los más negros episodios de la historia de los hombres: se hablará de la edad de las máquinas como de la más tenebrosa de la historia humana!

Al emerger un continente donde el agrandamiento y surgimiento de islas en el Pacífico permitiera equilibrar la desaparición de las razas corrompidas, tendría nuevamente desarrollo una gran Edad, como antes del hundimiento de la Atlántida y la Lemuria. Este “fin del mundo” (o mejor dicho de un mundo, es esperado en todas partes y todas las profecías lo mencionan) puede ser evitado, sin embargo, mediante la emanación de fuerzas armónicas, pues de hecho el fin de un estado de cosas no proviene más que de un desequilibrio: basta sostener el equilibrio para conservar tal estado. En pocas palabras, el desequilibrio que se hace más y más fuerte y que será la causa de un enorme cataclismo proviene del estado de alma de la mayoría de los humanos, por lo cual bastaría educar suficientemente aprisa a la humanidad para evitar esa gran catástrofe y dicha educación viene a quedar en manos de los Iniciados quienes van a intentar una prolongación de la raza humana.

Estos cataclismos se producen por períodos regulares y cada vez es salvada solamente una parte de la humanidad (es el mito de Noé con el diluvio que vuelve a acontecer en todos los pueblos variando solamente los nombres o las manifestaciones pero conservando la misma idea de prolongación de la raza por selección eliminativa) con el fin de conservar la Sabiduría Antigua. Naturalmente se trata de los elegidos, los escogidos, los discípulos de la Luz.

A pesar de estas catástrofes y estas perturbaciones la Tierra incansablemente gira y girará todavía 50 billones de años antes de que el Sol consuma los planetas de su alrededor y marque así el fin de nuestro sistema. Se realiza difícilmente que nuestro sistema existe desde hace tres billones y medio de años, desde que estalló una estrella vecina del Sol (supernovae) (según la teoría de Fred Hoyle y Raymond A. Lyttleton de la Universidad de Cambridge).

Con el sistema hindú del tiempo se realiza mejor su duración, pues sus cifras son más elocuentes así en la magnitud como en la pequeñez para hacer comprender las medidas que delimitan tanto nuestra propia vida como la existencia de la humanidad entera.

UNIDADES

VALORES HINDUES

VALORES EUROPEOS

Un día y una noche de Parabrahm

200 Yugas de

Brahma

92.725.120.000.000.000.000.000 años


Chatur-Yuga de

Brahm

12.000 años de

Brahma

463.625.600.000.000.000.000 años

Un año de

Brama

365 días y noches

de Brahma

38.468.800.000.000.000 años


Un día y una noche de Brahm

2.000 yugas

de Devas

105 120.000.000.000 años

Manvatara

71 yugas de Devas

3.731.760.000.000 años

Yuga de los

Devas

12.000 Chatu-Yugas

52.560.000.000 años

Chatin-Yuga

4 Yugas o 12.000 años-Devas

4.380.000 años93


Año de los Devas

365 días de los

Devas

365 años


Día de los Devas

12 meses terrestres

1 año

Día de los Pitris

30 días terrestres

1 mes

Día terrestre

30 Markutas – 60

Gharis

24 horas

Makurta

30 Kalas - 2 Gharis

18 minutos

Kala

30 Kabitas (4 Palas)

1 y 3/5 minuto

Casta

18 Nimeshas

(8 Vipales)

3 y 1/5 segundos


Nimesha

260/3 Trutis

8/45 de segundo

Para el uso de los astrónomos o mejor diría yo de los Astrólogos, hay que señalar que el tiempo se cuenta desde que se levanta el Sol, de la siguiente manera:

24 horas equivalen a 60 Gharis.

1 Gharis equivale a 24 minutos,

1 hora equivale a 2 Gharis y medio (o 155 Palas).

Los ciclos siempre han jugado un gran papel en el Tiempo pero nos parece nuevo que los hindúes o los mismos orientales en general hayan comprendido mejor estos valores; nuestro tiempo medido en “años” o “siglos” o aún en “milenios” qué representa en comparación de la historia de la humanidad pasada y futura; se requieren cifras de otro orden para asimilar la importancia del Tiempo en lo tocante a las generaciones civilizadoras.

Un Kalpa equivale a 4 billones 320 millones de años terrestres.

Un Maha-Yuga es igual a 4 millones 320.000 años.

El ciclo llamado caldeo de 432.000 años existe también entre los chinos y la revolución entre los egipcios (36.000 años) equivale a la doceava parte de la de los chinos y caldeos (36.000 x 12 igual a 432.000), o sea la 120ª parte del Maha-Yuga de los hindúes.

6.480 perdura como un número muy interesante (señala la Era Adámica) y poniendo en juego los ciclos dentro de los ciclos en 4/10, 3/10, 2/10 y 1/10 del gran ciclo nos dan los períodos de 2592, 1944, 1296 y 648 que constituyen fechas notables en nuestro calendario occidental.

Es de notar como recreación numerológica que 648 más 18 da 666 (el número de la bestia!), es decir, 37 ciclos de 18 años; 37 es igual a 18 (período lunar) más 19 (período solar).

El período VAN del Tibet es de 180 años el cual proporciona a 72, a 30 y a 18 años como derivados notables.

Volvamos a nuestros ciclos de la Tradición Hindú. El SATYA-Yuga (Edad de Oro) es la primera Edad, la que corresponde a la revelación de la Verdad por el estudio de los Vedas y la observancia del Dharma; es el período que puede corresponder a Apolo. El TETRA-Yuga (Edad de Plata) es la segunda Edad, la que caracteriza las Leyes de Manú y de los Upanishads, en la que el hombre encuentra muy difícil adherirse a las estrictas leyes de los Vedas, tomando así muy superficialmente la literatura conocida con el nombre de Smriti; su comienzo es marcado por la entrada del Sol en Cáncer y su fin en los últimos grados del Escorpión. El DWAPARA-Yuga (Edad de Cobre) es la tercera Edad y simboliza la época en que el hombre abandona las reglas de las prescripciones smritis y toma ejemplo en los Puranas; el final de esta época está marcado por el Sol terminando su ronda en los últimos grados de Tauro. El KALI-Yuga (Edad de Hierro) constituye la cuarta Época y señala la completa destrucción del Dharma (forma de la vida correcta) mediante la revelación de los Tantras para la liberación del hombre; este período termina con el Sol en Acuarius. El signo del Acuarius es simbolizado por Juno, la diosa que hace caer las cadenas de la esclavitud.

La entrada del Sol en la constelación del Acuarius (Aguador) indica en esta ocasión (se comprende que el Sol vuelve a esta constelación cada 25.920 años)94 una época más importante porque coincide con el fin de una gran Edad (naturalmente se requieren varias rondas zodiacales para completar estos grandes Ciclos o Yugas).

La Era Acuariana es de una tonalidad vibrante en la síntesis, es la época donde la revelación acompaña al análisis, la edad de la unión, el período de la coordinación.

De todas partes se eleva la demanda de suprimir las barreras raciales, culturales, políticas, geográficas, lingüísticas, religiosas y de otros múltiples intereses creados. La Dirección Espiritual del Mundo (la Augusta Gran Fraternidad Universal) ha reunido ya más de 150, de las 300 grandes sectas que se reparten el mundo; las diversas corrientes del Pensamiento humano deben ser centralizadas, no para canalizar los espíritus sino para colaborar los unos con los otros a fin de establecer una moral universal. La Era del Acuarius es símbolo de comprensión, tolerancia y paz. La fusión de la Ciencia y la Religión es característica de la nueva psicología que va a producir la solución a todos los problemas, elaborando, gracias a un sistema simplificado de estudio, un método de trabajo que se base en las posibilidades intelectuales así como en el desarrollo de las facultades humanas (mediante un proceso físico-psíquico), o en una palabra, la razón y la fe al servicio del Gran Ideal.

He aquí en este punto la importancia del simbolismo, de la coordinación de palabras, de letras, de gráficas, de números, de colores, etc., a fin de venir a ayudar a esta fe tan a menudo deficiente y a esta razón con frecuencia demasiado perezosa, viniendo a auxiliar a la memoria antes que el espíritu intelectual comience a realizar algunas verdades primordiales. Claro que no proporciona una enseñanza completa, pero sí una documentación que ayuda a representarse las diversas fases de las lecciones iniciáticas dejadas por la Tradición Esotérica. La Doctrina Sagrada encierra una teoría denominada arqueométrica y una práctica llamada yoga, pero, no obstante, por lo mismo se debe comprender que tales denominaciones son inexactas y solamente se ofrecen para invocar el Sendero de alguna manera puesto que en su ascensión no tiene nombre sino que constituye la verdadera Iniciación, por encima de todos los rituales, de todos los dogmas o de la misma doctrina, y antes de alcanzar la realización se debe trepar por esos escalones simbólicos del Templo Etérico cuya escalinata está por todas partes y cuyo hall no está en ninguna!

Los estadios del pensamiento reposan en el famoso septenario, es decir, en el principio espiritual siempre triológico y en su manifestación en el cuaternario. El sistema ya expuesto de VIDA-FORMA-PENSAMIENTO es la emanación de la idea ARQUETIPO-MACROCOSMO-MICROCOSMO simbolizada por la triplicidad ideológica ESPIRITU-ALMA-MATERIA. Los siete estados simbólicos corresponden al modo de expresión que se encuentra por todas partes a través del color, de la música, de las modalidades evolutivas, etc.... Estas recordadas características (7 sellos de la Qabbalah, 7 Espíritus de Dios en el Apocalipsis, 7 planetas tradicionales en relación con los 7 metales, asignando la realización de los 7 chakras emanativos de las 7 glándulas, etc.) son los medios prácticos de evolución para alcanzar aquella trinidad que es común a todas las filosofías religiosas (Padre-Hijo-Espíritu Santo, Brahm-Vishnú-Shiva, El Aquil-El Aqlú-El Maqul, Tem-Schu-Tefnut, Kether-Hochmah-Binah, Tei-Yang-Yinn, Sat-Chit-Ananda, etc....).

En cuanto al cuaternario se le señala algunas veces como un TODO a realizar: por ejemplo, el famoso término I N R I. Las diferentes interpretaciones que se le pueden atribuir atestiguan sus diversos métodos posibles para la Identificación, tal como para la Yoga (que significa Identificación). Así el sistema de los yoghis ofrece una selección de ramas correspondientes a cada uno de los temperamentos: la Bakti (devocional), la Jnana (intelectual), la Hatha (enérgica), la Laya (hermética), la Raja (mental), la Karma-Yoga (de acción), etc.... Pero analicemos más de cerca nuestra sagrada palabra INRI.







Figura Nº 28











I (yod), en lengua sagrada: Yothi, que simboliza el Principio creador activo y la manifestación del Poder Divino.

N (nun), letra pasiva, el Enano que constituye el molde de todas las formas, el arcano XIV (las dos Urnas).

R (resh), la unión de los dos principios; este Rasith es la perpetua transformación de las cosas creadas (arcano XX).

I (yod), nuevamente el Principio Creador para significar lo que está emanado y vuelve continuamente (sin principio ni fin) y siempre vuelve a emanar con ímpetu.

(Misma idea que en el término divino: I E V E).

Este vocablo I N R I es también una palabra sagrada en el sentido de que denota un profundo simbolismo al mismo tiempo que una modalidad de poder en cada letra; estamos en presencia de 4 elementos (Tierra, Fuego, Aire, Agua) que la física de los hebreos denomina: Iabescheh,

Nour,

Rouah,

Iammim.

Al considerar esta síntesis ha nacido el siguiente axioma alquímico: IGNE NATURA RENOVATUR INTEGRA (Es por el Fuego que se renueva la Naturaleza).

Evidentemente estamos aquí delante del problema de la transmutación espiritual, la fuerza kundalínica que se eleva para iluminar a los chakras y renovar la naturaleza humana, conforme las palabras de San Juan: “Necesario es para vosotros el nacer de nuevo”.

Algunas variantes fueron ofrecidas por diferentes concepciones: Ignem Natura Regerando Intefrat, Igne Nitrum Roris Invenitur o también Ineipium Novum Regnum Immortibis. En fin, es flagrante sobre todo que esta palabra INRI esconde un sentido muy profundo y evidentemente una Lección inmortal, puesto que se presenta esta inscripción como habiendo figurado sobre la Cruz en la que Jesús fue mártir. Muy naturalmente, las diferentes concepciones religiosas han hecho rápidamente el propósito de apoderarse de esta clave con el fin de hacer uso de ella según la moralidad que les es propia.

Jesús Nazareth Rex Ieudi (Yo vengo de Judea, he pasado por Nazareth conducido por Rafael y soy de la tribu de Judá) tiene indudablemente una significación mucho más profunda que Jesús de Nazareth Rey de los Judíos. Esta señal indicadora debe ser especialmente más educativa pues se puede constatar que los numerosos Grandes Instructores tenían ellos mismos en su nombre estas cuatro letras. Por ejemplo: iquYNgaRI, rey de los Tarascos en la ciudad de Petatzécuaro, o aún más, el Gran Mensajero de América, el Hunanphu que las Escrituras (Popol Vuh) denominan: Jefe Niño Rey de la Justicia.

Este Y N R I podría muy bien aplicarse al Gran Maestre que viene a instruir a la Humanidad de una Era portándolo en su nombre como una palabra clave, indicando en seguida que supo todo lo de un yoghi (Ser Universal, Identificado, Unificado) habiendo pasado la experiencia del Nazareato (ofrendado a Dios, abnegación como la del Sannyasin de los hindúes, votos de Nazareth o mejor dicho, del Nazarita) y que ha sido reconocido como el Supremo de los Iniciados. Por lo cual podría darse una traducción más: Yug Nazaren Rex Initiate.

La Biblia misma indica “que Aquel que vendrá para vencer” tendrá esta indicación en su nombre (Apocalipsis III, vers. 12) como insignia de CRISTO-REY.

Se dice que todas las religiones esperan en este período el retorno del Gran Mensajero. Casi todas las predicciones están de acuerdo para esperar al Sublime Instructor en el actual principio de la Nueva Edad (Era del Acuarius). Es el denominado Avatar por los hindúes que se le representa como manifestación de Vishnú (Dios en su forma); los budistas lo ven bajo el aspecto de Boddhisattva (Maitreya), en tanto que los cristianos esperan al Hijo del Hombre (precisamente Aquel que lleva el Ánfora, la Urna Sagrada del signo del Aguador que distingue a la Era del Acuarius en la que hemos entrado a partir de 1948).

Precisamente es cuando cada una de las religiones admite que ese Supremo Maestre estará por fuera del marco religioso (luego bien puede ser un Yoghi, Psicólogo y Hombre de Ciencia) y que será reconocido y aceptado por todas las concepciones. Hasta están de acuerdo en el período para el cual las profecías, las más famosas, a pesar de sus diversidades de origen, han marcado aproximadamente esta misma época. Marcados con los mismos signos para una Misión están esperando también: las Reservas Iniciaticas, el Arquetipo, quienes deben simbolizar esta Era (Edad Acuariana, período de más de dos mil años) en la cual la característica estará para todos justamente inscrita en estas cuatro letras, Y N R I, es decir, renacimiento para trabajar sobre sí mismo, análisis de los cuatro grandes principios (Ciencia-Religión-Arte-Didáctica) al mismo tiempo que disciplina al Axioma Antiguo para comprenderlo en su sentido esotérico de evolución iniciática: SABER-QUERER-OSAR-CALLAR.

Al que venciere, lo haré columna en el Templo de mi Dios”, está dicho en las Revelaciones (Apocalipsis, Cáp. III, vers. 12), es decir, un INICIADO, no un simple misionero, sino una parte de ese Gran Templo cuyo sentido ahora comprendemos, y el versículo continúa: “escribiré sobre él el nombre de mi Dios”, o sea la palabra sagrada YNRI, las cuatro letras de significación tan profunda que en cada ciclo presentan todos los Grandes Instructores95.

Estas cuatro letras caracterizan las cuatro palabras del axioma que están en estrecha relación con los cuatro signos fijos del Zodíaco (Toro, León, Águila-Escorpión y el Hombre del Cántaro). Se sabe que los 12 signos del Zodíaco tienen una extrema importancia simbólica, sobre todo considerando las dos fases de cada una de estas 12 divisiones de la ronda de la eclíptica, es decir, los medios-signos, esas 24 porciones del cielo que son las alas (las ramificaciones) de 4 rasgos principales cuyos valores-claves son mencionados en el capítulo primero de Ezequiel, ese libro bíblico tan oculto. Vamos a examinar en detalle este cuaternario, pues constituye la orilla intelectual del camino evolutivo por el que debemos recorrer 7 estaciones (o grados iniciáticos). Los siete chakras no pueden ser bien comprendidos sino con la ayuda de diversos símbolos que se manifiestan a través de dicho cuaternario cuyo axioma antiguo: SABER-QUERER-OSAR-CALLAR resume de esa manera sus características.

Primeramente, la palabra INRI, como monograma de Cristo, es igual a AZOT (el azoth alquímico) como también a IEVE (Yod-He-Vaw-He); cabalísticamente ellos forman las representaciones de los 4 elementos manifestados en los 4 signos del Zodíaco que caracterizan las 4 grandes razas así como los 4 grandes procedimientos de expresión de la escritura, y las 4 estaciones, entendidas estas como evolución en la existencia de la vida humana (infancia, juventud en su mayoría de edad, edad adulta y vejez).

El taro no es únicamente un juego de cartas sino que lejos de ser un sistema adivinatorio como muchos lo han convertido por una especie de degeneración, es sobre todo un método arqueométrico. El Taro, empleado en Egipto como sistema gráfico de enseñanza, permanece como elemento-tipo de iniciación sin palabras; bastaba al Maestro presentar a su discípulo algunos arcanos para que éste, al corriente de las concordancias, comprendiera toda una filosofía y todo un lenguaje que su Maestro quería que él poseyera. Algunas veces, en determinado colegio secreto, el Gurú ofrece a su chellah un arcano, una lámina, una carta que viene a ser entonces como una clave, y el discípulo meditando algún tiempo en aquello que puede ser considerado como un yentram, encuentra la solución a sus problemas y recibe de tal suerte una documentación iniciática. El juego de cartas ordinario empleado como diversión de sociedad no es más que el extracto del taro y los jugadores de bridge están lejos de sospechar que manejan elementos de magia manipulando los “corazones”, los “oros”, las “espadas” y los “bastos” que son las expresiones gráficas respectivamente de la copa (que es la bola de cristal o el espejo que guarda relación con las Ondinas o elementos del AGUA), del pántaclo (la base llamada algunas veces masa por su relación con los Gnomos, elementos de la TIERRA), de la espada (para gobernar a los Silfos, los elementos del AIRE) y del cetro (la vara que gobierna a las Salamandras, elementos del FUEGO). Son los 4 mundos que la Qabbalah menciona en su árbol sefirótico: Atziloth, Briah, Yetzirah y Asiah. (El Yod-He-Vau-He bien entendido!, expresado también por el célebre INRI).

Por lo demás, la palabra TARO por sí misma es casi un principio mágico perteneciente a una serie de palabras obtenidas por un sistema de rotación de letras que proporciona cada vez una interpretación diferente y al fin de cuentas un antiguo axioma.



TARO:

Es el destino con sus 22 arcanos (las 22 láminas mayores).

AROT:

Es trabajar, del griego arotos, labor.

ROTA:

Es la rueda del devenir.

OTAR:

Es escuchar, del griego otarión, orejita.



El conjunto suministra, pues, un axioma: Vigila atentamente la rueda del destino y trabaja...

La rueda del Destino es ciertamente el TARO mismo, así como el ZODÍACO (ronda de animales simbólicos) la rueda de la eclíptica que es como la manifestación psicológica del Cielo, o dicho de otra manera, capaz de interpretar y conocer el hado, el destino. Se dijo de vigilarla, es decir, de estudiarla, pero aún no es este el objeto final, es solamente un llamado al conocimiento, pues es indispensable TRABAJAR, experimentar, evolucionar. Toda la Iniciación reside, pues, en esa frase.

Ahora veamos el otro significado de combinar estas 4 letras.

ORAT:

Es el Verbo, el lenguaje, del latín oratio.

RATO:

Es la realización, del latín ratus (que se realiza).

ATOR:

Es Athor o Athys, la divinidad iniciática egipcia.

TORA:

Es la Ley de la evolución (palabra hebraica).



El conjunto suministra esta vez: El Verbo se realiza por la Ley de Athor...

El Verbo puede ser Dios mismo que viene a realizarse en la individualidad preparada para la Iniciación y también puede ser el verbo, es decir, el soplo divino que se manifiesta a través del Iniciado (así como el Verbo se hace carne mediante la encarnación crística): el soplo divino, la manifestación suprema que se hace evidente por la ley de transmutación, la transformación alquímica (Ator es el crisol mismo en la mitología iniciática de San Germán).

Entonces, el primer axioma demanda un estudio, una razón, el análisis, el conocimiento del Zodíaco, de las concordancias, de los paralelismos simbólicos, por consiguiente, una especie de arqueometría. El segundo axioma hace un llamado al ejercicio sobre sí mismo, a una transmutación, a la alquimia espiritual, por consiguiente, a una especie de yoga. He aquí nuevamente estos dos grandes datos iniciáticos, la razón y la fe, la objetividad y la subjetividad, la ciencia positiva y la filosofía, la teoría y la práctica. Un conocimiento absoluto (vigilar atentamente: estudiar, analizar, examinar minuciosamente) de la Rueda del destino (la Naturaleza, las leyes del Universo) no por intuición sino por actividad (trabajad, dice el axioma) con un atento cuidado para consagrar su tiempo pacientemente. En seguida, una realización, una transmutación de sí mismo, una consagración de su cuerpo en el crisol alquímico (necesario es que naciéreis de nuevo), un perfeccionamiento de las facultades hasta la purificación completa (vuestro cuerpo es el Templo de Dios) para que se establezca el VERBO (el Sendero divino, la música interior) dentro de Sí...

El enigma Saber-Querer-Osar-Callar, cobra entonces una forma mejor: el saber entendido como el conocimiento perfecto de las cosas, el querer continuar el análisis a pesar del peligro del conocimiento (el árbol de la Ciencia), posteriormente osar penetrar en lo que es llamado comúnmente el jardín o mejor el huerto en Qabbalah, así como manifestar la opinión, osar exponer la Verdad a aquellos que tienen sed de Luz (ser misionero, educador, instructor) y callar igualmente por sí mismo a fin de escuchar el sonido interno, y callar también para no emitir más que la enseñanza al alcance de la gente común y no deslumbrar a los todavía pobres humanos-ciegos.

Saber las facultades que es posible desarrollar, querer emprender la transformación psíquica, osar aventurarse en el sendero iniciático y operar en sí mismo la verdadera construcción del nuevo Templo, y callar tanto sobre su misión como sobre el trabajo que ha emprendido.

Saber que los chakras aguardan su iluminación, conocer, pues, el mecanismo; querer abrir esos centros, ser consciente del nuevo estado en que se va a penetrar; osar emprender el ascenso del kundalini sin temer dejar este mundo de ilusiones; callar a fin de entregarse a la completa meditación hasta el samadhi final.

Todo ello más aún es lo que evocan para el Iniciado las palabras TARO, IEVE, INRI, AZOT, ANKH y YOGA.

Con un cuadro vamos a evocar indudablemente mejor los diversos esquemas que se pueden tocar con el cuaternario simbólico que perdura como una base de las palabras-claves, abriendo a la documentación las puertas de los caminos que permiten llegar finalmente a una síntesis indispensable que unida a la experiencia personal conduzca entonces a la Matesis que todos los estudiantes de yoghismo deben poseer antes de lanzarse al método práctico que hará de ellos unos Iniciados.


T

A

R

O






Elementos:

Tierra

Fuego

Aire

Agua

Arquetipo:

ה (He)

י (Yod)

ו (Vau)

ה (He) = IEVE

Zodíaco:

Toro

León

Aguador

Escorpión

Animales de Santidad:

Becerro

León

Ángel

Águila

Ángeles de los Ejes del Cielo:

Uriel

Miguel

Rafael

Gabriel

Jefes de los Elementos:

Ariel

Serafines

Querubines

Tharsis

Eje del Mundo:

Occidente

Mediodía

Septentrión

Oriente

Puntos Cardinales:

Este

Norte

Sur

Oeste

Estaciones:

Primavera

Verano

Invierno

Otoño

Cualidad de los elementos terrestres:

Seco

Caliente

Frío

Húmedo

Cualidad de los elementos Celestes:

Comunidad

Claridad

Diafanidad

Agilidad

Qabbalah:

Trab

Nar

Hasui

Ma.

Raza:

Negra

Semítica

Aria

Asiática

Escritura:

De abajo hacia arriba

Derecha a Izquierda

Izquierda a derecha

De arriba hacia abajo

Expresiones:

Voluntad antigua

Materialismo

Sabiduría

Misterio

Estrellas Fijas:

Aldebarán

Régulus

Antares

Fomalhaut

Dirección astrológica:

Ascendente

Nadir

Descendente

Zenit

Evangelistas:

San Lucas

San Marcos

San Mateo

San Juan

Civilizaciones: (Maya)

Tzone-Iztak

Cante

Cib

Came

Época según colores: (Quiché)

Blanco

Amarillo

Rojo

Negro

Dirección y colores: (Mopi)

Gala (Este)

Nika (Sur)

Arba (Norte)

Sala (Oeste)

Divinidades celestes: (Mandes)

Saga-Djigi

Fianto

Kunato

Tulluguri

Correspondencia según Tchou-Hi:

Dragón Azul

Ave Roja

Tortuga Obscura

Tigre blanco

Otras correspondencias: (Egipto:

Chacal

Mono

Hombre

Águila

Otras correspondencias: Hebraicas)

Buey

León

Hombre

Águila

Planos:

Cuerpo

Corpus

Somaticon

Espíritu

Spiritus

Pneumaticon

Mente

Mens

Psychicon

Alma

Animus

Aerosome

Estado:

Vida material

Iniciación

Filosofía

Religión

Francmasonería:

Escuadra

Compás

Nivel

Plomada

Rosacrucianismo:

Sal

Azoe

Azufre

Mercurio

Alquimia:

Espeso

Absoluto

Volátil

Sutil

Categoría:

Piedras

Animales

Plantas

Metales

Clase de animales:

Reptante

Andante

Volador

Nadador

Elementos en las plantas:

Raíces

Semillas

Flores

Hojas

Metales:

Pb. Ag.

Au. Fe.

Cu. Sn.

Azogue

Piedras:

Pesadas

Relucientes

Ligeras

Claras

Gemas:

Opacas

Ardientes

Transparentes

Congeladas

Potencia del Alma:

Sentido

Corazón

Razón

Fantasía

Potencia judiciaria:

Experiencia

Fe

Ciencia

Opinión

Virtudes Morales:

Fuerza

Justicia

Templanza

Prudencia

Sentidos:

Tacto

Vista

Oído

Gusto-olfato

Elementos del Cuerpo Humano:

Huesos

Espíritu

Carne

Humores

Espíritu cuádruple:

Natural

Animal

Vital

Engendrativo

Humores:

Melancolía

Cólera

Sangre

Pituita

Complexiones:

Lentitud

Impetuosidad

Alegría

Pereza

Temperamentos:

Pesimistas

Activos

Ambiciosos

Flemáticos

Genios:

Amaymón (Gob o Bob)

Djin (o Egym)

Paralda (o Magoa)

Nicksa (o Bayemón)

Demonios nocivos:

Mahazael

Samael

Azasel

Ásale

Demonios maestros:

Amacus

Orien

Pagnus

Egyen

Ríos del infierno:

Aqueronte

Flegetonte

Coeyte

Estix

Ritual de la misa:

Osamentas

Velas (cirios)

Incienso

Vino consagrado

Ceremonias:

Reliquias

Oleos (aceite)

Sahumerios

Agua astral

Idealización:

Frutas

Sol

Montaña

Mares

Prácticas:

Vegetarianismo

Oraciones

Asanas

Baños



Este cuadro podría ser continuado hasta el infinito y proporciona una primera idea acerca de los principales contornos de una comprensión de síntesis que es indispensable para lanzarse más lejos en el dominio iniciático.

A los estudiantes que carecen del hábito de una fuerte voluntad para ser iniciados, frecuentemente escapan los conocimientos que son necesarios y que deben trasponer el marco de una documentación común. Cuántos lectores de algunos libros de difusión del ocultismo pretenden conocer la Magia, practicarla, etc... Concretémonos simplemente a las disciplinas, a las reglas, a saber qué es lo que implica esta palabra en primer lugar. La Magia es el arte de poder maniobrar en un plano superior por medio del conocimiento de las leyes naturales, es una hiper-física que demanda, de parte del operador, algunas condiciones preliminares de sobriedad, continencia, ascetismo, respiración, aliento, deportes, ciencias, artes, concentración, descanso, relajación, suspensión del pensamiento, suspensión de la respiración, control de los latidos del corazón, captación de prana, ayuno, sahumerios, círculos protectores, evocaciones, encantamientos, oraciones, mantras, vara atractiva, espada disolvente, dominio y maestría de los elementos, de los elementarios y de los elementales. Se debe imantar, atraer, seducir, concentrar las fuerzas radiantes, magnéticas, telúricas, electro-dinámicas, con el fin de evolucionar, progresar, ascender, aumentar las fuerzas internas, desarrollar las fuerzas externas, captar, canalizar las fuerzas radiantes-magnéticas mediante la ley de las afinidades, de las simpatías, de las correspondencias y de las analogías. Henos aquí una vez más ante los símbolos indispensables para comprender desde la más simple filosofía hasta el hermetismo más esotérico.

El ideal del naturismo deberá nuevamente ser enseñado y por todas partes difundidos los principios del naturismo, del fruti-vegetarianismo, los deportes, el atletismo, la respiración, el espiritualismo, el misticismo, las ciencias, las artes, la psicología, la pedagogía iniciática. El trabajo de reforestación, la adaptación de la cultura, la búsqueda de medios curativos naturales, la enseñanza no-dogmática, la educación exenta de intereses creados y de fanatismo, la no-creencia en un dogma sin comprensión, la no-práctica del ritual sin conocimiento, la sana aspiración a un libre estudio esotérico-natural que conduzca a una Realización perfecta de la Individualidad verdadera puesta al servicio de la colectividad. El respeto a los mendicantes, filósofos, sabios, ermitaños, peregrinos, sannyasines, y a las devociones de los Sadhús, Rishis, Yoghis y Mahatmas.

Estaba en este punto de mis consideraciones cuando realicé por primera vez lo que era la iniciación con sus dos polaridades, si puedo decir así a la arqueometría y a la yoga, no en el sentido gramatical de los términos ni en su interpretación corriente, sino en el significado que estos dos métodos o más bien estas dos partes del sistema de evolución poseen de esotéricas y sobre todo de sintéticas.

En una palabra, yo he venido en el curso de mi vida de estudio siguiendo una vía, tal vez poco ortodoxa, pero en cambio iniciática si se considera el aspecto esotérico que jamás dejé a un lado. De cualquier manera, es el método que acabo de dar en esta primera parte, es como un sistema valedero para quien bien quiera aceptarlo como tal y que yo le presento no como la única manera de progresar y de llegar al mismo estadio en que me encontré cuando realizaba la palabra YUG, sino como un procedimiento que puede ser retenido.

Al haber escrito, pues, las bases de los pensamientos analizados durante ese largo encaminamiento hacia la Sabiduría, insisto en que no hay nada completo en estos enunciados que son más bien como memorándums, como fuentes de documentación que se podrán detallar en otros cursos.

En mi primera juventud había sido atraído por la Yoga, pero debo decirlo, como una atracción intelectual, como una curiosidad del espíritu, incluso como una búsqueda de “poderes” y de una superioridad de facultades que tal vez pudieran servir para la especulación... De cualquier manera yo había advertido pronto la necesidad del estudio variado y no especializado, es decir, que me adhería a las diversas enseñanzas tanto universitarias y oficiales como a las de las sociedades secretas y del mundo oculto. Pronto me había instruido en el hermetismo al mismo tiempo que estaba en la Universidad para completar mi educación de ingeniero; más tarde, al estudiar la medicina no la aceptaba más que como una documentación superficial habiendo ya conocido los orígenes de este arte que provenía de la antigua astrología (de la cual proviene la Magia, la astronomía y la medicina); finalmente, abordé la filosofía con un espíritu lo suficientemente amplio para saber que antes que a los griegos el mundo había tenido a los Grandes Sabios. En una palabra tenía en mis manos la arqueometría o al menos una parte del Saber; ahora debía recibir la palabra de la revelación, pasar pues a la práctica, ser verdaderamente un INICIADO puesto que hasta ese momento yo no había sido más que un “iniciado”...





* * *







28 La bella obra de la cual una autoridad religiosa ha dicho: “No estoy autorizado, no soy digno de escribir una introducción a semejante libro; no he llegado al punto de tal enseñanza, aún más, estoy a millares de millas de distancia de ello, pero estoy siguiéndola…” (Carta del Rev. Superior Alexandre Whyte, D. D. Ll. D.).

29 Este apellido fue siempre un misterio: 3.000 libros existen aproximadamente bajo esta firma y se trata, seguramente, de una colectividad que trabajó bajo el mismo seudónimo. Se ha oído a menudo que se trata de tres Colegios Iniciáticos agrupados para este trabajo (TRI, significa tres y MEGISTO, maestría: las tres Escuelas de Sabiduría de Egipto, Grecia y las Tradiciones Hebraicas). Igual que los Tres Reyes Magos han podido ser el símbolo de tres reinos, o aún más, las tres grandes Ciencias (Magia-Astrología-Alquimia) veladas bajo estos tres personajes legendarios.



30 Ver mi libro “Los Misterios Revelados” donde analizo largamente las posibles traducciones de esta misteriosa prosa.

31El Tao, que significa literalmente Sendero, es evidentemente comprendido en el sentido de Vía Iniciática. El taoísmo es hoy una religión y existe desde que Lao-Tzé ofreció su enseñanza en el único tratado escrito por él: el Tao-Te-King, libro del Sendero y de la Línea Recta. En realidad no hay “taoístas” sino simpatizantes del Taoísmo. Lao-Tzé no tuvo sino dos discípulos quienes formaron, ellos mismos, a otros diez. Lao-Tze desapareció un día en su retiro inaccesible del Tibet y es venerado actualmente en toda la China. Quien realiza exactamente su enseñanza, no forma más parte de la religión “taoísta” sino como INICIADO, y se va aislando en la contemplación de las altas esferas como el yoghi, puesto que han encontrado el SENDERO, la LUZ, la VERDAD.



32El nombre de Hermes (en griego, Mercurio), ha llegado a ser sinónimo de secreto. Las ciencias herméticas esconden la tradición secreta y esotérica, cerrar herméticamente significa: cerrado para todos los que no tienen el “truco”, la “palabra”, la “fórmula” para abrir . . .

33Además, en la oración del Credo existe el siguiente pasaje: “… creo en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados en la resurrección de la carne, etc.”. En cualquier forma que sea interpretada esta frase, siempre se deduce que el cuerpo de carne debe resucitar hoy o más tarde, y hay que aceptar que en esa teoría nada es lo que se pierde; la destrucción completa es imposible: se divide, se transforma, pero no puede destruirse por completo, ni hacer desaparecer por siempre algo que no está dentro de las posibilidades de nuestro mundo.

34 Igualmente en el antiguo manuscrito del Monasterio de Santa Catarina (Monte Sinaí). Los textos hebreos, por ejemplo, no dicen de un nacimiento mediante una virgen, pero sí mediante una muchacha. (Isaías VII-14). Por otra parte la historia enseña que nacieron de una virgen: Platón, Alejandro el Grande, Esculapio, Pitágoras, Simón el Mago, Apolonio de Tiana, etc.

35Son pobres insensatos en no ver la Presencia Suprema: Benedictus Dominus Deus Noster, Qui Dedit Nobis Signum… Si, Bendito sea el Señor Nuestro Dios quien nos ha dado un Signo.



36Publicado por Paul Poschinger, MsD., PsD., psicólogo y metafísico. (Sidney).

37 De igual modo que la misa, el sahumerio debe estar en relación al día, que a su vez obedece a un aspecto planetario (lunes, día de la Luna; martes día de Marte; miércoles, día de Mercurio; jueves, de Júpiter; viernes, día de Venus; sábado, de Saturno, y domingo, día del Sol). Generalmente las iglesias queman incienso debido únicamente a una antigua tradición hebraica en el día del Sabbath (el incienso corresponde a Saturno, es decir, que debería quemarse los sábados únicamente). A veces ciertas Iglesias de ritual primitivo quemaban mirra (vibraciones asignadas al Sol en relación con el domingo). Se sabe, por ejemplo, que en la ceremonia teúrgica las velas representaban el elemento fuego, las reliquias (osamentas o la propia Biblia), representan el elemento tierra, las resinas (maderas, polvos u otros productos para el sahumerio) son el símbolo del aire, y el elemento agua corresponde al líquido empleado en la misa: ya sea el vino, el agua bendita, etc. Cuatro elementos indispensables para el contacto con lo cósmico, del mismo modo que los Iniciados de antiguas tribus empleaban plantas el día de sus ceremonias iniciáticas.

38 Son los cilindro-ejes, llamados así en las neuronas cuando son las apófisis (N.E. En griego: apo: fuera, phusis: crecimiento) más largas que el resto.

39 El neurón, de diversas formas y volumen, consiste en un núcleo, el cual rodeado de una cierta cantidad de protoplasma constituye el cuerpo celular, y prosigue con una o varias delicadas apófisis protoplásmicas en la célula-cuerpo.

40 Unión entre las neuronas. La forma más simple de synapsis es constituida por la división al final del axón, pero otros son mezclados con dendritas de otros neurones y a veces con ramificaciones de los colaterales de otras células.

41 Ersatz: imitación.

42Entre tantas: Medizinische Psichologie, Lotze; Elemente der Psychopsysik Fechner; Grudzuge der Psichologie, Elbinghause; Text Book of Physiology, Sir M. Foster; Comparative Physiology of the Brain and Psychologie, J. Loeb; Analytic Psychology, G. F. Stout; Naturalism and Agnosticism, J. Ward; Elements of Metaphysics, A. E. Taylor, etc.

43 En el Timaeus, Phaedo, Phaedrus, y el libro VII de La República.

44 La tesis de la tripartición del ser humano podría tener mi predilección; el hombre es dotado de un cuerpo físico (somático) de un cuerpo vital o, mejor dicho, de un Alma (psichicon) y de un cuerpo espiritual (pneumaticón). Y como dice San Pablo “el hombre está sembrado psychicon y resucitará pneumaticón”.

45No se debe confundir con un “mago” (magicien, en francés), que es una especie de prestidigitador, un ilusionista que exhibe trucos. El Mago es el completo sabio que realiza la Magia (de magistere), es decir, la Maestría.

46700.000 volúmenes de la biblioteca de Alejandría perecieron en tiempos de César. Una nueva colección fue destruida durante el reinado de Omar. El saqueo de Alesia destruyó toda la sabiduría de los Colegios Druídicos: 200.000 obras. Es preciso agregar el incendio de Bizancio por los iconoclastas; las treinta bibliotecas destruidas durante el saqueo de Roma por Alarico; en la Edad Media todos los libros de ocultismo sirvieron para encender las hogueras, en una palabra, desaparecieron todos los conocimientos de la Antigüedad: astrología, magia, alquimia, filosofía, ciencia natural, etc.

47Se sabe que la décima letra del alfabeto hebreo, la Yod, equivale a la I, la J y la Y. La inscripción sobre la cruz de Jesús de Nazareth: INRI, fue traducida como Jesus Nazareth Rex Ieudi, Jesús Nazareno Rey de los Judíos, o Vengo de Judea, he pasado por Nazareth, conducido por Rafael y soy de la tribu de Judá. La fórmula jesuita traduce: Justum Negare Reges Impíos, los Impíos Reyes Niegan al Justo. Los rosacruces prefieren: Igne Natura Renovatur Integra, toda la naturaleza es renovada por el Fuego.

Los teósofos la interpretan como In Nobis Regnat Iesuce, In Nosotros Reinas Jesús. Los hebreos a su vez traducen en el emblema físico de Iammim Nour Rouahh Iabescheh, Agua, Fuego, Aire y Tierra. Hanahpu, el Dios Heros del Popol Vuh en la biblia de los Mayas, era denominado en castellano como el Jefe Niño Rey de la Justicia. Los Grandes Maestros se han propuesto, entre otras señales del reconocimiento de su misión, tener inscritas en su nombre dichas cuatro letras, en equilibrio. Y así mismo esta es la clave o el “nombre” que el Hijo del Hombre (el Cristo Rey en su retorno) debe llevar escondido en su nombre (Ver Apocalipsis III-12).Los cuatro elementos, los cuatro signos fijos del Zodiaco, los cuatro símbolos de la Esfinge, los cuatro evangelistas, las cuatro grandes razas con sus cuatro géneros de escrituras, etc., todo ello, así como las palabras INRI, IEVE, DEUS, ADAM, HEVA, AZOT, TARO,(TORA, ORAT, RATO, ATOR, ATHOR, etc.), son las mejores claves para la realización.

* Esus

48Según el Manual de la Francmasonería, la definición de la Masonería es: “Institución filantrópica, filosófica y progresiva que tiene por objeto el ejercicio de la beneficencia, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de las artes así como la practica de todas las virtudes”.

49Período de la vida astrológica hindú. 108 es siempre un número místico, es el número de las virtudes entre los orientales, el número de cuentas en los rosarios de los budistas, el número de los ramos en el zodiaco, etc.

50El número de días en la gestación humana es de 270. Debe notarse igualmente que los doce meses del año son simbolizados por 3 más 4 más 5 igual a doce, y que el triángulo 3-4-5 es característico de la progresión entre las dos columnas de la Francmasonería.

51Generalmente llamado por los egipcios HU-HI o EOOHU.

521+2+3+4+5+6+7+8+9+10+11+12 = 78 que equivale a 3x26. Se recordará que 78 es el número constituyente de la Luz en Guametría (muy bello símbolo para Osiris). Su Valor Secreto es 3081 y se encuentra en relación con 111, el número de la Triunidad divina en su estatismo esencial: Padre-Madre-Hijo sobre el límite de lo No-Manifestado y de lo Manifestado.

53La frenología ha sido atacada por aquellos que encontraron que el gansterismo norteamericano produjo individuos, como el apodado “Baby Face” (cara de niño), etc., que teniendo un rostro con facciones casi “angelicales” dio mucho que hacer a la policía norteamericana. Sin embargo, esa aguda crítica que se desató en contra de la frenología empírica, no se refiere de ninguna manera a la frenología científica que está ligada a la astrología, a la anatomía, a la terapéutica, etc.

54Fue Puyfontaine quien estableció en 1876 un galvanómetro para verificar el fluido de la voluntad.

55La acupuntura era practicada por los chinos desde la más remota antigüedad y aún actualmente hacen siempre sus demostraciones con un método curativo por excelencia. Basados enteramente en la teoría de las polaridades (el Yinn y el Yang que es traducido por los japoneses como el Yo e In) el médico introduce las agujas de oro o plata (el metal se escoge según el caso) en ciertas partes sensibles del cuerpo con el fin de sanar otras (ley de las biocorrespondencias). Un resfriado será curado, por ejemplo, picando con una punta de plata bajo la uña del dedo gordo del pie, etc.



56La cabeza corresponde al CORDERO; el cuello al TORO; los hombros y lo alto del pecho a los GEMELOS; el pecho y el estómago al CANGREJO; el corazón y la espalda al LEON; los intestinos a la VIRGEN; los riñones a la BALANZA; el aparato genital al ESCORPION; las nalgas y los muslos al CENTAURO; las rodillas y los nervios al MACHO CABRIO; las pantorrillas (varices) al AGUADOR; los pies a los PECES.

57Estos neologismos introducidos por el MAESTRE tienen su propio sentido de interpretación de acuerdo a la realidad temperamental que describen.

58Libro dedicado a la princesa Elizabeth del Palatinado después de un largo intercambio que Descartes tuvo con ella a partir de 1642. “Príncipes de la Filosofía” trata más que todo de la relación del alma con el cuerpo, y de los sentidos con la comprensión. En 1646 Descartes fue introducido ante la Reina Cristina de Suecia para quien escribió un tratado de psicología, "La Pasión del Alma", que fue su última obra. Murió de inflamación pulmonar en febrero de 1650.

59 Véase la explicación esotérica en el Mensaje II, de la serie de los Grandes Mensajes, titulado: Los Centros Iniciáticos, capítulo El Gran Arcano, referente a los vers. 3 y 4 del Cap. IV del Éxodo.

60Desde el punto de vista de la autoridad del hinduismo, los AGAMAS así como los Vedas son considerados como las únicas enseñanzas verdaderas, pues todas las Escrituras son derivadas de ellos. El SAIVA-AGAMAS es la revelación del Dios Perfecto. Los Vedas constituyen enseñanzas generales y los Agamas forman las especiales revelando la esencia de la Verdad de los Vedas y de la Vedanta, de tal manera que solamente los Agamas han sido considerados como siddharta en tanto que los demás libros son purvapaksha. Al contrario de los Vedas que predican el culto al Fuego (Agni), los Agamas en cambio mencionan el culto al Templo como un ritual, lo más importante en el dogma externo. Sin embargo, es necesario considerar que los Agamas modernos no pueden ser incluidos en las Escrituras (entendido con respecto a los Textos Sagrados Antiguos), pues los Agamas modernos son compilaciones agregadas a través del tiempo al texto original, especialmente en el siglo XII, pues no se encuentran vestigios en los Upanishads y tampoco las referencias de los Vedas prueban que estos últimos reconozcan estos Agamas. Podría haber sido que los Agarnas fueron compilados más tarde, después de los Upanishads, por algunas sectas del brahmanismo posteriormente a la declinación del buddhismo. Por ejemplo, las referencias sobre las castas y especialmente sobre la “intocabilidad” que se encuentran en los Agamas modernos son opuestos al espíritu del Saiva-Siddhanta. Así mismo, las anotaciones incorporadas por autores posteriores provienen de las reglas de la Orden social de los Saivitas.

61 El Jainismo es la gran religión de la India predicada por Tirthankaras. La gran regla de esta enseñanza está basada en el famoso AHIMSA que prescribe antes que todo el no-injuriar, la compasión, la no-agresión, la no-violencia en todos los casos. El Gran Acharya (Pontífice) notificó en el Tattvarthadhigama-Sutra, capítulo VII, a los pueblos que deberían detenerse a pensar y repetir siempre primeramente las 5 sensaciones que se requieren para entregarse a observar en todo momento el voto de AHIMSA:

1.-Vaggupti, la preservación de hablar, es decir, únicamente hablar cuando sea necesario y diciendo siempre la verdad con palabras dulces.

2.-Manogupti, la preservación de la mente, su control, para no dejarla vagabundear.

3.-Irya, el cuidado de dónde y cómo se anda, marchar esmeradamente para no lastimar animales ni injuriar las cosas bajo nuestros pasos.

4.-Adana-niksepana-samiti, el cuidado al levantar o poner en el suelo cualquier cosa para evitar chocar con cualquier animalito.

5.-Alokitapana-bhojan, la permanente vigilancia de lo que se come o lo que se bebe, para absorber cosas puras y sin ninguna posibilidad de matar animales vivientes.

Estas son las reglas para vivir armoniosamente según la doctrina jaínica. Aunque el jainismo posee una dualística sustancialista (admitiendo dos sustancias completamente diferentes: la materia y el espíritu) no es una religión ateísta, ya que admite la concepción de Dios y la transmigración de los espíritus.

*N. Ed. Línea faltante en los textos de editorial Diana, presentes en el original francés, su inclusión fue dispuesta por el traductor de la Obra, Dr. David Ferriz en su “Análisis en defensa del Original Francés...”, 4 de febrero 1988.

62En 1805 había optado por el profesorado de filosofía en Gottingen, en 1809 fue el sucesor de Kant en Konisberg y en 1833 regresó a Gottingen donde permaneció hasta su muerte en 1841. Sus trabajos fueron publicados en doce volúmenes por su discípulo Hartenstein.

63 Un peso de 42.65 Kgm. cayendo de un centímetro tiene la suficiente fuerza energética para elevar un grado centígrado la temperatura de un gramo de agua. La última unidad de calor es el calórico. En la combustión del carbón, considerado como carbono puro, el calor puede elevar un grado centígrado la temperatura de una masa de agua mayor que la del carbón alrededor de 8.000 veces, o puede elevar un grado farenheit la temperatura de una masa de agua mayor que la del carbón alrededor de 14.000 veces.

64Realizar, es un término de la psicología iniciática que significa comprender una verdad por expansión de conciencia, bien sea por una asociación de ideas o por el choque de alguna experiencia.

65Compulsar las obras de Figuier, Hoefer, Zozime, Panapolitain quien podría ser el primer autor con su manuscrito “El Arte Sagrado de Hacer el Oro y la Plata”, María la profetiza, Synesius, Ariste y finalmente Geber con quien comienza el período de literatura alquímica (Alchimia Geberi, Liber Investigationis Magisterii, Summa de Perfecciones del Magisterio, etc.). Morien, Calid y Artephius aún están entre los autores prolíficos, y luego viene Alberto el Grande divulgador de esta ciencia y autor de numerosas obras de las cuales las principales son: “De Alchimia” y “Philosophoruim Lapide”; Obispo de Ratisbone, fue el Maestro de Santo Tomás de Aquino conocido más generalmente como teólogo y “Doctor Angélico” de la Iglesia Romana y, sin embargo, un notorio astrólogo y alquimista cuyas obras relativas a estas ramas fueron: “De Esse et Essentia Mineralium”, “Liber Lilli Benedicti”, “Secreta Alchimiae Magna”, “Tractatus Alchimiae”. Es preciso también citar a Roger Bacon (“Opus Majus”, “Speculum Secretum”, etc.), Arnaud de Villeneuve, Raymundo Lulio, Pierre Le Bon, Ricardo el Inglés, George Ripley, J. de Rupesscissa, al célebre Nicolás Flamel, al Conde Bernard, Thomas Norton, Isaac Hollandais y Basile Valentine que ha dejado preciosos informes en sus “12 claves de la filosofía”, su “Ultimum testamentum” y “El Azoe de los Filósofos”. Luego viene Paracelso que escribió una multitud de obras tanto de magia como de medicina y alquimia. Aún citaremos a Denis Zachaire, Blaise de Vigenere, Gaston Claveus, Nicolás Bernaud cuyos tratados son de importancia secundaria. Theobald de Hogbeland, Jean Dee, Michel Scotus, Sendivogius, Joachim Becher, Olaus Borrichius, Planiscampy, el Comandante d’ Espagnet, Helvetius, Irenee el Filaleta que es el autor de uno de los mejores tratados de alquimia: “Introitus Apertus ad Occlusum Regis Palatium”. Evidentemente, esta no es más que una ojeada de nombres, los alquimistas son numerosos en todos los tiempos y habría una lista considerable a presentar aun pasando sobre celebridades tales como Van Helmont, Tales, Marcelin Berthelot, así también como los ocultistas modernos Eliphas Levi, Barlet, Papus, Albert Poisson, F. Jollivet, Castelot, etc.. Con las siguientes obras se obtendrá una perfecta documentación: “Albineus”, “Gynicuem Chimicum”, “Salmon” (Biblioteca de los filósofos químicos), “Museum Hermeticum” (conteniendo 22 tratados), “Teatrum Chemicum” (6 volúmenes conteniendo 138 tratados), Magnet: “Bibliotheca Chemica” (reproduciendo 130 tratados de los cuales la mayor parte son muy escasos).



66 Hijo de padres judío-alemanes y nacido en Ulm, en el Wurtemberg, en 1879, hizo estudios en Munich, Milán y Zurich. Como ingeniero en una firma suiza, de 1902 a 1909, empezó a elaborar sus propias teorías, pero fue después de este período cuando adquirió su renombre con: “La teoría especial de la Relatividad”, “Inercia de la Energía”, “Teoría del movimiento browniano”, “La ley del Quantum en la emisión y en la absorción de la luz”. Más tarde: “Teoría del calor específico de los cuerpos sólidos”, y empezó entonces con las ideas fundamentales sobre: “Teoría general de la relatividad”. Para documentarse hay que leer: “Einstein's theories of Relativity and Gravitation” (Bird, J. Malcolm); “Ueber die Transformation der homogenen differentialausdrucke Zweiter Grades” (Christoffel); “Relativity, the electron Theory and Gravitation” (Cunningham); “Report on the relativity theory gravitation” (Eddington); “The fondation of Eintein's theory of gravitation” (Freundlich), etc.

67 “The theory of relativity” (Carmichael); “The general principle of relativity” (Carr. H. Wildon); “The principle of relativity” (Cunningham E.); “Space, Time and Gravitation” (Eddington, A. S.); “Disquisitiones generales circa superficies curvas” (Gauss K. F.); “Le regne de la relativité” (Vicomte Haldane); “Das Relativitatsprinzip” (Lorentz); “Methodes de calcul differentiel absolu et leurs applications” (Ricci, G. et Levi-Civita); “The principle of relativity” (Saha M. N. and Bose S. N.,University of Calcutta); “Space and Time in contempory Physics” (Schlick, M.); “The theory of relativity” (Silberstein); “Easy lessons in Einstein” (Slosson, Edwin E,; “Raum, Zeit, Materie” (Weyl H,); “The Space-Time maniforld of relativity” (E. B. Wilson and G. N. Lewis); “On Einstein's Theory of Gravitation” (H. A. Lorentz); “Space Time and Gravitation (W. de Sitter); “Discussion on the theory of relativity” (M. N. Roy); “The displacement of spectrum línes and the equivalence hipothesis” (W. C. Duffield M. N.); “The Matematical Theory of Electricity and Magnetism”, (J. H. Jeans); “The Electron Theory of Matter” (Richardson).

68

Referencia al principio de la relatividad (resumido).

69 Obtener documentación en “Introduction to the Theory of Relativity" por L. Bolton M. A.

70 Véase también "Das Weltbild der Relativitatstheorie".

71 Ver también “Untersuchungen über die Entwickelungs-Gesetze” y otras obras de Bronn.

72 Gregorovius “Histoire, de Rome au Moyen-Age”, libro III, cap. II.

73 Alberto el Grande, Obispo de Ratisbone, maestro de Santo Tomás de Aquino y conocido por sus numerosas obras de magia.

74Georges Ivanovich Gurdjieff, profeta, operador de magia, líder espiritual de millones de adeptos en el mundo. Vivió en Lhassa a principios de siglo con el título de Tzannyis Khan-Po al lado del Dalai Lama durante la fuga de Mongolia. Después de 1930 su cuartel general estaba en Nueva York; había empezado a formar sus grupos en Moscú durante la revolución, estuvo en Berlín en 1920, después en París, en Londres, etc.. Autor de “The Herald of Coming Good”, él mismo recalcaba haber abandonado el espiritismo, el ocultismo, la teosofía y todo “trabajo de tienda” por el perfeccionamiento del Psicopatismo”.



75Estudiadas con detenimiento, las dos obras de Herbart fueron realmente tratados de psicología. “Psychologie als Nissenschaft, Neugegrundet auf Erfahrung, Metaphysik und Mathematik” (que nunca ha sido traducida).

76 Sobre todo desde que los Colegios de Iniciación de la Gran Fraternidad Universal han abierto sus puertas al gran público. El vehículo público de la Augusta Gran Fraternidad Universal (la Misión de la Orden del Acuarius) trabaja actualmente en más de treinta países y en muchos sitios no solamente se establecen Santuarios, como antes, sino que algunos son RE-construidas sobre los lugares mismos de los Templos Iniciáticos de la Antigüedad y sobre los emplazamientos magnéticos del globo. Por todas partes están mezclados miembros de la Orden en diversas organizaciones ayudando a canalizar correctamente el trabajo de las diferentes asociaciones que se dicen iniciáticas o esotéricas.

77Los Sacerdotes Egipcios tenían siempre tres maneras de expresar sus pensamientos. Heráclito las definía como: la del parlante, la del significante y la del ocultante.

78El texto original “Beraeshith bara Aelohim aeth ha-shamaim w'aeth ha-aretz” debe traducirse por: Primeramente, en principio, El creó a AElohim (El determinó en existencia potencial a El-los-Dioses, El Ser de los seres) el idéntico-de-los-cielos y el idéntico-de-la-tierra. O sea en inglés: At first, in principle, He created AElohim (He caused to be, He brought forth in principle, He-the-God, the Being of beings) the self-sameness-of-heavens and the self-sameness-of-earth.

79 Beauzee cuenta 20, pero Harris solamente 12.

80Qué interesante sería poder traducir los documentos encontrados en Knossos, Creta, escritos en lengua desconocida.

81El Bereashith está compuesto de 12 Parshiots (grandes secciones), 43 Sedarims (las órdenes) y comprende 1534 versículos, 20.713 palabras y 78.100 letras.

82 La interpolación de YO por EL, que se encuentra en la Tradición hebraica, proviene de razones místicas que han impulsado a los Rabinos a pensar que la tercera persona prevalece como base del nombre sagrado dado a la divinidad.

83 El número XXII se escribe en letras adámicas: KA-ba, y añadiendo a esta palabra la sílaba La (¡el Lameth misterioso!) que significa potencia, se obtiene, pues: la potencia de los 22, la verdadera Kábala antigua, la ciencia de los 22, que menciona San Pablo en su primera Epístola a los Corintios, Cap. 1, vers. 7, 8 y 9. El Arqueómetro está construido igualmente sobre las 22 letras; está caracterizado por 3 centros (potencia constitutiva) con XIX potencias distributivas (12 involutivas o zodiacales y 7 evolutivas o planetarias).

84La palabra sánscrita yogi se ha vertido algunas al castellano con “u” intermedia: yogui. Expresada con “h” intermedia: “yoghi” implica un significado en el alto Esoterismo además de conservar su sonido aspirado original.

85En el hebreo moderno los signos han sido complementados para facilitar la lectura, pero perdiendo por la misma razón el sentido real. Son los signos (masshores) que se encuentran adicionados bajo los caracteres originales y que son: para las vocales largas, Kametz (ָ), Tzere (ֵ), Chirek (ִ), Cholem ( ); y para las vocales cortas (breves), Patach (-), Segol ( ֶ ), Kibuttz ( ֻ ), y el Kametz-Chatoph (ֳ ).

86 Ver el Mensaje II, “Los Centros Iniciáticos” y el Mensaje III “Los Misterios Revelados”, así como acudir a diferentes artículos sobre la Atlántida (Prensa de Nueva York, 1949; “Reader’s Digest”; “The Guardian”, Australia, etc.).

87 Ver el Mensaje V, “Misticismo en el Siglo XX”. En la frontera oeste de China con la Mongolia, en el jardín del Monasterio de Kounboum las hojas de un árbol sagrado presentan dibujos en un verde distinto al de la misma hoja ofreciendo un alfabeto particular que es únicamente interpretado por los Lamas de dicho Santuario. En la figura adjunta se ven algunos tipos de esas letras naturales, de las cuales la última concuerda con el carácter atlante mencionado.

FIGURA Nº 13

88Solares y Solar-Lunares; los alfabetos lunares son de 28 letras, los horarios-zodiacales son de 24 letras, los zodiaco-mensuales son de 30 letras y los decánicos de 36 letras.



89 Actualmente el chino nacional (kuo-yü) comprende 409 sonidos mezclados con las 64 sílabas originales. Es mediante la ayuda de las más sutiles combinaciones que esta lengua contiene tantas entonaciones. El diccionario de K'ang-Hsi contiene 40.000 caracteres, pero se puede llegar hasta 84.000 caracteres diferentes, que yo sepa. Cuando se piensa que originalmente los chinos se expresaban únicamente con 200 palabras que provenían de la variación de acentos de los 8 kouas, se puede observar el camino recorrido al respecto.

90El Valor Secreto de un número se obtiene por la fórmula:.En realidad es la verdadera suma de un número constituido por una parte visible y otra oculta. No debe confundirse con los valores esotéricos que corresponden a los 22 polígonos que se pueden trazar dentro del círculo y a las 22 letras hebreas. Existen aún los Valores Secretos de segundo orden (); ejemplo: 3 llegará a ser 10 y 5 llegará a ser 35, etc....

91 Purusha, la Divinidad, produjo de su cabeza: los brahmanes; de su pecho: los khshatriyas (soldados guerreros); de sus muslos: los vaisyas (comerciantes, navegantes); de sus pies: los sudras (labradores). Estas cuatro castas tienen una significación más profunda que cuatro tribus.

92 Químico ruso que en 1869 inventó un sistema de clasificación para la estructura atómica. Es el primer científico que señaló las similitudes de los elementos catalogándolos según sus propiedades atomísticas. La tabla de Mendeleiev es una clasificación a base del factor del peso atómico y de la naturaleza química.

93 El Chatin-Yuga es el período que incluye a los cuatro yugas: SatyaYuga (1.752.000 años), Tetra-Yuga (1.314.000 años), Dwapra-Yuga (876.000 años) y Kali-Yuga (438.000 años). El período de 64.800 años de un Manvantara es muy importante porque incluye las fracciones características de los 4 yugas:

4/10 de Satya-Yuga o sea 25.920 años (hay que anotar que el hombre respira 18 veces por minuto o 25.920 veces en 24 horas).

3/10 de Tetra-Yuga que son 19.440 años.

2/10 de Dwapra-Yuga o sean 12.960 años, y

1/10 de Kali-Yuga equivalente a 6.480 años o sea en total 64.800 que es, el número simbólico de respiraciones que han transcurrido entre la muerte de Cristo y su resurrección (¡6.480 veces su pecho se ha expandido entre la hora de su crucifixión y la de su muerte!).

94 Lo cual no debe confundirse con la marcha directa (siempre aparente) del Sol delante de los signos del Zodíaco a razón de un signo por mes, así como una vuelta del Zodíaco por cada año, volviendo cada 365 días al mismo signo durante 30 días.

95Es de notar que el autor tiene en su nombre estas cuatro letras sagradas en perfecto equilibrio como para simbolizar su Misión de unión entre la Ciencia y la Religión: Serge RaYNaud de la FerRIere, “El que venciere será vestido de vestiduras blancas” dice el vers. 5 del Cap. III del Apocalipsis, anunciando el retorno de Cristo. Lo que continúa en el texto está en relación con lo que sigue diciendo la Biblia: los 24 semi-signos zodiacales (los 24 tronos de que habla el vers. 4 del Cáp. IV del Apocalipsis) simbolizados por los 24 ancianos de vestiduras blancas. Los 7 chakras o septenario característico habitual (vers. 5) así como las 4 palabras sagradas que corresponden a los 4 signos fijos del Zodíaco están bien mencionados en el versículo 7, capítulo IV, del Apocalipsis. El emblema de la Misión de la Orden del Acuarius (vehículo público de la GRAN FRATERNIDAD UNIVERSAL) es una cruz que lleva la inscripción Saber-Querer-Osar-Callar que tiene por símbolo astronómico los 4 animales del Apocalipsis (los 4 signos fijos) que simbolizan los 4 elementos alquímicos, los 4 principios mágicos, etc.